Cómo mola el ‘pez Mola’

El pez luna es el pez óseo más grande del mundo

Su peculiar y atípica morfología le lleva a ser considerado uno de los peces más raros

MIGRADORAS sub-MARINAS

Pez luna, Mola mola
Pez luna, Mola mola

El pez luna, cuyo nombre científico es Mola mola, es conocido en muchas partes de Andalucía como pez mula. Pertenece a la familia Molidae, que forma parte del orden de los Tetraodontiformes, que toma su nombre por los cuatro dientes fusionados que forman su característico ‘pico’, (tetra=cuatro + odous=diente + formes=forma). En este grupo se incluyen también los peces globo, los peces erizo y las lijas. El género Mola incluye otras dos especies, M. ramsayi y M. tecta, distribuidas fundamentalmente por el Hemisferio Sur. Esta especie es quizás el pez óseo más grande con ejemplares que pueden alcanzar los 3 metros de longitud y pesar más de 2 toneladas. 

Características y morfología

  • Pez de perfil elíptico-redondeado, con cuerpo muy alto y aplastado lateralmente. 

  • La boca, los ojos y la abertura branquial son muy pequeños.   

  • Las aletas dorsal y anal son estrechas y alargadas, en forma triangular y están situadas muy atrás. No presenta aletas ventrales y las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas. Sin aletas pelvianas. La aleta caudal está sustituida por una estructura abanicada llamada clavus, que le sirve para la propulsión.     

  • La coloración es gris plateada brillante, más oscura por el dorso y más clara en la parte ventral, siendo las aletas negruzcas. En caso de excitación aparecen unos dibujos de color pardo oscuro en la cabeza.    

  • No tiene escamas y la piel es muy rugosa y áspera.     

  • Carecen de vejiga natatoria y no tienen línea lateral. 

Pez luna.
Pez luna. / Juan Fernando García

Alimentación y predadores

La dieta de estos peculiares peces consiste principalmente en varios tipos de zooplancton gelatinoso como medusas, carabelas portuguesas, ctenóforos o salpas, de las que consume grandes cantidades para poder desarrollarse y mantener su gran tamaño y peso, puesto que es una dieta pobre en nutrientes. También se alimenta de crustáceos, algas y larvas de peces. 

El gran tamaño de los ejemplares adultos y su piel gruesa disuaden a muchos depredadores aunque los ejemplares jóvenes son vulnerables a las capturas por especies como el atún rojo. Se ha observado que los leones marinos y las orcas los cazan, más como deporte o como juego que como dieta habitual, careciendo de defensas ante los ataques de estos grandes depredadores dada su relativa lentitud nadadora, por lo que su estrategia es descender a grandes profundidades donde sus posibles enemigos no se atreven a aventurarse. 

Pez luna en posición horizontal en la superficie del agua.
Pez luna en posición horizontal en la superficie del agua.

Hábitat y distribución

El hábitat del pez luna es muy variado ya que es una especie cosmopolita que habita en aguas tropicales y templadas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, y en el mar Mediterráneo, en un rango que va desde los 20 a los 500 metros de profundidad, aunque lo más habitual es encontrarlo entre los 50 a 70 metros. 

En ocasiones esta especie solitaria, pelágica y de aguas abiertas puede acercarse a la costa y situarse en la superficie sacando la aleta dorsal por encima del agua y estableciendo relaciones con peces como los lábridos que los despojan de parásitos; incluso aves marinas como las gaviotas colaboran en esta ‘limpieza’. 

Reproducción

Se dispone de escasa información sobre los hábitos reproductivos del pez luna, sin embargo, se cree que las hembras desovan en el mar de los Sargazos entre los meses de agosto y octubre, donde ponen millones de huevos que son fertilizados de manera externa. Tras la eclosión pasan por tres estadios larvarios, el último de los cuales presenta grandes aletas pectorales, una aleta caudal y numerosas espinas corporales en la piel (como sus primos, los peces globo), características diferentes a las de los adultos. 

Larva de pez luna.
Larva de pez luna.

Etimología

El nombre científico de la especie, Mola mola, significa en latín ‘muela, piedra de molino’, debido a su color gris, textura áspera y cuerpo redondeado. La mayoría de los nombres comunes aplicados a esta especie a lo largo de todo el mundo hacen referencia a su característica forma aplastada y redondeada. En español y en otros idiomas como el neerlandés (maanvis), el portugués (peixe lua), el francés (poisson lune) o en alemán (mondfisch), es pez luna, en referencia a esa atípica forma para un animal marino. 

En alemán también recibe el nombre de schwimmender kopf, = cabeza que nada y en polaco samogłów = solo cabeza, señalando en ambos que no tiene una auténtica aleta caudal. Su nombre común en inglés, sunfish = pez sol, hace referencia a la costumbre que tiene este animal de tomar el sol en la superficie del agua. En nuestras costas andaluzas comparte el nombre de pez luna con el de pez mula. 

Amenazas

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera esta especie como ‘vulnerable’, aunque no la incluye, por ahora, en su Lista Roja. Las diferentes amenazas señaladas que tiene en su medio natural están relacionadas con las actividades humanas. Las más preocupantes son la contaminación de mares y océanos, la pesca accidental en redes de arrastre y la ingesta de plásticos. En algunos lugares de su área de distribución (Japón, Corea, Taiwán) son pescados para su consumo, considerado una exquisitez, pero en la Unión Europea la carne de las especies de la familia Molidae se considera tóxica y la comercialización está prohibida. 

Un pez ‘Guiness’

El pez luna tiene varios récords:

1. Es el mayor pez óseo del mundo, con ejemplares atrapados en las Azores que han llegado a los 3,5 metros de longitud y a las 3 toneladas de peso. 

2. Las hembras pueden poner hasta 300 millones de huevos, lo que supone todo un récord en los vertebrados. 

3. También tienen el récord de crecimiento, pasando de un tamaño de 2 milímetros al nacer ,hasta los 3 metros en su tamaño adulto. No se conoce la velocidad de crecimiento en libertad pero en cautividad un pez luna ha llegado a coger 400 kilogramos en 14 meses.

GIGANTES MARINOS

Hay otros peces óseos que comparten con el pez luna su clasificación entre los más grandes del mundo. Son el pez remo, quizás el más largo ya que hay ejemplares que han alcanzado los 15 metros y los 200 kilos, y el esturión beluga, el mayor pez de agua dulce, un pez muy longevo que puede llegar a superar los 7 metros de largo, y famoso por su bien apreciado, y costoso, caviar. 

Sin embargo estos récords son superados de largo por peces del grupo de los cartilaginosos. Entre ellos destaca el tiburón ballena, otra especie muy longeva, que promedia las 20 toneladas y los 12 metros de longitud, aunque se han citado ejemplares con 20 metros y un peso por encima de las 40 toneladas. Estas cifras lo convierten en el vertebrado no mamífero marino mayor en la actualidad. Además de otros grandes tiburones, (peregrino, blanco) en este selecto club de gigantes marinos también tiene un hueco la mantarraya gigante, algunos de cuyos ejemplares llegan a los 7 metros de ancho y las 2 toneladas de peso. 

Pero sin duda el título del más gigante de los animales marinos corresponde a un cetáceo misticeto, la ballena azul, con un tamaño medio de 20 metros de largo y unas 40 toneladas de peso, (aunque se han citado ejemplares por encima de los 30 metros y hasta 190 toneladas). A pesar de sus inmensas dimensiones se alimenta casi exclusivamente de diminutos crustáceos denominados ‘krill’, de los que puede consumir en una sola jornada hasta 4 toneladas filtrando millones de litros de agua marina a través de sus ‘barbas’. El segundo lugar del pódium corresponde a uno de sus ‘primos’, el rorcual común con ejemplares que han llegado hasta los 24 m y 70 Tn. 

Cabe citar también en este top de gigantes marinos a un molusco cefalópodo, el calamar gigante del Atlántico, una criatura misteriosa y fascinante que puede alcanzar los 14 metros al que se refería Julio Verne en su obra Veinte mil leguas de viaje submarino. Hace un par de semanas apareció un ejemplar de 10 metros en una playa del municipio asturiano de Llanes. Pasa además por ser el animal con los ojos más grandes.          

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