Todas las miradas se centran en los encuentros de Pedro Sánchez con los secretarios generales

El Congreso Federal está viviendo este sábado su momento álgido tras los primeros discursos y la aprobación, con cierta polémica por la negativa de Juan Espadas a dejar opinar a Izquierda Socialista, del informe de gestión de la Ejecutiva Federal saliente que ha hecho Santos Cerdán. El programa oficial de este encuentro pasa por la constitución de las seis comisiones de trabajo para aprobar o rechazar las enmiendas de las agrupaciones a la ponencia marco, pero las miradas de reojo están en otro lugar.

Porque también es el momento de que el secretario general, Pedro Sánchez, aprovecha para mantener encuentros discretos con los secretarios regionales para pulsar sus propuestas en la constitución de la próxima Ejecutiva Federal que deberá dirigir el partido los próximos cuatro años. Según el modelo de partido que ha implantado Sánchez, tiene las manos libres para elegir a quienes considere oportuno en su dirección. Sin embargo, escuchará lo que tengan que decirles los líderes regionales, aunque sea sólo por una cuestión de deferencia.

Tal vez por eso el presidente del Gobierno ha elegido un formato más amplio y se está viendo con todos los barones a la vez aprovechando la hora del almuerzo.

Desde la delegación andaluza hay expectativas por conocer los nombres de quienes entren, y salgan, de la dirección federal. Aunque todos dan por hecho que María Jesús Montero seguirá como número dos del partido.