Cuídate también en verano

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, los riesgos para la salud también se incrementan. Las radiaciones solares pueden dañar la piel y los ojos, mientras que el calor excesivo puede aumentar el riesgo de deshidratación. Además, algunos medicamentos también pueden aumentar la sensibilidad de la piel frente al sol.

Por esta razón, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, que reúne a todos los colegios farmacéuticos de España entre los que se encuentra el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada, ha puesto en marcha una campaña de sensibilización, en la que han participado las vocalías nacionales de Alimentación, Dermofarmacia, Oficina de Farmacia y Óptica y Acústica. 

La campaña denominada ‘Cuidados del verano 2024’, aprovecha el potencial en educación para la salud de la red de más de las 539 farmacias de Granada y los más de 2.100 farmacéuticos que desarrollan su labor asistencial en nuestra provincia. Además, todos los consejos que forman parte de la campaña se pueden consultar en las redes sociales de COF Granada. 

Fotoprotección

La luz solar es necesaria para la síntesis de la vitamina D, también influye en el estado de ánimo y ayuda a ajustar el ritmo circadiano. Sin embargo, una exposición excesiva y sin protección puede causar riesgos para la salud. Recuerda la importancia de utilizar protector solar para prevenir la aparición de quemaduras solares, el fotoenvejecimiento y la aparición del cáncer de piel, entre otros. 

Para ello, se recomienda utilizar fotoprotectores solares de amplio espectro, con un factor de protección solar alto y adecuado para cada tipo de piel y aplicarlos incluso en los días nublados, aumentando las precauciones en niños, embarazadas y mayores. 

Fotoprotección ocular

Además del cuidado de la piel, hay que prestar especial atención a la visión. Los ojos tienen mecanismos de autoprotección frente a la radiación infrarroja y la luz visible, pero no a las radiaciones ultravioletas (UV). Por todo ello, es importante protegerla con gafas de sol homologadas que garanticen una protección efectiva. 

Para ello, deben tener el marcado CE, que garantiza que cumplen con la normativa mínima exigida por la Unión Europea y contar con filtros que bloqueen las radiaciones UV. Por su parte, en las varillas de las gafas aparece un número, entre el 0 y el 4, que indica la cantidad de luz visible que puede absorber la lente. A mayor número, mayor porcentaje de luz bloqueada. 

Fotoprotección oral e importancia de la hidratación

El cuidado de la piel también comienza desde el interior, el consumo de ciertos alimentos o complementos alimenticios, y una correcta hidratación juegan un papel crucial en el cuidado integral de la dermis y de la salud en el verano. 

Existen determinados nutrientes que ayudan a preparar y proteger la piel frente a la radiación solar desde el interior. Entre ellos están los carotenoides, las vitaminas E y C, y los ácidos grasos omega-3 que se pueden encontrar en frutas, verduras, hortalizas, frutos secos o pescados, entre otros.

En verano también es importante mantener una buena hidratación, para ello se  recomienda beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día, completándolo con la ingesta de frutas y verduras. Igualmente, aconseja evitar el consumo de bebidas alcohólicas y con cafeína, ya que aumentan la eliminación de agua a través de la orina y el aumento de la sudoración.

Plantas medicinales 

La fitoterapia, que es el uso de plantas medicinales con propósitos terapéuticos, puede ayudar a complementar el cuidado de la piel frente al sol y la hidratación ayudando a restaurar el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. 

La más conocida de todas y que cuenta con el respaldo de ensayos clínicos es el Polypodium leucotomos, una planta que se ha estudiado por su potencial efecto protector de la piel, especialmente frente a los daños causados por la radiación ultravioleta del sol. En este ámbito también destacan las plantas medicinales que se usan después de la exposición solar por sus propiedades refrescantes, calmantes o protectoras, como la caléndula o el aloe vera; y otras que ayudan a complementar la hidratación y restaurar el equilibrio electrolítico, como las hojas de ortiga y la raíz de malvavisco.

Pese a ello, hay que tener en cuenta que existen plantas medicinales que aumentan la sensibilidad de la piel a la luz solar, desencadenando reacciones cutáneas exageradas, erupciones, enrojecimiento e irritación, como los aceites esenciales de cítricos, caso del limón o la bergamota; o el uso de hierba de San Juan.