Cámaras de seguridad grabaron la muerte a puñaladas de Gaby, el vecino de Almuñécar agredido en plena calle

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Almuñécar ha acordado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido por matar presuntamente a otro vecino del municipio el pasado viernes, tras quedar en una céntrica calle para pelearse y que acabó con el fatal desenlace. El detenido está investigado por la presunta comisión de un delito de asesinato.

En su comparecencia, el detenido ha contestado a las preguntas que se le han planteado por las partes y el juez. La muerte se produjo en el transcurso de una discusión en el exterior de un bar en el que se habían encontrado. Ambos mantenían rencillas personales. El presunto agresor propinó varias puñaladas a la víctima que acabaron con su vida. El hecho fue grabado por cámaras de seguridad colocadas en las inmediaciones.

El portavoz de la familia, el criminalista forense Carlos García Barrett, ha explicado a Granada Hoy que las circunstancias que han acabado con la vida de Gabriel vienen de tiempo atrás, cuando la víctima y su presunto agresor, que se conocían "desde pequeños", tuvieron un altercado. Desde hace dos años el tira y afloja entre ambos era constante."El viernes pasado empezó a amenazarle a través de las redes sociales y a decirle que apareciese, y se citaron en un bar de la localidad", en cuyas inmediaciones se produjo el apuñalamiento con una navaja de 24 centímetros.

García Barrett ha indicado que aunque la víctima intentó evitar esa pelea, "llegó un momento en que no pudo evitar la presión".

Por su parte, familiares y amigos de Gabriel han incidido en que era una persona muy querida en el pueblo, "ayudaba a los niños y daba clases de boxeo", y que podría haber "noqueado" al agresor sin problema pero "era una persona muy pacífica, y huía de la violencia".

Horas antes del apuñalamiento, del que constan imágenes, el presunto homicida se dirigió a la víctima en las redes con afirmaciones como que no le gusta entrar en la cárcel por "tonterías", sino por "una cosa chunga" que conlleve "una condena grande": "A mí me da vergüenza entrar por pegarle a una mujer o robarle a una vieja..." pero no, agregaba, por un delito "grave".