Sebastián Fernández, como en casa

Abrió la tarde Sergio Galán, al que costó medir la embestida de Carabinero, que tras recibir el primer rejón de castigo sacó muchos pies, alcanzando en varias ocasiones al caballo Capote. Con Oleo estuvo más aseado en banderillas y mató de un buen rejonazo. Se le pidió una oreja y saludó desde el tercio. En su segundo toro, cuarto de la tarde, estuvo más entonado, clavando un rejón de castigo y cinco banderillas bien ejecutadas. Cerró la faena con tres rosas. Entró dos veces a matar, siendo premiada su actuación con una oreja.

Diego Ventura, que arrastra a las masas allí por donde va, volvió a dar un recital de doma y dominio de sus caballos en cada uno de los tercios. Al primero de su lote, Opinador, un toro negro bragao axiblanco, lo recibió con la garrocha en la puerta de chiqueros, parándolo con una técnica genial. En el tercio de banderillas, su fuerte, estuvo a la altura de figura máxima, destacando dos al quiebro a lomos de su caballo Nivaldo. Cerró con tres banderillas cortas y un par a dos manos, esta vez montado en Tequila. No mató bien, uso el descabello y cortó una oreja. En su segundo, quinto de orden de lídia, vuelve a destacar de salida y en banderillas, pero la tarde la rompe toreando con Bronce, excepcional simbiosis entre caballo y caballero, toreando sin brida, acometiendo el caballo al toro después de clavar, y retirándose de culo al patio de cuadrillas. Tampoco estuvo fino Ventura con el rejón de muerte y su gran faena solo fue merecedora de otra oreja.

Sebastián Fernández, que ha progresado de forma exponencial en técnica, en doma y también en saber estar en el ruedo y, como no, de hacerse respetar y valorar por el público, realizó una gran tarde. A su primero, de nombre Vencejo, un toro negro grande, de 549 kilos de peso, lo recibió a puerta de chiqueros garrocha en mano. Con su yegua preferida, Luna de Miel, clavó banderillas de un gran nivel, y con las cortas, esta vez a lomos de Junco, las hizo en el redondel de un duro. Mató de un rejonazo certero tras pinchar, antes, sin soltar. Su gran faena le reportó dos orejas. En el que cerraba tarde, estuvo a un nivel similar, destacando el toreo de lado a lomos de Califorme. Remató, de nuevo, con Junco, un caballo grande y bonito. Se le concedió una oreja, con fuerte petición de la segunda. Solo falta, para facilitar el conocimiento de su cuadra, que exhiban la tablilla con el nombre de los caballos a su salida al ruedo.

Acaba la Feria Taurina del Corpus 2023, que tiene varios denominadores comunes, uno, la gran afluencia de público; otro, la normalidad en la lidia sin problemas reseñables; otro más, la actitud positiva de los toreros y rejoneadores; y como final, la constatación de que la Fiesta está viva. Ahora cabe esperar que en Septiembre, para la Virgen, se reestablezca la clásica corrida, por si las moscas, un mano a mano Fandi, Sebastián Fernández.

Vivan los toros.