¿Por qué eligió Beatriz Flamini una cueva de la Costa de Granada para su aventura bajo tierra?
Aventura
El desarrollo total de la cueva donde ha estado durante 500 días la deportista es de 452 metros
Beatriz Flamini sale de la cueva de Granada en la que ha permanecido 500 días aislada
¿Cómo era el mundo cuando Beatriz Flamini entró en la cueva de Granada?
Motril/Quinientos días y una noche eterna son los que la deportista de élite, Beatriz Flamini, ha pasado en soledad en la GL-50, una cueva ubicada en la Costa Tropical, en el término municipal de Gualchos, con un proyecto personal y que servirá para analizar la repercusión mental y física de las condiciones extremas en el ser humano.
Una cavidad que el Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril (GAEM) han acondicionado especialmente para la hazaña, incluyendo un exhaustivo plan de emergencias, por si ocurriese cualquier imprevisto, y protegiendo la entrada para evitar la caída de animales o la entrada de algún curioso que pusiera en peligro la hazaña. No ha sido fácil. El reto ha sido el secreto mejor guardado, ya que la cavidad se encuentra en una zona bastante asidua por los vecinos más experimentados en el senderismo de montaña, que cuenta con un gran sendero y está próximo a una explanada, una zona esencial para el aterrizaje de un helicóptero en caso de necesitar una evacuación de emergencia.
La propia deportista reconocía en la rueda de prensa posterior a su salida que una vez pensada y madurada la idea que le rondaba la cabeza, habló con la Federación Andaluza de Espeleología, que a su vez pensó en el GAEM por la experiencia que tienen en el terreno. El grupo de Motril lo organizó todo para encontrar la cueva que mejor se adaptase a sus necesidades. "Presenté el proyecto a la federación y solicité una cueva con unas ciertas características, vi cuatro cuevas y me quedé con esta por la cueva, las condiciones y el equipo", explicó, y añadió que le ha dado tiempo de sobra para conocerla a la perfección. "Me ha parecido muy estupenda y amable".
Sima de Los Terrones
Durante todo este tiempo, Flamini se ha estado hospedando en la GL-50, una cueva localizada en el paraje de 'Torilejo', situado al lado derecho del Barranco del Vizcarra y a dos kilómetros al norte de Calahonda. Es conocida por los pastores y vecinos de la zona como la sima del Cerro de los Terrones, y fue descubierta espeleológicamente en el año 1981 por miembros del GAEM, además allí se grabó 'Maravillas Subterráneas', un documental didáctico en Super-8.
"La cueva tiene muchas posibilidades, tiene unas características geomorfológicas muy buenas para llevar a cabo este desafío. Tienes la posibilidad de llegar a unos pozos y luego desplazarte a una sala aislada, no es fácil acceder a ella, por lo que te aseguras que no la molestan por las verticales que tiene. Y sus dimensiones de tamaño son óptimas para que haya unas condiciones de habitabilidad más agradable", explica a Granada Hoy el presidente del GAEM, Francisco Gallegos.
La cueva cuenta con una fractura y varias bocas de penetración, algunas fácilmente superables en técnicas de oposición, y otras utilizando técnicas artificiales. Tras descender varias verticales que no exceden los 12 metros, se llega al fondo de la denominada 'Diaclasa de los bloqueadores', el suelo es un cono de derrubios -depósito de piedras originado por la erosión del relieve-; en este punto se puede continuar durante unos 45 metros hacia el norte en técnica libre, después es imposible, ya que el estrechamiento impide seguir avanzando. Otra posibilidad seguir una rampa descendente, y tras superar algunos resaltes se llega a la 'Gran Sala', de unos 50 metros de longitud y un ancho que oscila entre los 5 y 10 metros. En la zona noreste hay grandes bloques y abundante relleno químico por las paredes, una pequeña sala en el norte conocida como 'Sala de los Frailes', y otra pequeña bajo un gran bloque en el lado opuesto. Al suroeste se llega a un nuevo estrechamiento y un caos de bloques, por esta zona se llega hasta la 'Diaclasa del peligro', con un desarrollo aproximado de 96 metros y un ancho que va desde los 50 centímetros hasta los dos metros, aquí está la zona más profunda de la cavidad -77 metros-.
Otra posibilidad que da esta cueva, es la de 'La boca del Tiburón', una diaclasa de dirección norte sur, y que deriva hasta la 'Diaclasa del Viento' -que supera los 50 metros- o la 'Sala del Bosque', que según algunos de los espeleólogos que han llegado hasta ella, es una de los lugares más bonitos de la cavidad por la variedad de sus concreciones. El desarrollo total de la cueva es de 452 metros.
Desde la puesta en funcionamiento del GAEM se han estudiado y catalogado unas 120 cuevas en el Karst de Calahonda, aunque es posible que alguna de ellas ya no exista por la construcción de la autovía.
Gallegos señala que la utilizada por Flamini es la segunda cavidad más grande que tienen catalogada en la Costa, la primera es la cueva de Las Campanas, también en el término municipal de Gualchos.
El GAEM lleva cerca de 45 años investigando y documentando el patrimonio que la Costa Tropical tiene en sus cuevas, en varias de sus expediciones han hecho grandes descubrimientos y hallazgos sorprendentes. Actualmente son cerca de medio centenar de socios unidos por su amor por la espeleología y el barranquismo. Realizan diversas salidas de exploración y participan en campeonatos, además realizan prácticas de técnica de progresión en el Polideportivo de Motril.
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