¡Es la evolución, estúpido!

La evolución es un hecho probado, el creacionismo no es ninguna alternativa científica

¿Qué hace un ácido explosivo en mi laboratorio?

Estatua de Charles Darwin, en la entrada del Museo de Historia Natural de Londres
Estatua de Charles Darwin, en la entrada del Museo de Historia Natural de Londres

En un anterior Ciencia Abierta indicábamos que la ciencia biológica se basa en tres grandes teorías, entendidas como las explicaciones sobre las que la comunidad científica tiene consenso para entender cómo funciona el mundo de los seres vivos. A saber: la teoría celular, la teoría de la herencia y la teoría de la evolución. Sobre la teoría celular nos queda pendiente por explicar lo ocurrido tras la cena compartida por Schleiden y Schwann, de hecho era lo previsto, pero en estos días se nos han colado unas “estúpidas” declaraciones antievolucionistas de un conocido político. Lo de “estúpidas” es una opinión personal sobre las declaraciones, no sobre la persona que las pronunció, la cual merece todo el respeto, como no puede ser de otra manera, utilizando la coletilla habitual entre la clase política.

Tales declaraciones han provocado la reacción de la SESBE (Sociedad Española de Biología Evolutiva) que ha publicado una Carta Abierta dirigida al político en cuestión. Me permito transcribir buena parte de esa carta en apoyo total a la SESBE, pues desde esta página de Ciencia Abierta ya hemos defendido en numerosas ocasiones la importancia de la teoría de la evolución. Hemos recordado la publicación del libro de Darwin (Las dudas de Darwin, 24-11-2015); las relaciones con la teoría de la herencia (A propósito de Mendel y Darwin, 13-9-2016) o hemos difundido la celebración de unas jornadas educativas sobre la teoría de la evolución (La Teoría de la evolución, 31-1-2023).

La SESBE declara (entrecomillo su texto) que “en respuesta a las recientes declaraciones antievolucionistas de Jaime Mayor Oreja, desde la Junta Directiva de la SESBE”… se escribe esta carta abierta… “Numerosos medios se han hecho eco de unas desafortunadas palabras… El ex-ministro del interior afirmó también que entre los científicos están ganando aquellos que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución”. Como ven la SESBE califica esas palabras como desafortunadas. Yo personalmente las he calificado de otro modo, digamos que soy menos políticamente correcto; pero repito que yo no califico al personaje, solo a sus declaraciones. 

Pero sigamos, la SESBE continúa señalando que (entre comillas): “Esta frase sugiere la existencia de un supuesto consenso negacionista respecto a la evolución y en favor del creacionismo, una creencia filosófica de raíces religiosas, que postula que la diversidad de seres vivos se creó por acción divina. Desde la SESBE, que aglutina científicos y científicas que se dedican al estudio de la evolución, nos sentimos en la obligación de responder a esta afirmación que es tan engañosa como falsa. Como hemos expresado en otras ocasiones, la evolución es un hecho tan indiscutible como que la tierra no es plana. La diversidad de organismos de nuestro planeta es y ha sido algo cambiante, en constante evolución. Así lo atestiguan evidencias científicas muy diversas, desde la comparación detallada de organismos actuales y del registro fósil hasta el análisis del material genético de miles de especies. Y aunque el proceso evolutivo suele actuar a lo largo de muchas generaciones, haciendo que la aparición de nuevas formas o especies pase desapercibida a la percepción humana, hay procesos evolutivos recientes que son muy palpables. Por ejemplo, la aparición, por adaptación a exposición prolongada, de resistencias a antibióticos en microbios patógenos, la generación de nuevas variantes del virus del COVID-19, o la domesticación de nuevas variedades de plantas de interés agrícola por selección artificial. La acción de la evolución se ha documentado sin atisbo de duda en innumerables estudios en el laboratorio y en la naturaleza”. 

La carta de la SESBE continúa aportando algunos datos sobre el amplísimo acuerdo de la comunidad científica acerca del hecho evolutivo y su aceptación a nivel mundial en dicha comunidad. Y finaliza declarando que (entrecomillo de nuevo): “En todo caso, es en los congresos científicos que reúnen a expertos en la cuestión donde se debe sopesar dónde se encuentra el consenso científico al respecto de los mecanismos de la evolución. En estos congresos, y en los miles de artículos científicos que se publican cada año al respecto, la evolución es un tema de estudio, no una cuestión a debatir, como no se debate en los congresos o revistas de geología o astronomía si la tierra es o no plana. Negar la evolución es sencillamente cerrar los ojos a la evidencia científica. Insinuar que existe un cierto consenso científico que niega la evolución es, simplemente, sembrar un bulo. Es preocupante que personas con la responsabilidad y visibilidad mediantica de un exministro confundan creencia con evidencia, y nos parece rotundamente reprochable que, adentrados ya en el siglo XXI, una persona que haya ejercido un puesto de responsabilidad en la administración pública esgrima falsedades para rebatir hechos probados como la evolución, en pos de defender una posición política. Desgraciadamente la pseudociencia y los bulos siguen estando a la orden del día, pero confiamos en que la evidencia científica y el espíritu crítico de la ciudadanía prevalezcan sobre la desinformación”. 

Podría decirse más alto pero no más claro. Las intromisiones interesadas de la política en el mundo de la ciencia casi siempre han sido un desastre, podemos recordar algún Ciencia abierta sobre el tema (El político y el no científico, 18-7-2023; o Stalin y la genética, 15-3-2022). También desde esta página hemos denunciado en varias ocasiones los problemas de la pseudociencia y sus medias mentiras o mentiras enteras sobre temas de salud como la homeopatía (Homeopatía, el fraude diluido, 12-4-2016) o las vacunas (No vacunar es un crimen, 23-6-2015). Y en ello seguimos.

Tan solo discrepo en que difícilmente la ciudadanía sea capaz de discernir ciertos bulos merced al conocimiento científico y el espíritu crítico que se le transmite desde la educación científica dado que la evolución sigue enseñándose, dentro del curriculum, solo a parte de la población en materias que no son obligatorias para todos los estudiantes de secundaria. Por desgracia tendremos que seguir gritando aquello de: ¡Es la evolución, estúpido!

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