Arqueólogos nacionales inician excavaciones en la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, uno de los mayores yacimientos del Neolítico
Costa
Se trata de un estudio de todo el registro material de la cueva aplicando metodologías de vanguardia
Tras las investigaciones pretenden realizar una cronología de uso de la cavidad
Albuñol/El nivel de conservación que tienen los restos vegetales y orgánicos, así como distintas piezas datadas en el 7200 antes de Cristo y en el Neolítico, localizadas en la Cueva de los Murciélagos, en el municipio de Albuñol, la convierten en uno de los yacimientos más excepcionales del Neolítico inicial en el occidente europeo y en una de las referencias mundiales de la época. Motivo por el que un grupo de 16 expertos de la Universidad de Salamanca, la Autónoma de Barcelona, Alcalá, Córdoba, Granada, Cantabria o Durham en Reino Unido, además del propio Museo Arqueológico Nacional, trabajan en la zona para situar al enclave en el contexto internacional de las investigaciones sobre la prehistoria.
Se trata de la primera campaña de excavación que se realiza dentro de las investigaciones realizadas por la Universidad de Alcalá y que cuenta con la financiación de la Comunidad de Madrid, con la que pretenden realizar un estudio multidisciplinar del yacimiento, así como de los restos arqueológicos recuperados con anterioridad, y que se encuentran en museos nacionales, además de llevar a cabo una documentación gráfica y limpieza de la zona.
"Se trata de un proyecto desarrollado por la Universidad de Alcalá que lleva funcionando desde hace seis meses y del que nos sentimos muy orgullosos. En España hay miles de yacimientos arqueológicos y sin embargo se han fijado en el nuestro", explica la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, quien añade que, pese a que los vecinos del municipio llevan "desde siempre" visitando la cueva, se trata de una gran desconocida. "No había muchas investigaciones sobre la cueva, excepto el relato que Manuel de Góngora hizo en su día cuando lo visito, pero con las tecnologías que hay hoy en día podremos conocer en detalle mucho más sobre cómo vivieron los que nos precedieron en el municipio".
Sánchez señala que uno de los objetivos de este proyecto es "visibilizar y darle importancia" a un yacimiento arqueológico con interés a nivel europeo y con el que esperan que sea el inicio de futuras prospecciones arqueológicas para "profundizar y darle valor a la Cueva de los Murciélagos".
Por su parte, el profesor de la Universidad de Alcalá en el Departamento de Prehistoria y director del proyecto, Francisco Fernández Sevilla, indica que la Cueva de los Murciélagos, desde el punto de vista de la historiografía, es uno de los yacimientos más antiguos donde se refieren poblaciones neolíticas en España; y, por otro lado, "el extraordinario nivel de conservación de los materiales orgánicos. Esta última característica hace a Los Murciélagos uno de los yacimientos más extraordinarios del occidente mediterráneo en cuanto a la preservación de restos vegetales de la Prehistoria Reciente".
Al hilo, Fernández detalla que uno de los primeros documentos que se tienen sobre la cueva es el libro 'Antigüedades prehistóricas de Andalucía', de Manuel de Góngora y Martínez, de 1868, aunque años antes, en 1831 "el dueño de las tierras, Juan Marín, decide abrir paso por el acantilado para entrar a la cueva, de donde extrae el guano - sustrato resultante de la acumulación masiva de excremento de murciélagos- para sus cultivos y donde mete a su ganado. En 1856, con el auge de la minería se descubre que dentro de la cueva hay una veta de plomo y hierro, se monta una compañía para explotar el mineral y se empieza a excavar. Años después, Góngora, que era decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, escucha que en Albuñol han aparecido muchos materiales neolíticos que la gente del pueblo está recogiendo y manda a su hijo a las terreras para recoger materiales, que es lo que narra posteriormente en su libro".
El profesor de Prehistoria narra que en esas excavaciones los mineros rompen una de las partes de la cueva y consiguen entrar a las galerías interiores, donde localizan tres esqueletos, y uno de ellos porta una diadema de oro. "La euforia se instaura y remueven toda la cueva, encuentran cestillos de esparto, pero eso no les interesa y los acaban tirando y mucha gente del pueblo se hace con ellos. No sabían que esa diadema de oro podía pertenecer a un momento reciente de la prehistoria del calcolítico o del bronce".
Discrepancia con las fechas
Estos hallazgos generaron diferencias entre algunos catedráticos, como Gómez Moreno, que señalaban que no podía tratarse de materiales del neolítico, sino hechos por los vecinos del pueblo, donde había una gran tradición con el esparto.
"En 1978, con la puesta en funcionamiento del acelerador de partículas de Madrid, se consiguen datar los primeros materiales, una madera y un esparto, confirmándose que se trataban de objetos del neolítico. De hecho, uno de los materiales data del 7200 a. C.", detalla el responsable del proyecto, quien puntualiza que "a día de hoy nos seguimos quedando atónitos de la conservación y preservación que tienen todos los materiales". Se han conservados cestos, sandalias, utensilios de madera, semillas e incluso pelos, probablemente depositados como ofrendas a los fallecidos. La mayoría de los datos que poseen los arqueólogos para estudiar las poblaciones de la Prehistoria es a través de materiales no perecederos, como los elementos líticos o la cerámica. "Los materiales orgánicos de 'Los Murciélagos' abren una ventana a un mundo de la cultura material muy difícil de estudiar en la Prehistoria. Tener la oportunidad de estudiar la tecnología de la madera, las fibras vegetales, las semillas o incluso las decoraciones de estos objetos de una población de hace 7000 años es un privilegio", informa.
Martínez detalla que el proyecto pretende llevar a cabo un estudio de todo el registro material de la cueva aplicando metodologías de vanguardia. "A partir de este registro actualizado, realizaremos nuevas dataciones con carbono-14, para conocer la cronología de uso de la cavidad, así como técnicas en desarrollo de paleoproteómica, para saber que contenían los recipientes vegetales, junto con análisis de residuos en cerámicas o ADN de los restos vegetales y humanos conservados, para conocer quiénes eran esos primeros agricultores de la Costa de Granada, de donde procedían y qué cultivaban".
Por último, la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, asegura que desde el Ayuntamiento realizaran todos los esfuerzos necesarios para seguir colaborando con este equipo de investigación para "poner en valor el yacimiento y, en un futuro poder hacerlo visitable para que todo el mundo pueda conocer un poco más de nuestra historia".
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