Un paseo por la Navidad: la iniciativa de unos taxistas de Motril para acercar el espíritu navideño a residencias y personas dependientes
NAVIDAD
Es el segundo año que se realiza en Motril, y señalan que la iniciativa ha llegado para quedarse
Ponen en valor la cara de felicidad que los residentes tienen durante todo el trayecto al ver las luces de Navidad
Motril/"Pero mira cómo beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido…" canta Antonia Guerra emocionada mientras recorre las distintas calles de Motril y ve, después de mucho tiempo, las luces de Navidad. Se trata de un hecho muy simple, pequeño e incluso insignificante para muchos, pero sin embargo para otros puede suponer la alegría del día. Y todo gracias a la iniciativa de un grupo de taxistas de la Costa que, de forma desinteresada, han puesto en marcha, por segundo año consecutivo el Taxiluz.
Se trata de una propuesta que se pone en marcha en Motril con la intención de que ninguna persona mayor se quede sin ver el alumbrado navideño. La recompensa: ver la cara de felicidad y asombro de muchos de ellos al ver desde la ventanilla del taxi las luces, el ambiente y las calles de la ciudad.
"Empezamos el año pasado después de ver a varios compañeros de distintas ciudades, como Madrid, Valencia o Córdoba, realizando estos paseos solidarios. Creo que es algo muy bonito que permite devolver parte de esa ilusión y espíritu navideño a los más mayores. Muchas veces se nos olvida todo lo que han tenido que hacer por nosotros, y es una forma de alegrarles el día, muchos de ellos llevan mucho tiempo sin salir a la calle porque son dependientes o no se atreven a salir solos de noche, de esta forma vuelven a ver las calles, cómo han cambiado las luces y salen del ambiente al que están acostumbrados ahora", explica a Granada Hoy Juan Pablo La Chica, el taxista que ha iniciado este movimiento en la Costa.
Al hilo, señala que el año pasado comenzó con los paseos el mismo en su taxi y este año ya son seis – Cristian Palacios, Manuel Sánchez, Paco Gómez, Jorge Bueno, Bienvenido Rincón y el propio Juan Pablo- los que pasean la ilusión por la Navidad.
"Lo que nos llevamos es la satisfacción de ver la emoción en sus caras, es muy bonito ir paseando por las calles y que te señalen emocionados donde vivían, o donde recuerdan que iban de jóvenes a pasear, es una forma de que piensen también en otros tiempos y vuelvan a rememorar recuerdos que habían olvidado. Además, es una forma de sacarlos de las residencias para que vivan la Navidad de otra forma distinta. Para nosotros es una hora mal contada de nuestro día, pero para ellos puede suponer cambiar por completo su rutina de forma positiva", cuenta La Chica.
De hecho, Antonia, Teresa y Carmen, tres de las usuarias de la residencia San Luis de Motril que disfrutan de esta iniciativa, no pueden esperar más. "Llevo todo el día nerviosa, y estoy emocionada desde que nos han dicho que íbamos a salir a ver las luces de Navidad", cuenta Antonia entre villancico y villancico. Se conoce todos los que van sonando por la radio del taxi, y no duda en ir cantando. La comitiva de taxis avanza por las distintas calles de la ciudad ataviados con gorros de Papá Noel y guirnaldas, la música sale por las ventanillas, y varios niños que pasean por las calles del centro junto a sus padres, no dudan en saludar a los integrantes de esta cabalgata improvisada.
"Que emoción, somos como los Reyes Magos", puntualiza con una sonrisa Antonia mientras saluda por la ventana y prosigue cantando.
Teresa, algo más reservada, asegura que le gusta mucho la iniciativa. Por sus propios medios no puede salir a la calle, y es una forma de cambiar de aires y ver las luces de Navidad. "Las luces son muy bonitas, hay mucha luz y color por todos lados, ha cambiado mucho la cosa en los últimos años", aunque reconoce que estas fechas no le gustan porque le produce nostalgia y añora a los que faltan.
Han empezado con San Luis, pero además de ir a los centros de mayores, este año se va a hacer con los centros residenciales de Luis Pastor y Stella Maris. Y añaden que "se ha invitado también a que cualquier persona que tenga a sus padres en casa y quieran que se les enseñe el alumbrado, que nos avisen y lo hacemos, o a las personas que están en estancia diurna. No queremos que nadie se quede sin poder ver las luces por problema de movilidad".
Estela Fernández, trabajadora de la residencia San Luis, aplaude este tipo de actividades que permite que los residentes salgan a la calle en estas fechas tan señaladas. "Me ha parecido una experiencia preciosa, yo misma no soy de Motril, vengo por trabajo, y he podido disfrutar de las luces también. Además, es muy gratificante ver lo felices que van. En mi taxi hemos ido todo el rato cantando, tocando las palmas y haciéndonos selfies para el recuerdo. Es una experiencia para repetir".
Una iniciativa que llega para perdurar en el tiempo
La satisfacción es tal que este grupo de taxistas lo tienen claro: estos paseos por la Navidad han llegado para quedarse.
"La idea es que el año que viene empecemos a organizarlo antes para poder movilizar al Ayuntamiento, y que participen más compañeros del gremio. Queremos sacar a todas las residencias el mismo día, e incluso, intentar hablar con el Hospital de Motril para coordinar paseos con niños que estén hospitalizados pero que con ciertas medidas puedan salir un rato para ver la Navidad, tal y como están haciendo en otras ciudades", cuenta La Chica.
Este año han participado tres vehículos adaptados, dos siete plazas y una berlina de 5.
Por su parte, Jorge Bueno, lanza una propuesta al aire. "No estaría mal que el Ayuntamiento, en próximas ediciones, nos apoye en la iniciativa con la colaboración de la Policía Local. Las luces se encienden a una hora en la que hay mucho tráfico en la calle y es casi imposible que vayamos todos juntos, en los cruces se meten coches por medio, a veces te pitan porque vas un poco más lento de la cuenta y no se dan cuenta que vamos en procesión para ver las luces. Nosotros ponemos todo de nuestra parte porque de verdad, no nos supone nada y pasamos un rato muy agradable con los mayores".
Y añade que están planteándose llevar caramelos porque cuando van por las calles del centro, los más pequeños se paran a verlos y saludar emocionados también y reclaman estos dulces.
Tras la emoción del primer día, este grupo de taxistas vuelven a su rutina diaria. Durante una hora han dejado aparcado su trabajo para devolverle al ilusión a un grupo de personas. Algo que repetirán próximamente con los usuarios de otras residencias. Inciden en que estos paseos pueden solicitarlo también cualquier persona que tenga a sus padres en casa y quieran que se les enseñe el alumbrado, personas en estancia diurna o con movilidad reducida.
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