Miguel Giménez Yanguas, doctor honoris causa por la Universidad de Granada: "Quiero que las máquinas que tengo en mi casa vayan a la Azucarera de San Isidro"

El profesor Miguel Giménez Yanguas quiere que parte de su legado regrese a su lugar de origen. El investigador de la Universidad de Granada, que ha sido investido como doctor honoris causa por la institución en la que ha desarrollado su carrera profesional, espera que objetos industriales que conserva en su casa se instalen en la Azucarera de San Isidro, propiedad desde 2021 de la UGR. La transformación de este complejo industrial en un campus innovador es uno de los objetivos estratégicos de la Universidad de cara a los próximos años y Giménez Yanguas ha sido clave en esta visión.

En la casa de este ingeniero se preservan más de 350 piezas industriales ya catalogadas y restauradas. Entre ellas están dos máquinas, una que pesa 3.000 kilos procedente de San Isidro y otra de 5.000 que perteneció a la última azucarera de Almuñécar. "Las tengo en mi casa y ahora quiero que en San Isidro se haga un museo que recuerde la industria del azúcar y de la remolacha en la Vega de Granada. Me gustaría que estuvieran allí, que volvieran" a su lugar de origen reconvertido en un recinto cultural como el que se prevé en la Azucarera de la UGR, de modo que "pasen a engrosar el patrimonio de la Universidad de Granada".

Giménez Yanguas, nacido en Málaga en 1936 y de familia granadina, ha dedicado su vida a la protección del patrimonio de la ingeniería de los siglos XIX y XX, según destacó en su discurso su padrino, el director de la Escuela Técnica Superior de Edificación, Juan Manuel Santiago. "La maquinaria de la azucarera de caña Nuestra Señora del Pilar de Motril se salvó gracias a su empeño y tesón". Se conservó porque, de no haber sido por Giménez Yanguas, habría acabado en la chatarra.

Cuando desapareció el tranvía de Granada y el que iba a la Sierra, en los años 70, este profesor guardó "todos los planos originales" de aquellas líneas de transporte. "El chatarrero los estaba quemando y me los regaló", cuenta sobre cómo llegaron a sus manos. Cuando cerró el último ingenio de la Vega, a mediados de los 80, "me dediqué a preservar" las piezas históricas que constituían el patrimonio industrial de aquella Granada. "Me premian por eso, por una labor que a mí me ha gustado, por un hobby, así que es doblemente agradable", agradeció el profesor.

En 2021 la UGR adquirió San Isidro, donde se proyecta un campus inclusivo, sostenible, abierto a la ciudad mediante un corredor verde. "Cerró en 1984. Las máquinas de vapor, que ya no quedaban en ningún sitio, fueron una a Madrid, al Museo Nacional de Ciencia, otras a campus de la Universidad y otras a embellecer la ciudad" o el Parque de las Ciencias, enumera Giménez Yanguas, que cuenta en su casa con dos de esas maquinarias gigantescas -una de San Isidro y otra de Almuñécar- que, ahora, espera que se trasladen de nuevo al ingenio de la Vega.

"Tengo mucho material de lo que fue la industria del azúcar, como los catálogos de los fabricantes de bienes y equipos de las azucareras del siglo XIX, que son muy bonitos... Hay una colección histórica bastante importante", ponderó el desde este lunes 30 de septiembre nuevo doctor honoris causa por la Universidad de Granada.

"San Isidro sigue siendo hoy un lugar histórico recuperable y es posible plantear sobre él unos nuevos usos más respetuosos con la ciudad y sus aspiraciones", aseguró en su discurso el investigador. Sobre el campus que proyecta precisamente allí la UGR el que fuera profesor desde 1969 a 2012 valoró que la iniciativa "constituye un final feliz para un espacio que merecía preservarse, pero es al mismo tiempo punto de partida de un proyecto de ciudad y de Universidad conciliados con su historia".

Antes del acto, el vicerrector de Investigación y Transferencia, Enrique Herrera, que ejerce de rector sustituto, explicó que la investidura de Giménez Yanguas es un "bien merecido reconocimiento por todo el trabajo que ha desarrollado en nuestra ciudad de recuperación del patrimonio y custodia", una tarea que "ha abierto camino" y permite a la ciudad "disfrutar" de esos bienes que, sin la labor de este docente e investigador, hubieran desaparecido. "Lo que he hecho ha sido luchar y preservar el patrimonio científico industrial", resumió el homenajeado.

Experto en patrimonio industrial de la provincia de Granada, ha sido profesor de la Universidad de Granada, adscrito al Departamento de Física y Termología de la Facultad de Ciencias, desde 1969 y hasta su jubilación desempeñó diversos puestos docentes en la Facultad de Ciencias, Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica y ETS de Arquitectura de la Universidad de Granada. La propuesta parte de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación con el apoyo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, el Departamento de Construcciones Arquitectónicas, el Departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y en la Ingeniería, el Departamento de Física Aplicada y el Departamento de Mecánica de Estructuras e Ingeniería Hidráulica.