¿La hipertricosis o 'síndrome del hombre lobo' de los bebés es reversible?

El vello que han desarrollado por la ingesta de Omeprazol contaminado con Minoxidil caerá "entre tres y seis meses" después de suspender el tratamiento, según explica una de las doctoras que ha tratado a varios niños afectados

Una niña cántabra aquejada de hipertricosis tras ingerir omeprazol contaminado con Minoxidil. / 20minutos
Tamara Velázquez

30 de agosto 2019 - 11:47

La hipertricosis o síndrome del hombre lobosíndrome del hombre lobo es una enfermedad que se manifiesta, principalmente, con la aparición de abundante vello en lugares poco frecuentes. La dolencia, que afecta a una persona entre mil millones, ha ganado relevancia este verano a raíz de que se le haya diagnosticado a 17 bebés, en Andalucía, Cantabria y la Comunidad Valenciana, después de ser tratados para combatir el reflujo del lactante con Omeprazol contaminado accidentalmente con Minoxidil, un vasodilatador utilizado como crecepelo desde los años 80. Pero, ¿cómo afecta este principio activo a los pequeños?

La coordinadora del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Cristina Serrano, trata a varios de los niños afectados por la medicación errónea. La doctora explica que el Minoxidil está contraindicado para tratar el reflujo del lactante que presentaban los pequeños, por lo tanto, "no les aporta ningún beneficio, todo serían riesgos". Su administración oral a pacientes de corta edad es muy rara y, según indica, "siempre se ha efectuado en porcentajes muy bajos (2%), con la consiguiente supervisión médica e ingreso hospitalario". Normalmente, se ha utilizado en adultos y de manera tópica, por lo que los datos sobre efectos en bebés de los que se disponen son mínimos; se extrapolan a niños los resultados de investigaciones efectuadas con adultos.

La experta define el síndrome del hombre lobo como el efecto secundario más frecuente de la ingesta del vasodilatador, pero le resta importancia por tratarse de "un problema cosmético", aunque a algunas personas les genere también secuelas psicosociales.

Las taquicardias, los edemas en las extremidades inferiores, la descompensación de líquidos o algunos problemas renales son otras consecuencias, más preocupantes para la salud, que podrían presentar los pacientes tratados con Minoxidil. "Afortunadamente, estos efectos sistémicos no han ocurrido en ninguno de los bebés", celebra la coordinadora del Grupo Español de Tricología de la AEDV, "tenían todas las papeletas pero no ha habido ningún ingreso hospitalario y, si no se ha producido, ya no lo habrá porque, una vez se interrumpe el tratamiento, la medicación sólo tarda una hora en eliminarse del organismo".

Serrano aclara que "la desaparición del pelo implica un proceso más lento, hay que darle entre tres y seis meses para que se caiga". En el caso de los bebés, desaconseja recurrir a tratamientos depilatorios definitivos puesto que "el vello que crezca no será permanente, se caerá solo cuando deje de estimularse el folículo piloso con Minoxidil, pero eso depende de cada madre. En adultos, sin embargo, dependerá de la elección del paciente".

La doctora Cristina Serrano insiste en este error farmacéutico no debería crearle mala fama al Minoxidil, que es un "buen medicamento para la hipertensión rebelde", y precisa que "todo riesgo y todo efecto secundario se ha producido porque se ha empleado para tratar una enfermedad para la que no sirve", concluye.

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