Una cita con el futuro de la ciencia en Granada: "Tenemos en común la preocupación"
Isabel, Rocío, Jorge y José Javier, estudiantes de la Universidad de Granada, participaron este verano en el Aula Blas Cabrera de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que reunió en Santander a 80 jóvenes promesas de la investigación
"Es una manera de ampliar el campo de conocimiento"
Concierto gratuito de la OCG en la Plaza de Toros de Granada
El Aula de Verano Blas Cabrera de iniciación a la investigación, docencia e investigación reunió durante una semana, del 5 al 9 de agosto en Santander, a 80 jóvenes promesas de la ciencia en España, de todos los campos y con el interés de iniciarse en la investigación, un terreno desafiante y no sólo por el trabajo que conlleva, sino por los sinsabores que supone dedicarse a la ciencia en España.
De los 80 seleccionados para participar en esta iniciativa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades varios proceden de Granada. Se han formado en la UGR y ahora vislumbran el inicio de una trayectoria llena de incertidumbre, pero que les llena y les motiva al máximo.
A esta última convocatoria únicamente del Aula Blas Cabrera pudieron concurrir aquellos que tengan expedientes sobresalientes en el grado, y que hayan finalizado sus estudios en el 2023/2024. En el caso de Rocío Rodríguez, tras graduarse en Jaén en Psicología, realizó el máster de Neurociencia Cognitiva y del Comportamiento en la Universidad de Granada. Ahora opta a una FPU (Formación de Profesorado Universitario) en Granada.
Lo que animó a Rocío a participar en la convocatoria del Aula de Verano fue la “diversidad de disciplinas”. Los ponentes son personas de relevancia en sus campos y la singularidad es que el alumnado tiene perfiles totalmente dispares. “Es una manera de ampliar el campo de conocimiento”. Meticulosa y concienzuda, supo de esta iniciativa a través del Boletín Oficial de la Universidad de Granada. Rocío considera que deberían promocionarse más estas becas, que permiten tener una “visión de los primeros pasos” de lo que supone apostar por una carrera científica. “Al rodearte de personas con la misma vocación, creo que eso te motiva a ser mejor en tu campo”.
No sólo se tira del carro con más brío, sino que se tejen redes que pueden abrir nuevas puertas. Así lo considera otro de los estudiantes de la UGR que ha participado en el encuentro de Santander, Jorge López Remacho. Graduado en Informática por la UGR, ahora va a continuar con un máster en Ciencia de Datos, también en Granada. “Estar con gente de otras disciplinas te hace abrir los ojos”, apunta sobre su experiencia.En su caso, las opciones de aplicación de la Informática, la Inteligencia Artificial, Computación Cuántica y la Ciencia de Datos son más que necesarias en el resto de ámbitos. “El futuro se va a basar en gente de muchas disciplinas que trabajen en un problema”, señala. Su interés es la ciencia, investigar, una vocación que siente desde el instituto.Lo que contrapone en la balanza es la precariedad y la necesidad de estabilidad. Jorge arguye que no sólo se puede estudiar en centros públicos, y posiblemente se decante en el futuro a investigar, sí, pero en empresas privadas, que también requieren de innovación y talento.
Además de ponencias y mesas redondas, lo que compartían los 80 asistentes al Aula de Verano era la “preocupación” por el futuro, señala Isabel María Moreno Cuadrado, titulada en el doble grado de Informática y Matemáticas por la UGR y que ahora continuará con su formación en Madrid gracias a una beca del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMat), participado por la Universidad Autónoma, la Complutense y la Carlos III.
“Consigues una beca que te da para un año. Luego otra para otro año... pero no la estabilidad”, señala Isabel, que compaginará su trabajo en el ICMat con el máster mientras piensa en cómo sacará adelante su doctorado cuando llegue el momento. Sobre esa inquietud común, esta joven investigadora señala que “da que pensar”.
Además de compartir preocupaciones, los 80 participantes en el encuentro de la UIMP pudieron “salir de su zona de confort” a base de mesas redondas y charlas interdisciplinares. En esto de buscarle las vueltas a los problemas tiene ya bagaje otro de los granadinos que estuvo en Santander, José Javier López Morales, graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y que este año se ha iniciado en la investigación en la UGR gracias a una beca del Banco Santander. Trabaja en teorías sobre la atención de los deportistas con un enfoque basado en la psicología. Se trabaja para que sepan ‘leer’ los estímulos que les pueden ayudar durante la competición.
“Creo que en el apartado atencional podemos sacar partido” para mejorar el rendimiento de deportistas. Él entró en la carrera porque le gusta el deporte -es entrenador de baloncesto- y ahora trabaja en el grupo del catedrático David Cárdenas. Este curso que está a punto de comenzar hará un máster en la UGR y prevé continuar con la beca de colaboración en investigación, una opción que va valora como una salida profesional y que no entraba en sus planes cuando pisó por primera vez la Facultad.
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