Repuntan los delitos por chantaje sexual en las redes sociales
La Policía Nacional logra localizar hasta cuarenta víctimas repartidas por la geografía nacional y ha detenido a tres personas
La mayoría de los delitos están relacionados con la 'sextorsion' tras contactos con perfiles falsos
Hallan cerca de Tánger el cadáver de una mujer con un tatuaje idéntico al de Úrsula Cortés, la joven desaparecida en Tarifa
La Policía Nacional ha alertado de un repunte de delitos relacionados con el chantaje a través de las redes sociales, la mayoría de ellos relacionados con la 'sextorsion'. Varias operaciones de la Sección de Ciberdelincuencia de la Comisaria Provincia de Málaga han llevado a detener a tres personas por su presunta implicación en esta actividad delictiva arrestados por los delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Los perjudicados describían que, tras iniciar contacto a través de las redes sociales con perfiles, supuestamente de mujeres reales, proseguían con un contacto más íntimo donde llegaban a intercambiar imágenes sexuales con las que después eran extorsionados.
Hay que destacar que uno de los tres arrestados originalmente habría sido víctima de la trama, derivando su extorsión en la obligación de cobrar a otras víctimas a cambio de no publicar sus fotos íntimas. Según ha detallado la Policía, los perjudicados coincidían en la descripción de un mismo modus operandi, donde un perfil presuntamente real de una mujer contactaba con ellos a través de redes sociales y, tras seducirlos y ganarse su confianza, comenzaban a realizar un intercambio de imágenes de carácter sexual e incluso videollamadas. Una vez obtenido el material videográfico les solicitaban dinero a cambio de no difundir las grabaciones o capturas entre sus familiares y amigos.
La investigación policial verificó que los perfiles desde donde contactaban con las víctimas eran perfiles gancho, creados por grupos criminales a partir de la información e imágenes obtenidas de perfiles públicos, habitualmente, de mujeres reales. Tras un primer contacto mediante conversaciones por aplicaciones de mensajería instantánea, el autor del engaño acaba intimando con su víctima consiguiendo, finalmente, obtener imágenes de contenido sexual. Con las fotografías o videos comprometidos en poder de la organización, se inicia la extorsión, solicitando cantidades periódicas de dinero a cambio de no difundir el material entre sus familiares y amigos que, previamente, habían sido captados del propio perfil de la víctima.
Según han explicado desde la Policía Nacional, estos grupos se caracterizan por ser transnacionales, donde cada miembro del grupo desempeña un papel concreto --crear los perfiles falsos, captar posibles víctimas, embaucarlas y conseguir las imágenes idóneas para el chantaje, así como encargarse del cobro de la extorsión--, lo que dificulta la persecución del delito. Los agentes consiguieron localizar hasta 40 víctimas repartidas por la geografía nacional, no descartando la existencia de otras que hasta la fecha no han denunciado, bien por vergüenza o por sentimiento de culpabilidad.
El riesgo de las redes
Los agentes especialistas en Ciberdelincuencia hacen hincapié en los peligros de las redes sociales y manifiestan al respecto que "los depredadores sexuales se valen del anonimato y de la facilidad para crear perfiles falsos a los que dotan de unas características concretas --jóvenes atractivas con ropa sugerente por ejemplo-- para captar la atención de víctimas inmaduras". Han recordado que estos hechos pueden desencadenar en otros más graves, pudiendo el autor extorsionar a los menores, solicitando más material a cambio de no difundir el obtenido previamente entre sus contactos o familiares.
Por eso, desde la Policía Nacional recomiendan no hacerse fotos comprometidas porque "pueden copiarlas, manipularlas y distribuirlas durante años por la red; no compartir fotografías o vídeos con desconocidos y tener "cuidado con los que son conocidos o amigos, pueden dejar de serlo". Asimismo, señalan que en caso de menores avisar a los padres si alguien pide enviar este tipo de fotos o videos, "nunca aceptar un chantaje y denunciar cualquier situación de acoso". Además, advierten de que cuando se reciban imágenes comprometidas de otros, hay que avisar a un adulto y borrarlas, apuntando que "si en las imágenes sexuales aparecen menores, estás ante pornografía infantil y es un delito".
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