La VIII Subida Internacional Sierra Nevada celebra el legado de la automoción clásica

Evento

Granada acogerá el próximo fin de semana una caravana de joyas del motor que rendirá homenaje al ingeniero Juan José de Santa Cruz y pondrá en valor el patrimonio cultural, industrial y turístico de la provincia

Las carreteras de Granada se llenarán de automóviles clásicos durante este fin de semana.
Las carreteras de Granada se llenarán de automóviles clásicos durante este fin de semana. / Granada Hoy
Rodrigo Vázquez - Redactor

25 de abril 2025 - 05:00

Este fin de semana, Granada se convertirá en el escenario de una cita ineludible para los amantes del motor y la historia. Los días 26 y 27 de abril se celebrará la VIII Subida Internacional Sierra Nevada, un evento organizado por el Club de Automóviles Veteranos de Granada y el Real Automóvil Club Al Andalus de Veteranos y Clásicos de Jaén. Lejos de tratarse de una simple concentración de coches antiguos, esta subida es una auténtica reivindicación del patrimonio industrial y cultural de la provincia, todo ello a través de una ruta de montaña que atraviesa parajes únicos y enclaves con historia.

Este encuentro bienal no solo reúne vehículos históricos cuidadosamente restaurados y mantenidos con esmero, sino que además rinde homenaje a una figura clave en el desarrollo de la provincia: el ingeniero Juan José de Santa Cruz. A él se debe la construcción de la carretera que conecta Granada con Sierra Nevada, considerada una de las más altas de Europa, además de otras grandes obras como el Pantano de Cubillas o el Hotel Palas. “Es una pena que alguien que hizo tanto por Granada tenga un monumento tan pequeño y olvidado. Esta subida es también una forma de reivindicar su legado”, explica Carlos Aravaca, presidente del Club de Automóviles Veteranos de Granada.

Una ruta con historia y paisajes únicos

La programación arranca el viernes por la tarde con la llegada de los participantes al hotel junto a la rotonda de la isla, frente al estadio de fútbol. Allí se entregará la documentación, se ultimarán los detalles del recorrido y se celebrará una cena buffet para dar la bienvenida a los aficionados llegados de fuera.

El sábado 26, la caravana de coches históricos partirá desde la Torre de la Pólvora, en Granada, con destino al Puerto del Suspiro del Moro, atravesando el Valle de Lecrín por la antigua carretera que va hacia Padul y Dúrcal. Esta etapa permitirá disfrutar de vistas impresionantes del entorno granadino, con la sierra todavía nevada al fondo. En el puerto, los participantes realizarán una parada para inmortalizar el momento con una fotografía grupal, que año tras año se convierte en uno de los recuerdos más compartidos del evento.

Tras el almuerzo en el puerto, los vehículos continuarán la ruta por la espectacular Carretera de la Cabra, un tramo sinuoso y panorámico que conduce de regreso a Granada. Por la tarde, los asistentes podrán disfrutar de una visita opcional al barrio del Albaicín, Patrimonio de la Humanidad y joya arquitectónica e histórica de la ciudad.

El domingo 27 es el turno de la subida definitiva. Desde el mismo punto de partida, los coches se dirigirán a Monachil y luego al paraje de El Purche, en plena ascensión hacia Sierra Nevada. Allí realizarán una parada simbólica y entregarán una placa al Ayuntamiento de Monachil como muestra de agradecimiento por su colaboración en el evento. Finalmente, los coches ascenderán hasta donde lo permita la nieve. Si las condiciones son favorables, algunos alcanzarán el punto más alto accesible, junto a la Virgen de las Nieves, gracias a un permiso especial concedido por el Parque Nacional de Sierra Nevada. El evento finalizará con una comida en el restaurante El Guerra, en plena carretera de la Sierra.

Vehículos únicos y un público fiel

Fotografía de ediciones pasadas con una muestra de coches clásicos.
Fotografía de ediciones pasadas con una muestra de coches clásicos. / Granada Hoy

Uno de los mayores atractivos de esta subida es, sin duda, el desfile de vehículos históricos. En esta edición participarán 38 automóviles, con prioridad para los más antiguos. El más veterano, un modelo de 1914, compartirá asfalto con numerosos Ford A de las décadas de 1920 y 1930, en homenaje al propio Juan José de Santa Cruz, quien subía por esta carretera con un coche de ese tipo acompañado de su hija.

Para facilitar la circulación y garantizar la seguridad, los coches se organizan en grupos de cinco, espaciados para no interferir en el tráfico y permitir adelantamientos. Las rutas elegidas transcurren por carreteras secundarias y zonas con escaso tráfico, lo que contribuye a la experiencia estética y segura del evento.

Aunque la participación de vehículos está limitada por cuestiones logísticas, el público puede disfrutar del espectáculo en varios puntos clave del recorrido. “La gente suele acercarse a vernos pasar en la salida, en El Purche o en el Puerto del Suspiro del Moro. Siempre hay aficionados que se colocan con sus cámaras para ver esta exhibición rodante”, comenta Aravaca.

Cultura, turismo y memoria

Más allá del atractivo mecánico, la Subida Internacional Sierra Nevada es una actividad de profundo contenido cultural. Su valor no solo reside en los coches, sino en el patrimonio que representan, en la memoria de quienes los diseñaron y condujeron, y en el impulso que dan al turismo local. “Esta es nuestra forma de conservar y mostrar un patrimonio industrial que también es historia viva. Pero sin los medios de comunicación, este esfuerzo no llega a la gente. Por eso agradezco tanto que se divulgue”, afirma el presidente del club.

Con una mezcla de nostalgia, admiración y pasión, este evento vuelve a posicionar a Granada como un referente nacional e internacional del automovilismo clásico. La carretera más alta de Europa, como dicen los organizadores, volverá a ser escenario de una travesía inolvidable. Un viaje al pasado que, al mismo tiempo, celebra lo mejor del presente.

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