El Corpus Christi inunda Granada de fe y devoción
Vivir Corpus
La Custodia despierta un profundo fervor en los granadinos
La fragancia del mastranzo y el romero vuelve a inundar las calles de la ciudad en la Solemnidad de su día grande
Granada/Granada volvió a recibir al 'Amor de los Amores' en sus calles, como cada Solemnidad del Corpus Christi. La Iglesia de la ciudad quedó representada al completo en uno de los cortejos más multitudinarios de las últimas décadas. La religión, las instituciones y la historia de la ciudad se fundieron en largas filas de cirios que anunciaban el paso del Santísimo por el recorrido tradicional. Los altares y balcones, engalanados para la ocasión, recibieron a la Custodia junto a salvas de cohetes y las tradicionales alfombras de juncia y romero. Dios volvió a las calles de Granada.
Al alba de la mañana se descubrieron los efímeros Altares que se alzaron durante la madrugada. Fruto de la devoción que profesa el pueblo de Granada al Santísimo, hermandades y asociaciones se afanaron en crear un auténtico museo por las calles del casco histórico. Dice el refranero español que hay tres jueves que relucen más que el sol, y en esta ocasión fue así. El cielo, junto a la ciudad, relucieron en una de las mañanas de Corpus más extraordinarias de los últimos años.
La Santa Iglesia Catedral acogió a cientos de granadinos que, tal y como marca la tradición, asistieron a la Eucaristía previa a la salida del cortejo procesional. Presidida por Monseñor José María Gil Tamayo, arzobispo de la Archidiócesis de Granada, contó con representantes de todas las parroquias de la ciudad. En la inmensidad de las naves catedralicias resonaba el eco de los cantos litúrgicos, que no cesaron durante toda la mañana. El respeto y la solemnidad reinaron en uno de los actos más importantes de la ciudad, en la que sin duda es la Fiesta Mayor de Granada.
Desde el Ayuntamiento de Granada salió la comitiva histórica, formada por los tradicionales gigantes, los cabezudos y la Tarasca. Anunciando la salida a las calles del Santísimo, se sitúan cada año al comienzo del desfile procesional. Tan sólo un par de minutos más tarde, la Corporación Municipal entró al Consistorio para rendir honores al Estandarte Real de la ciudad. Jorge Saavedra Requena, primer teniente de alcalde, portó el Estandarte Real escoltado por gastadores del ejército. Los Ministriles hicieron sonar tambores y fanfarrias en honor al símbolo más destacado de toda la ciudad.
La Banda Municipal de Música interpretó los himnos de Granada, Andalucía y España, anunciando la salida de la Corporación Municipal del Ayuntamiento. En un breve recorrido por las calles principales de la ciudad, la comitiva municipal llegó a la Capilla Real. Mientras tanto, la Plaza de las Pasiegas era el punto de encuentro de granadinos y visitantes que aguardaban con gran expectación la salida del Santísimo.
Un gran estruendo de salvas de cohetes proclamó a toda la ciudad la salida de la Custodia del siglo XVI, que albergó un año más el tesoro más grande de la cristiandad. La Banda Municipal interpretó el Himno Nacional y la clásica marcha procesional “Corpus Christi” de D. Braulio Uralde Bringas. Los granadinos se fundieron en un gran aplauso, que volvió a renovar la tradición más ancestral de la ciudad. Instaurada por la reina Isabel la Católica, Granada celebra desde 1501 su mayor festividad con gran solemnidad.
Una cruz alzada antecedía a un mar de albas blancas. Los sacerdotes de toda la ciudad acompañaron al Santísimo con plegarias cantadas, que contagiaron de emoción al pueblo de Granada. Los cantos litúrgicos se sucedían al igual que las tradicionales campanas, que no dejaron de repicar representando el gozo de la ciudad. Las jóvenes voces de la Coral de la Catedral elevaron oraciones en cada una de sus interpretaciones, que fueron la mejor banda sonora para el paso del Santísimo por las céntricas calles del casco histórico.
Granada, cincelada en la Custodia
El oro y la plata se funden en una de las custodias más extraordinarias del país. Gracias a la colaboración desinteresada de los granadinos, el Cabildo Catedralicio consiguió reunir la plata suficiente en el siglo pasado para completar el trono que procesiona por las calles de Granada cada año. Los cuatro evangelistas custodian cada esquina del paso, que a semejanza de la Catedral de Granada, traza unos arcos de medio punto. Los apóstoles custodian las hornacinas, presentándose en la frontal una copia en plata de la Inmaculada de Alonso Cano, obra cumbre de la imaginería. Fruto del genio orfebre D. Miguel Moreno, es una perfecta alegoría de la fe de la Iglesia de Granada, que se alza en lo alto de la Custodia.
Las orquídeas, las rosas y los gladiolos protagonizaron el exorno floral, que presentaba una clara preponderancia de tonos blancos en alusión a la pureza. Unos ramilletes de espigas de trigo ornamentaban al Santísimo, aludiendo al sentido profundamente litúrgico de la Solemnidad.
En una jornada con tanto simbolismo, se cuida hasta el más mínimo detalle. La vivencia es captada por los cinco sentidos, siendo el olor un elemento clave que año tras año, dota de simbolismo a la tradición. El mastranzo, la juncia y el romero alfombraron las calles al paso del Santísimo, ofreciendo una fragancia que evoca a una costumbre que ha permanecido invariable con el paso de las décadas.
Hermandades y cofradías como El Huerto, Los Dolores, Los Estudiantes o la Virgen de la Granada elevaron altares efímeros en honor a Su Divina Majestad, que se detenía frente a cada uno de ellos. La emoción invadía a los cofrades, que con gran esfuerzo ofrendan al Santísimo cada año auténticas joyas del culto cristiano.
La Legión Blanca de Dios
El Señor recorrió las calles de Granada portado por los costaleros más veteranos de la ciudad. Vestidos de un blanco impoluto, la denominada como 'Legión Blanca de Dios' derrocha maestría costalera cada Jueves de Corpus Christi. Largas listas de espera concentran a un sinfín de granadinos, que luchan por conseguir cumplir el sueño de ser 'los pies del Señor en Granada'. En homenaje a ellos, D. Ignacio José García Pérez compuso una de las marchas más reconocidas de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado.
Tras su participación en el cortejo del Corpus Christi, un grupo de integrantes de la banda postraron el banderín a los pies del Santísimo. Sus sones apuestan por la innovación en las marchas procesionales, siendo una de las bandas de referencia a nivel andaluz.
La Catedral, el Templo de los granadinos
El novedoso recorrido incorporó la calle San Jerónimo y la Plaza de la Romanilla para evitar así el andamiaje que se alza en el popular Pie de la Torre. El discurrir por este lugar inédito descubrió una de las estampas más bellas de la ciudad, cuando la Custodia se presentaba bajo el imponente campanario de la Santa Iglesia Catedral.
Las campanas llaman a la oración pero, en esta ocasión, también celebraban el júbilo y el gozo con el que la ciudad de Granada recibió en sus calles al Corpus Christi. A las 13:08 horas, a los sones del Himno Nacional, el paso procesional entró en la Santa Iglesia Catedral. El cortejo avanzó hasta el Altar Mayor, momento en el que finalizó una de las salidas procesionales más memorables del Corpus Christi granadino.
Los pequeños granadinos, vestidos de comunión, se divertían correteando por la rampa de la Catedral. Poco a poco se desalojaban las naves catedralicias, tras vivir una mañana de profunda devoción. Mientras tanto, las calles volvían a la normalidad tras la retirada de los altares y la efímera decoración, que se renovará con la llegada de la Festividad del Corpus Christi 2025.
Un gran número de granadinas lucieron durante todo el día la clásica mantilla española por las calles del centro, y también del Recinto Ferial. La amplia programación de actividades ofreció a los granadinos un sinfín de planes en el día más importante de la ciudad. En el recuerdo de los granadinos quedará el Jueves de Corpus Christi del año 2024, como una de las jornadas más memorables de las últimas décadas. Granada volvió a rendir honores al Santísimo, un año más.
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