“Es un milagro, casi heroico, que la Universidad de Granada esté en puestos de privilegio en los rankings”

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El 29 de junio el Palacio de San Telmo acogió la toma de posesión de Pedro Mercado como rector de la UGR, una institución que defiende por su valor público y vocación de servicio

"La Universidad no tiene miedo a competir con nada ni a medirse con ninguna otra Universidad”

Pedro Mercado, rector de la UGR. / Antonio L. Juárez / Ps
A. A.

16 de junio 2024 - 06:00

Hace prácticamente un año se produjo la toma de posesión de Pedro Mercado como rector de la Universidad de Granada. Doce meses sobre los que el máximo responsable de la institución académica reflexiona en esta entrevista. Sopesa su relación con la Junta, con el Gobierno central y ofrece una reflexión sobre el marco en el que se desarrolla una Universidad, la de Granada, próxima a cumplir sus primeros quinientos años de historia.

–Por empezar por lo último, ¿cómo valora los resultados electorales del 9 de junio?

–Quizás uno de los escenarios en los que se juega el propio futuro de las universidades en el corto y en el medio plazo es el escenario europeo. La apuesta por la iniciativa de universidades europeas, por la educación, por políticas que refuercen la innovación y la investigación es importantísima para la Universidad. Confío en que esto se mantenga como un pilar en Europa.

–Lleva un año al frente del Rectorado. ¿Cómo valora estos doce meses?

–Han sido sobre todo muy intensos, muy exigentes. En este primer año el equipo, que también es nuevo, tenía que afrontar un nuevo impulso para la Universidad. Pero estoy satisfecho porque entiendo que la la institución no sólo no se ha paralizado ni se ha resentido en ese cambio, sino que ha podido seguir con esa intensidad, incluso acelerada, para abordar muchos problemas que teníamos inminentes.

Mercado, en su despacho en el Hospital Real. / antonio l. juárez / PS

–Póngase nota.

–Aquí las autoevaluaciones no sirven. Las valoraciones le corresponden a la comunidad universitaria en general.

–¿Esto es como se lo imaginaba?

–La lección que primero se aprende es el peso de la responsabilidad, de coordinar y de representar a una institución no sólo con 500 años de historia, sino con un peso específico en el ámbito universitario, tanto andaluz como nacional, pero sobre todo de un peso específico muy importante en el entorno.

–¿Cómo calificaría las relaciones con la Junta en estos doce meses?

–Creo que como tienen que ser. Parten de la lealtad institucional, que creo que es la primera obligación que como institución tenemos. La relación es prácticamente diaria. Creo que se han dado pasos importantes en este primer año como acordar y consensuar un nuevo modelo de financiación. Tendremos siempre nuestras diferencias sobre si la cantidad correspondiente al modelo cada año es la que corresponde o no, si es la que necesita el sistema en general y la Universidad de Granada en particular, pero en términos generales, ese fue un avance que creemos que debe de ser el camino para garantizar la suficiencia financiera de nuestras universidades y en concreto, de la Universidad de Granada. También tenemos nuestras diferencias, por ejemplo con la visión del sistema universitario andaluz, con la presencia o la multiplicación de las universidades privadas.

Mercado, durante la entrevista. / antonio l. juárez / PS

–¿Hay una concepción diferente de lo que es la Universidad entre usted y el consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos?

–Yo creo que no tanto. El consejero ha sido rector de una Universidad pública, ha sido presidente de la Conferencia de Rectores y por tanto es un universitario. No pongo ni duda su compromiso universitario ni su vocación de universitario.

–¿Y difiere esa concepción que tiene usted con la que tiene la Junta?

–El modelo en el que se asienta la Universidad de Granada no es el mío propio. Es un modelo de servicio público con un importante papel en el territorio.

–Ese puede ser el modelo, pero la concepción que pueda tener cada uno es particular, ¿Varía la suya con respecto a la de la Junta?

–En lo que quizás está la mayor diferencia es en el mapa universitario, especialmente con la proliferación de universidades privadas, pero no porque sean privadas. La Universidad de Granada no tiene miedo a competir con nada ni a medirse con ninguna otra Universidad, sea privada o pública. Lo que sí demandamos en el sistema universitario andaluz es que todos juguemos con las mismas reglas. Si hay universidades privadas que cumplan esos requerimientos, bienvenidas sean, pero si no los cumplen es nuestra responsabilidad denunciar y demandar esa calidad y esa excelencia que tanto nos cuesta a las públicas, con menos recursos y con reglas diferentes.

–¿Esos requerimientos se cumplen?

–La AUPA [Asociación de Universidades Públicas de Andalucía] se ha pronunciado en diferentes momentos sobre ese particular, incluso en sede parlamentaria. Creemos que lo más importante es cubrir los criterios de creación de esas nuevas universidades con los requerimientos que la propia legislación establece.

–Pero ¿se cumplen o no?

–Las que ahora mismo se han aprobado deberían de haberse aprobado con los requerimientos del último Real Decreto y no con los anteriores. Creemos que ese debería haber sido el criterio. Creo que el propio consejero está convencido de que realmente las universidades privadas deben de cumplir esos criterios de calidad, porque eso es lo que exigimos. Mi visión de la Universidad es la de un servicio público, la de un bien público que tiene que estar abierto a todos y para ello se necesita el compromiso de los poderes públicos para garantizar una cosa que es esencial, la igualdad de oportunidades, hacer que cualquier persona pueda llegar y formarse profesionalmente al máximo nivel.

–Habla de igualdad de oportunidades. Acaba de terminar Selectividad y en estas semanas se ha hablado de inflación de las calificaciones según el tipo de centro educativo donde se curse Bachillerato...

–Creo que no es tanto que haya inflación. Realmente donde está la garantía es en que existan pruebas iguales y que el acceso al sistema universitario se haga en las mismas condiciones. Y no solo en Andalucía, sino en el resto de España. Creo que ese es el camino. Tenemos que avanzar en hacer mucho más homogéneo las pruebas de acceso. Posteriormente, los resultados son los que realmente pondrán a cada uno en el lugar para acceder a las titulaciones. Donde esta la desigualdad no es tanto en la Selectividad sino, por decirlo de alguna manera, en que haya titulaciones en las que se puede estudiar no por expediente sino que por otro tipo de condiciones.

–El dinero.

–Evidentemente.

–Volvemos a la financiación. Usted en el último claustro mostró su inquietud por el hecho de en el reparto de fondos a la UGR le faltaban tres millones que ha reclamado a la Junta. Y la Junta le contestó con que el Estado debe dinero para Ceuta y Melilla...

–El reparto inicial que se que se acordó, que fue la propuesta de la Junta, la consideramos insuficiente porque frente al 2,6% de subida media del resto de universidades, la Universidad de Granada subía 1,8%. La financiación del Estado para Ceuta y Melilla no puede ser óbice para perjudicarnos en la financiación de la Junta. Esos campus padecen de una infrafinanciación desde hace años y al igual que somos firmes en nuestra reivindicación de exigir al Gobierno autonómico aquello que consideramos que, según el modelo, nos corresponde, exigiremos al Gobierno nacional aquello que desde su compromiso con Ceuta y Melilla, porque son su competencia directa, consideramos que es esencial para el desarrollo de los campus en esas ciudades autónomas.

–Otro punto de diálogo con la Junta ha sido el plan de infraestructuras, que ya ha dicho usted que no existe como tal. En 2025 posiblemente haya que acometer obras en Derecho y en su campaña electoral anunció inversiones en todos los campus. ¿Cómo está la gestión de ese plan de infraestructuras?

–Para abordar ese plan es necesaria una planificación y para la planificación es necesario un plan plurianual de inversiones. Todo no se puede hacer en un año ni en dos. Esa planificación exige los recursos correspondientes, con fórmulas diferentes de financiación. Lo que está claro es que la Universidad de Granada, para hacer frente a sus necesidades de infraestructuras, no puede hacerlo a pulmón, con los únicos y exclusivos recursos propios de la Universidad de Granada. Si en el modelo de financiación no llegamos sino a cubrir los gastos de personal y mantenimiento, y no tenemos financiación adicional para acometer obras, evidentemente tenemos que hacerlo con nuestros recursos propios hasta donde podamos llegar. Hay que ser valientes y explorar vías alternativas de financiación, a través de fondos Feder, de colaboración público privada... Somos afortunados porque no nos faltan los proyectos. Lo que necesitamos es tener la vía correspondiente que nos permita acudir a mecanismos de financiación y conseguir a medio plazo los recursos necesarios. Otra cuestión es la emergencia de determinadas obras. Ha citado el tema de Derecho, como sucedió con el enjambre sísmico en el Hospital Real... Si no tenemos financiación adicional, se hace a pulmón. Y eso hace que no puedan dedicarse fondos a estructuras nuevas, a acometer reformas. El mapa de necesidades sí lo tenemos hecho. Han colaborado los centros y ese mapa de necesidades evidentemente necesita recursos y planificarlo para hacerlo realista y sostenible. ¿Necesitamos esos recursos o el acceso a recursos? Nos lo merecemos. Cada euro que se invierte en una Universidad tiene un un retorno de cinco para la sociedad. Se nos demandan nuevas titulaciones, pero cómo vamos a crecer en titulaciones si no tenemos las infraestructuras correspondientes o acceso a fondos para hacerlas.

–Ese mapa de necesidades, ¿cuándo se hará público?

–Ahora mismo está en la comisión de infraestructuras. No es una cosa que se improvise.

–Esa iniciativa van a tener que convivir con el desarrollo del nuevo mapa de titulaciones, que también va a requerir de fondos. ¿Cuánto dinero va a necesitar la UGR?

–Cuando hicimos la programación la hicimos en base al Real Decreto de enseñanzas. Eso exigía tener cubierto el 80% de la capacidad docente para afrontarlas. Estamos preparados. Más me preocupa que finalmente se llegue a un acuerdo entre la Comunidad Autónoma y el Gobierno central para la implementación de las nuevas dedicaciones docentes que establece la ley y que exigen contratación de personal. Soy optimista y creo que se puede convencer a los poderes públicos de que es necesaria esa inversión. Somos una institución confiable para abordar nuestros proyectos.

–Deme una cifra...

–No se puede contabilizar. Hay que ver cuándo se implementa cada una de esas titulaciones y verlo en la OPE [Oferta de Empleo Público] correspondiente. Proporcionalmente son más las necesidades en términos de recursos materiales que en recursos humanos.

–Los usuarios de esas nuevas titulaciones son los estudiantes. Vemos la proliferación de residencias universitarias con unos precios llamativos. La oferta de pisos en alquiler también ha cambiado en estos años...

–Es una situación que como institución nos preocupa. Podemos paliar determinados efectos a través de los programas de becas. Si se abren esas residencias de las que me habla es porque realmente existe esa demanda.

–Como rector, ¿qué le quita el sueño?

–Evidentemente, el presente y el futuro de la Universidad, las condiciones laborales, que la experiencia de la Universidad sea una rica para los los estudiantes. Eso muchas veces viene determinado por el nivel de recursos. La LOSU estableció destinar al sistema universitario un 1% del producto interior bruto para el año 2030. Tarde vamos ahí. Yo siempre digo que es un milagro, casi heroico, que la Universidad de Granada pueda mantenerse en puestos de privilegio en determinados rankings. La tendencia natural es que las universidades españolas que no juegan en las mismas condiciones vayamos para atrás porque otros nos pasarán porque tienen los recursos. Tenemos que seguir con la determinación de algo que no puede perder la Universidad de Granada, que es su aspiración a estar siempre entre las mejores de España y Europa. Tenemos lo mejor, que es una comunidad universitaria, un un plantel investigador, un plantel docente, muy bueno, con una altísima calidad. Eso es lo que particularmente me quita el sueño, no poder tener los recursos para dar lo mejor de sí.

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