Cayetano se lleva un susto pero acaba como el triunfador de la tarde
Crónica
Fue cogido por su primer toro y salió por la puerta grande junto a Juan Ortega, ambos tras cortar dos orejas
Sin explicación convincente, la afición granadina dio la espalda al festejo de ayer tarde, la falta grandes figuras en el cartel, parece, que no dicen nada, y el cemento es el protagonista del tendido. Será fácil escuchar que siempre torean los mismos, pero cuando hay ocasión de ver a otros, nos quedamos lejos de la Plaza de Toros.
Cayetano, que fue cogido muy feo en su primero, afortunadamente sin consecuencias graves, fue el triunfador de la tarde, cortando tres orejas. Fraguó su éxito con la muleta, mostrando depurada técnica y, también, arrojo. Toreó despacio, con sentimiento, poniendo de acuerdo a toda la plaza con su actuación. Si cabe, estuvo más metido en la faena de su segundo, cuarto de la tarde, de nombre Dudoso, que lo brindó a su hijo, que estaba en el tendido y con el que dio la vuelta al ruedo. Mató ambos toros con solvencia, cortando una oreja a su primero, y dos orejas al segundo de su lote, cuarto de la tarde.
Juan Ortega, que puso de relieve su manera de torear pura, sin aspavientos, con una técnica y colocación especial, que las vio de inicio con un toro muy grande, un colorao de capa, como todos los que salieron por la puerta de chiqueros, que de inició pareció que no iba a dar buen juego pero, que el sevillano supo meter en la muleta. Antes realizó un sobresaliente quite a la verónica. Sacó pronto al animal de tablas, y desde el centro del ruedo, por ambos pitones maniobró bien por ambos pitones, solo faltó que el toro hubiera repetido algo más. Se fue a tablas a matar y lo hizo perfecto, cayendo el toro fulminado a sus pies. Con su segundo, quinto de la tarde, de nombre Sonajillero, que dio un peso en la báscula de 533 kilos, anduvo fenomenal con el capote, tanto en el recibo a la verónica, como llevándolo al caballo por chicuelinas, y también en el quite por delantales. Con la muleta, faltó un poco más de picante al toro, de haberlo tenido hubiera sido una gran faena. Mató de estocada y descabello y escuchó un aviso. Cortó una oreja en cada uno de sus toros.
Tercera de abono en la Plaza de Toros de Granada
Sábado 10 de Junio. Un cuarto de entrada. Tarde soleada y con buena temperatura.
GANADERÍA: Toros de El Pilar, bien presentados, flojos y con nobleza.
TOREROS: Cayetano, de rosa palo y oro, oreja y dos orejas. Juan Ortega, de verde esperanza, orea y oreja. Pablo Aguado, de verde turquesa, silencio y una oreja. Salieron a hombros Cayetano y Juan Ortega.
INCIDENCIAS: Festejo presidido por Mariano de Damas; asesorado por Pepe Puertollano y el veterinario Mario Rodríguez. Durante la merienda pasó por la enfermería el torero Cayetano, que pudo seguir la lidia. Fue aplaudido el puyazo de Mario Benítez. Se desmonteró el banderillero Juan Sierra, ambos de la cuadrilla de Pablo Aguado.
Se llevó la peor parte de la corrida Pablo Aguado. Le tocó en suerte dos toros muy parecidos, Mirando y Potrico, que así se llamaban, estuvieron carentes de emoción alguna, entrando a los engaños sin decir nada, obligando al torero a cambiar los terrenos continuamente, pero ninguno le fue favorable. No obstante, Aguado, puso el máximo interés en ambas faenas, lo que reconoció el público, con varias ovaciones, y con el premio de una oreja en el que cerró plaza.
Con esta corrida acaba el ciclo a pie, esta mañana, a las 12:00, se celebra la novillada en clase práctica aplazada el miércoles por la lluvia, y por la tarde, ya con la Feria acabada, la corrida de rejones.
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