Encalla el diálogo entre el Gobierno y la oposición y desgasta la vía andaluza
Sin avance en la negociación que se abrió el 24 de septiembre sobre sanidad, educación o financiación
PSOE, Por Andalucía y Adelante reclaman documentación a las consejerías
Un mes llevan dándole vueltas al diálogo sin resultados por el momento y, según parece, tampoco los habrá a medio plazo. El Gobierno andaluz y los grupos de la oposición son incapaces de llegar a ningún acuerdo concreto ni siquiera en los servicios públicos esenciales como la salud, la vivienda o la dependencia a pesar de que todas las partes afirman que son los temas que más les preocupan porque están entre las prioridades de los andaluces. El pasado 24 de septiembre, Juanma Moreno iniciaba el curso político citando en San Telmo a los portavoces grupos de la oposición para ofrecerles diez grandes acuerdos por Andalucía. Para eso y para contarles las demandas que tres días antes había presentado en La Moncloa ante Pedro Sánchez, esta vez sin consultarles previamente.
El consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, se ofrecía desde entonces a reunirse con quien fuese necesario para ir avanzando en el diálogo y a poner a disposición de los portavoces a los consejeros para tratar con ellos los asuntos sectoriales. El PSOE recogió el guante y el pasado miércoles, Juan Espadas y Antonio Sanz se reunían en los despachos del Parlamento para plantear una agenda de trabajo y poner sobre la mesa los asuntos más urgentes.
Pero el encuentro resultó un fiasco: el Gobierno no presentó ningún orden del día concreto y el PSOE quiere que trabajar en algún acuerdo sobre temas que “interesan a ambas partes”. “Lo que parece estar claro es que no están dispuestos a abordar los temas graves y urgentes que preocupan a los andaluces y en los que tenemos posturas antagónicas. Hasta que no alcancemos algún acuerdo sobre temas que interesen a ambas partes, no vamos a atender ninguna petición de las consejerías al respecto”, explican fuentes del PSOE a este diario.
El Gobierno lo ve de otra manera, “esto es inaudito, es el Gobierno el que persigue a la oposición para llegar a acuerdos. Ya me hubiese gustado a mí que me tratasen así cuando estaba en la oposición”, explican desde el Ejecutivo regional. “Nosotros queremos hablar de la Ley Integral de Salud, ¿eso no es hablar de los problemas de la sanidad?”, se preguntaba Antonio Sanz.
Mientras tanto, los jefes de gabinete de las distintas consejerías se han afanado en enviar a los diputados citas para estas reuniones. Pero el formato no convence a ningún grupo de la oposición puesto que se trata de reunir a todos los portavoces de los grupos a la vez junto al consejero para que éste explique su proyecto de ley. “Eso es una comisión, no una reunión de negociación”, afirma Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía.
Todos los grupos de la oposición, aunque Vox se muestra algo más receptivo y mantiene unas ciertas conversaciones aunque tampoco han llegado a nada, entienden que esta ronda no es más que un producto del marketing del Ejecutivo Regional, una operación de imagen a la que no van a contribuir.
La excepción
Esta falta de acuerdo en los temas que interesan al Gobierno no supone una ruptura total de las relaciones entre el Gobierno y su oposición política en la Cámara por más que la tensión haya ido subiendo en las últimas semanas.
Porque Gobierno y PSOE mantienen conversaciones serias sobre quien será el nuevo Defensor del Pueblo Andaluz. Están barajando algunos nombres concretos para sustituir a Jesús Maeztu, quien tiene ya caducado su mandato. La legislación actual prevé que el Defensor tenga a tres adjuntos elegidos por los partidos políticos. Los grupos minoritarios de la Cámara plantean que haya tantos adjuntos como grupos políticos en cada legislatura aunque para lograrlo sería necesario llegar a acuerdos entre todas las fuerzas políticas.
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