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Agricultura
Granada/A los agricultores de la Costa de Granada no le salen las cuentas. Después de un año con escasas precipitaciones, el estado preocupante de los pozos de riego que soportan altos niveles de cloruros y sodio, se le suman las altas temperaturas que provoca un alto estrés en las cosechas de mango y aguacate, lo que hace temer, una vez más, grandes pérdidas para los hombres y mujeres del campo que no saben cómo afrontar "otro palo más".
Calculan que las pérdidas en la producción de los dos grandes subtropicales de la zona ronda el 90%, los árboles se secan por las altas temperaturas y la falta de riego, el fruto se acaba cayendo y muchos agricultores han cortado árboles para intentar salvar una parte de las fincas. La situación es insostenible en zonas como el Valle de Río Verde, donde los comuneros ven como los pocos pozos que aún hay disponibles aumentan peligrosamente su salinidad. Reclaman que la solución pasa por agilizar los plazos de las canalizaciones de Rules, aunque son conscientes de que aún falta mucho para que el agua de la presa riegue sus campos.
"La situación es realmente preocupante. Ha coincidido la floración del mango con distintos golpes de calor, lo que provocó una pérdida considerable de flores, esto se traduce en que podemos estar hablando de una reducción del 70% de la cosecha solo de mango. En el caso del aguacate, que en un principio no había tenido tanto problema porque aguanta bastante bien las altas temperaturas, el problema es que necesita algo de respiro por la noche, y venimos de un verano donde las noches han sido prácticamente igual de calurosas. Además, en la zona de Almuñécar se está viendo como el fruto se cae directamente sin estar formado del todo", explica el vicepresidente de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo, Maximino Prado.
Los agricultores llevan tiempo avisando de la situación catastrófica a la que estaban siendo abocados por la falta de precipitaciones, de hecho, son muchos los que han decidido abandonar el campo ante la imposibilidad de dar una solución inmediata al problema, por lo que podría ser previsible la problemática en el inicio de la nueva campaña. Sin embargo, la floración y la caída del fruto si que ha pillado desprevenido a los agricultores. "Quizás lo de la floración si podíamos esperarlo de cierta manera, pero hasta que no sale el fruto no sabes realmente la cantidad que tiene el árbol. El problema es que la situación afectará a más personas de la Costa, la agricultura es un sector que da muchos puestos de trabajo y de los 15 o 20 mil puestos que se crean en condiciones normales tanto en alhóndigas como en trabajo de campo, se va a experimentar una bajada importante".
A modo de ejemplo, señala que si una hectárea de mango produce unos 15.000 kilos, este año el agricultor podrá recoger, si todo va bien, entre 4.000 y 5.000 kilos. "Casi no se cubren ni los costes, es un problema bastante grande el que tenemos en el campo ahora mismo. No salimos de una cuando ya estamos de lleno en otra. Es otra piedra más en el camino, si estuvieran ya las canalizaciones hechas se habría salvado por lo menos el aguacate, porque está claro que teniendo agua puede aguantar más tiempo, aunque hay que insistir en que una de las problemáticas que hemos tenido es la temperatura".
Al hilo, cuenta que "si el fruto el fruto está formado no hay tanto problema con el aumento de las temperaturas, si se retrasa un poco su floración y el cuaje, puede quemarse algo pero ya no es lo mismo. Este año el problema es que se han juntado muchos factores en contra". Pese a ello se muestran esperanzados de que lleguen pronto las primeras lluvias para intentar salvar todo lo posible el aguacate, el problema es que en la actualidad no se puede hacer con el agua de los pozos, "en Almuñécar quedan solamente un 30% de pozos sin salinizar, pero de seguir así a finales de agosto están todos salinizados. Ese agua no se puede utilizar, porque si llega a la planta lo único que haces es quemar la raíz".
Una situación catastrófica en la que coincide el responsable de Subtropicales de COAG, Juan Pablo Camacho. "Ahora mismo ha comenzado la temporada del mango y está muy mal. Hace mucha calor, no podemos regar o regamos con agua de malísima calidad y vamos a ver unas pérdidas importantes, ya el año pasado la facturación fue malísima, este año podríamos hablar incluso de hasta un 90% menos".
La falta de agua, el gran problema
Hace pocas fechas los agricultores de la Costa granadina se autoimponían restricciones de riego por la afección que están sufriendo en el área de Almuñécar y su Vega este verano, con cuatro pozos secos y al menos otros cinco que están en proceso de secarse. Desde la Junta Central de Usuarios de los Ríos Verde, Seco y Jate, indicaban que dichas restricciones llegaban para organizar el poca agua disponible.
Según los datos de la asociación, los pozos de San Andrés, San Miguel, Pabilos Barrosa y Gelibra ya están secos, mientras que en la zona de Torrecuevas, se está "sacando muy poca agua". Hasta once más están teniendo problemas con niveles de sodio altos, en tanto están en cotas baja y se empiezan a alimentar de agua del mar. De hecho, hay seis con "problemas de introducción marina", entre ellos el de La Sandovala o de San José, en La Herradura.
Camacho apunta a que "ahora mismo de los pocos pozos que hay disponibles para utilizar el agua, están al doble de salinidad que el año pasado por estas fechas, y hablamos sólo de un 20% de ellos, porque del resto es mejor no hablar", y lamenta que el panorama al que se enfrentan "es un auténtico desastre económico para toda la comarca".
En este sentido, pide tanto a la administración central como a la autonómica que tomen cartas en el asunto para evitar la ruina económica de toda la zona y que agilicen los trámites administrativos para que las conducciones de Béznar - Rules sean una realidad lo antes posible.
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