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Granada/Los proyectos planteados en la zona oriental de la Costa de Granada -Parque eólico marino Albaicín y Parque eólico marino La Pinta-, continúan avanzando en su tramitación mientras administraciones, organismos y oenegés plantean diferentes dudas e inquietudes sobre la implantación de las energías renovables en esta zona del litoral. La expansión de estos proyectos responde a la necesidad de impulsar la transición energética, sin embargo, no todos los actores implicados ven de la misma forma el proceso hasta llegar a esa energía limpia e instan al Gobierno a que se realice de forma responsable y con una normativa que minimice el impacto de estos proyectos sobre la biodiversidad.
Algunas oenegés, como SEO/BirdLife mantienen que la planificación de la explotación de estos proyectos, delimitados en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) suponen una seria amenaza en ciertas zonas para la biodiversidad, por lo que piden que se realicen de forma responsable y que garanticen la conectividad de los espacios protegidos y la recuperación de la biodiversidad. Motivo por el que han presentado alegaciones a algunos de los proyectos que se han conocido en los últimos meses, entre el que se encuentra La Pinta, ubicado en un área de paso para muchas especies de aves marinas que atraviesan el Estrecho de Gibraltar durante sus migraciones pre- y post- nupciales, entre ellas la pardela balear, en Peligro de extinción, o la gaviota de Audouin, catalogada como Vulnerable.
El responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife, José Manuel Arcos, explica a Granada Hoy que en las últimas fechas se han conocido multitud de proyectos en distintos puntos del litoral español, motivo por el que no han podido presentar alegaciones a todos ellos, sin embargo, están intentando que las alegaciones presentadas a La Pinta, se tengan también en cuenta para el Albaicín. "A finales de febrero se publicaron los POEM y plantearon que la energía eólica se debía desarrollar en unas zonas especiales, la cuestión es que antes de que se publicaran estos planes que tenían que ser los que marcaran la ordenación espacial del territorio, y por tanto, los que dijeran si se podía o no desarrollar energía eólica, empezaron a salir proyectos. Se sabe que esto va a ser una realidad en un periodo corto de tiempo y las empresas están presentando proyectos para posicionarse", en este sentido, considera que algunas de las propuestas no están bien elaboradas, e incide en que aún no existe ningún tipo de normativa que regule dichas concesiones.
Dicha legislación tendría dos vertientes. Por un lado, la ya publicada junto a los POEM y que determina donde se puede desarrollar la eólica marina en base al proceso que se realizó para definir las zonas, con las que la oenegé no está totalmente de acuerdo al ser más sensibles desde el punto de vista de las aves marinas, además de otros impactos. Y, por otro lado, un Real Decreto o algún tipo de regulación que fije los criterios de subasta, es decir, un documento donde se reflejase una serie de criterios que las empresas que quieran optar a explotar la eólica marina tengan que cumplir y se pueda determinar objetivamente porqué un proyecto sobre sale o es más idóneo que otro.
Arcos señala que en el caso del Parque eólico marino La Pinta, que se situaría entre 15 y 35 kilómetros de distancia al punto más cercano de la costa en línea recta, "no se han evaluado adecuadamente los posibles impactos sobre la biodiversidad, se han cogido los espacios marinos protegidos y se ha dicho que no se colocarán estos proyectos en ninguna Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y en ningún Lugar de Interés Comunitario (LIC) que puedan ser sensibles a la eólica marina". Uno de los inconvenientes que ven desde SEO/BirdLife es que no se ha realizado una buena valoración a la hora de elaborar un mapa de sensibilidad para saber dónde realmente la eólica marina puede tener un mayor impacto sobre la biodiversidad.
Por otra parte, consideran que se tendría que haber comenzado con proyectos piloto de menores dimensiones o que cuenten con menos aerogeneradores para realizar un estudio adecuado de cuál puede ser el impacto. "El problema es que es algo muy nuevo, no hay casi estudios sobre la tecnología flotante, salvo un par en Escocia y uno experimental en Portugal, por lo que sabemos muy poco del impacto de estos parques, y podríamos aprender mucho de la experiencia, ya que fijaros en otros mares como el Báltico o el del norte, que son mucho más someros y con un tipo de biodiversidad muy diferente, podría llevarnos a malinterpretar los posibles impactos".
Aún no hay nada escrito y las distintas administraciones analizan todos los pormenores necesarios antes de dar más pasos con la implantación de las energías renovables en el litoral. En este proceso se encuentra también la Sociedad Española de Ornitología. "De forma interna y consultando con expertos de diferentes ámbitos, estamos intentando priorizar dentro de estas zonas de alto potencial que se han presentado en los POEM, donde el mal sería menor. Aún nos encontramos en ese proceso, pero si podemos adelantar que, prácticamente todas las zonas que han salido tienen un impacto considerable sobre las aves", incide el responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife, José Manuel Arcos.
En este sentido, remarca que las zonas buenas para aves suelen coincidir con zonas buenas para viento, por lo que es normal que se solapen. "Desde nuestro punto de vista el impacto sería menor si fueran zonas muy alejadas de costa y profundas, pero desde el punto de vista logístico montar un parque eólico marino en una zona muy alejada es mucho más costoso, por lo que se ha apostado por zonas relativamente cerca de la costa y poco profundas". En el caso de Andalucía, señalan que el problema es que se trata de una zona de paso para las aves migratorias que van de un continente a otro, así como de aves marinas que se van de un mar a otro. "Hay especies que solo crían en el Mediterráneo, pero pasan el invierno en el Atlántico, o especies que crían en el norte del Atlántico, pero pasan el invierno en el Mediterráneo, hay un flujo de aves migratorias que se concentran en Gibraltar pero que afecta prácticamente a toda la costa del Mar de Alborán que es muy importante. Y justamente las zonas de migraciones son especialmente sensibles para la eólica marina porque las aves corren el riesgo de colisionar con las aspas de los aerogeneradores, y cuando tienes a una población local que se alimenta de forma regular en una misma zona, al final es una población definida que se hace a la zona, es posible que haya colisiones, pero se adaptan, en cambio, cuando son aves que están de paso que no están acostumbradas a la zona, puede suponer un desastre".
Además, asegura que en el caso de La Pinta se solapa con el LIC Sur de Almería-Seco de los Olivos y un ZAPE que el Ministerio tendría en mente aumentar, por lo que el proyecto se adentraría en esta zona protegida, yendo en contra de los criterios puestos por el propio Gobierno para implantar eólica marina.
Dos empresas han puesto los ojos en el litoral granadino en el que hay proyectados, hasta la fecha, dos parques eólicos marinos -La Pinta (IberBlue Wind) y Albaicín (Capital Energy) que podrían situar a la provincia de Granada a la vanguardia nacional con la instalación de este tipo de energía en boga, el camino por recorrer hasta que los proyectos puedan materializarse aún es largo, y las distintas administraciones trabajan para conocer todas las implicaciones que dichos proyectos podrían suponer.
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