El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Análisis
El inicio de las elecciones municipales en Andalucía tiene como referente más reciente la cita del pasado junio, donde Juanma Moreno logró lo nunca visto antes en la comunidad autónoma, una mayoría absoluta de 58 escaños en el Parlamento: una Andalucía azul.
El PP, incluso a nivel nacional, se aferra a la figura de moderación del presidente de la Junta, que se ha convertido en la apuesta más segura del partido, a riesgo de quemar su hasta ahora casi inmaculada imagen. Juanma Moreno es sinónimo de éxito por encima de los candidatos que se presentan. A todo lo contrario juega el PSOE, que va a centrar sus esfuerzos en el apoyo a sus alcaldables.
El presidente de la Junta vive un momento dulce, es su momento, pero la polémica de los regadíos de la corona norte Doñana, en la que ha tenido el revés de la Comisión Europea y la réplica de la comunidad científica, así como la oposición frontal del Gobierno de Pedro Sánchez, ha podido dañar una imagen que hasta hoy es imbatible.
Andalucía es una plaza de primera. Cuenta con 785 municipios, en los que viven casi ocho millones y medio de habitantes. De las ocho diputaciones provinciales, seis están gobernadas por los socialistas y sólo dos por el PP (Málaga y Almería). El PP logrará gran parte de sus objetivos si el 28-M lograr dar un vuelco a este panorama.
Si nos retrotraemos a las elecciones de mayo de 2019, los socialistas se mantuvieron fuertes y sacaron unos buenos resultados, ya que aventajó en 400.000 votos, 10 puntos porcentuales, a los populares (un 36,9% frente a un 26,7%). ¿Qué supuso esto? Pues que el PSOE se hizo con 458 alcaldías, mientras que el PP se quedó con 189 ayuntamientos. En actual mapa de las capitales, los socialistas mandan en Sevilla, Huelva, Granada y Jaén; el PP tiene Málaga, Córdoba y Almería; y Cádiz está en manos de José María González, Kichi, de Adelante, que ha dado el relevo como candidato a David de la Cruz.
La estrategia de los populares está siendo muy clara desde hace ya unos meses. Intentan identificar a todos los candidatos del PSOE con la imagen de Pedro Sánchez, un presidente del Gobierno muy cuestionado por la gestión de la pandemia y, sobre todo, por la situación económica. Es cierto que los grandes números pueden acompañar a Sánchez, pero la inflación hace insoportable la cesta de la compra: un arma electoral muy difícil de combatir.
Ante este planteamiento, los socialistas han apostado por centrarse más en los problemas de los municipios y apoyar a su candidato concreto. El caso de Sevilla es especialmente significativo. El relevo de Juan Espadas al frente de la Alcaldía, Antonio Muñoz, se ha constatado como un gran activo del partido y conserva muchas esperanzas de mantener la capital más poblada que tienen los socialistas. No obstante, las fuerzas están muy igualadas y serán claves los bloques de izquierda y derecha. Vox, por un lado, la unión de los partidos de izquierdas, por otro, tendrán la llave de la gobernabilidad de la capital sevillana. Ahí es donde se juega el partido, a pesar de que la encuesta del CIS dé como claro ganador a Antonio Muñoz. El presidente de la Junta ha abierto campaña con José Luis Sanz, muestra clara de su interés por que el PP regrese a la Plaza Nueva.
Granada y Huelva también plantean escenarios muy igualados. En el caso granadino la división de la izquierda puede perjudicar al candidato socialista, Paco Cuenca, que puede ganar y no gobernar. Ya en esta legislatura que acaba, la Alcaldía de Granada ha sufrido el vaivén político con Luis Salvador, ex de Ciudadanos, como protagonista. Juanma Moreno ha apostado muy fuerte para recuperar la Alcaldía granadina. A comienzos de año mandó a su hasta entonces consejera de Fomento, Marifrán Carazo, para recuperar Granada.
Gabriel Cruz, por su parte, opta a revalidar los 14 concejales que le dieron la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Huelva, la única del PSOE en una capital de provincia en Andalucía. Tanto en la capital como en la provincia onubense hay que contar con el factor de la romería del Rocío, que que el mismo 28-M (madrugada del lunes 29) los almonteños saltan la reja.
Más claros parecen los casos de Almería, Córdoba y Málaga, donde los populares tienen muchas opciones de revalidar su mandato, ya sea en coalición o en solitario. Muy significativo es el caso de Málaga, donde Francisco de la Torre, con 80 años, opta a su sexto periodo al frente de la Alcaldía, que pretende revalidar por mayoría absoluta. Sin embargo, en 2019, el bloque de izquierdas estuvo a un concejal de arrebatar la capital malagueña a la derecha. En la provincia, el PSOE se hizo con 48 de los 103 municipios, casi la mitad, pero los populares se impusieron en votos y en los municipios más poblados, salvo Benalmádena (PSOE). Esto puede explicar los esfuerzos que durante la campaña va a hacer el aparato socialista en Málaga.
¿Ha tocado techo el liderazgo de Juanma Moreno? Parece complicado que para el 28-M se cumpla el pronóstico de 8+8 (ganar en las ocho capitales más las ocho diputaciones) que hizo el secretario general del PP, Antonio Repullo. Aun así, los populares confían en que el voto rural les sea favorable, origen de la polémica política en torno a la sequía y los regadíos, no sólo en la corona norte de Doñana. El campo necesita agua y es una baza a jugar en estas elecciones municipales: el deseado voto del mundo rural.
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