El plan andaluz de ordenación acotará la construcción de instalaciones renovables
El futuro documento impedirá la proliferación descontrolada de plantas de energía eólica y solar
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El próximo Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) incorporará criterios para impedir la proliferación incontrolada de plantas de energías renovables. El texto, todavía en un estado de borrador y que no será aprobado antes de 2027, acotará las zonas donde puedan instalarse los parques de energía eólica, de energía fotovoltaica o termosolar que se multiplican en la geografía andaluza.
El POTA es el documento que define los usos del territorio y sirve de marco para los planes provinciales y municipales. Cuando salga finalmente a la luz, no antes que finalice la presente legislatura, el POTA sustituirá al actualmente vigente, aprobado en 2006, y que se está planificando con el fin de que perdure hasta 2050. El objetivo final adaptar del urbanismo a las necesidades de las circunstancias actuales. La población, la economía y la naturaleza son ahora muy diferente a las que eran hace casi 20 años.
El sistema energético andaluz es uno de los apartados que más polémica está suscitando durante las jornadas informativas que la Consejería de Fomento está llevando a cabo en las provincias andaluzas para dar a conocer el borrador del POTA. La Junta de Andalucía cuenta con el visto bueno de la Administración General del Estado para aumentar la capacidad productora de energía renovable. Y, si no es poca la reacción de sectores ciudadanos y sociales frente a las plantas de molinos de viento y placas solares ya construidas, la contestación se redoblará si se hacen realidad las proyectadas a corto y medio plazo. El POTA no concretará con número las instalaciones aunque sí definirá qué zonas del territorio podrán albergar parques de renovables y qué zonas no lo podrán hacer.
Son las comarcas rurales de Andalucía las más afectadas por la implantación de infraestructuras renovables. En muchos casos, han criticado los ayuntamientos y los colectivos ecologistas, las infraestructuras se erigen en zonas medioambientalmente singulares o por su riqueza agrícola. El futuro POTA aplicará por tanto indicadores de ordenación que informen de territorios en los que no se podrán instalar más estructuras renovables en base a criterios agronómicos -la fertilidad de la tierra- o medioambientales -por el valor de los ecosistemas-, entre otros.
La jornada informativa del borrador del POTA se celebró ayer en Sevilla y estuvo conducida por el delegado territorial de la Consejería de Fomento en Sevilla, Francisco Juárez; la jefa de la oficina de ordenación en la Delegación Territorial de la Consejería de Fomento en Sevilla, Isabel Ramírez; y Manuel Ángel González Fustegueras, integrante del equipo redactor del Plan de Ordenación Territorial de Andalucía. El borrador, señala la Consejería, es el fruto de un proceso abierto a la participación de profesionales y ciudadanos, a quienes pide su aportación.
La necesidad de índices de saturación turística
Durante el acto, en el turno de preguntas del público, surgió la cuestión de la saturación turística en las principales ciudades andaluzas y en gran parte del litoral y si el POTA incluiría medidas para paliar los efectos negativos que sobre estas zonas ejerce el turismo masivo. Fustegueras, miembro del equipo redactor del plan de ordenación, informó de que el texto definitivo del POTA "no incluirá parámetros concretos", aunque afirmó que sí lo harán los planes subregionales. "Es necesario que los territorios pongan límites", dijo el arquitecto y urbanista, quien consideró como una posibilidad que los planes provinciales o municipales cuenten con la definición de "índices de saturación" turística.
La gestión sostenible del turismo es otro de los ejes importantes del futuro POTA, promoviendo un desarrollo racional en las zonas menos prósperas de Andalucía, como las comarcas rurales, y la acotación en las áreas más afectadas, como son las grandes ciudades y la costa. "La apuesta por un turismo sostenible que haga compatibles la preservación y el disfrute de los bienes culturales que Andalucía atesora debe ser uno de los objetivos del POTA", señala el borrador del texto.
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