Los agricultores de la Costa reducen un 30% sus riegos para evitar la declaración de zona de sequía moderada
Agricultura
Uno de los objetivo es llegar al verano con el agua suficiente para no perder toda la cosecha
Las precipitaciones acumuladas en la provincia están un 44% por debajo de su media
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Motril/La falta de precipitaciones preocupa a los agricultores de la Costa Tropical que miran de reojo al Sistema Béznar-Rules a la espera de que comiencen las obras de las demandadas canalizaciones. La situación de los embalses andaluces se encuentran en el punto de mira tras varios años de sequía y de disminución del caudal del agua embalsada. Lo cierto es que en la provincia de Granada, pero muy especialmente en la Costa, no recuerdan cuando fue la última vez que llovió con fuerza e intensidad suficiente como para regar un campo sediento y que agoniza, así como para llenar sus depósitos lo suficiente para capear el 'temporal de sol y buen tiempo' que se ha instaurado. El pronóstico no es nada halagüeño y los agricultores temen que las reservas de agua disponibles flaqueen y haya que tomar medidas drásticas durante la época estival.
Ante esta situación y a modo de prevención por lo que les puede venir en unos meses, han decidido reducir un 30% el agua de sus riegos para intentar evitar que se declare la zona de sequía moderada, y para acostumbrar a las plantaciones antes de la llegada del verano.
Hace pocos días mantuvieron una reunión con Confederación que les informó que el Sistema Béznar-Rules se encuentra a un 33% de su capacidad y que en caso de bajar hasta un 27%, algo que se plantea debido a la falta de lluvias y al ritmo de necesidad de agua, lo que provocaría la inclusión de toda la zona en sequía moderada. Esto significaría que todas aquellas comunidades de regantes que se nutren de la presa tendrían que reducir obligatoriamente un 30% su caudal, con el objetivo de intentar llegar a septiembre.
El presidente de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo, Maximino Prados, explica a Granada Hoy que han decidido adelantar el ahorro de agua con el objetivo de "intentar pasar el verano". "Creemos que es lo más correcto porque de no hacerlo nos podemos ver con la obligación en verano, y en época estival ya es más complicado porque falta agua. Hemos empezado concienciando a los agricultores con este 30% menos desde ya para no notar tanto el golpe en unos meses".
Aunque se mantienen optimistas y esperan que pronto lleguen las lluvias al litoral granadino. "Somos conscientes de que dificultades habrá igualmente, pero no es lo mismo pasar el verano sin agua que tener la suficiente como para que el cultivo esté a un 60 o 70%". Lo que se intenta evitar con esta medida es que se vuelva a dar el drama del año pasado, cuando agricultores, principalmente de la zona de Almuñécar y el Valle del Río Verde, tuvieron que cortar árboles enteros por la falta de agua.
Según recoge el Informe Pluviométrico que elabora mensualmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la provincia de Granada ha sido la que menos precipitaciones ha registrado durante el mes de enero, de hecho se localizó en el embalse de Negratín, con 9,9 l/m2. En cuanto a la distribución provincial de las precipitaciones acumuladas durante el año hidrológico (1 de octubre) hasta el 31 de enero, se observa que en el caso de Granada Granada se sitúa en 122 l/m2; lo que supone un 44% por debajo de su media.
Infraestructuras hidráulicas: el reto de Andalucía
Tras la aprobación hace escasas fechas del cuarto decreto contra la sequía, la Junta de Andalucía busca la forma de paliar la falta de agua en la comunidad, y ha presupuestado unos 500 millones de euros en obras de infraestructuras hidráulicas. La situación ocupa y preocupa a expertos en la materia que ven en las desaladoras de agua marina y en la reutilización de aguas residuales dos posibles soluciones eficientes y sostenibles ante la sequía. En el caso de la Costa, no es la primera vez que las administraciones se pronuncian sobre la necesidad de encontrar diversas soluciones para atajar la falta de agua, y si bien las vistas siguen puestas en las canalizaciones de Rules, se ha demandado en varias ocasiones la implementación de estaciones depuradoras que reutilicen las aguas residuales de los sistemas terciarios y en las desalinizadoras que permitan reutilizar el agua del mar aumentando así su disponibilidad para consumo humano y riego.
De hecho, entre 2006 y 2007 -con el andalucista Juan Carlos Benavides al frente del Ayuntamiento- se planteó en Almuñécar la posibilidad de construir una desaladora en una parcela en la margen derecha de Río Seco para asegurar el suministro de agua potable y el agua de riego. Uno de los objetivos que pretendían con dicho proyecto era evitar que los vecinos de Almuñécar volviesen a vivir la crisis de los años 90 cuando el acuífero alcanzó unos niveles de salinidad preocupantes, salinizando el agua que salía de los grifos. Sin embargo, el proyecto nunca salió adelante.
En las últimas fechas, la Junta de Andalucía ha licitado la redacción del proyecto para la conducción de abastecimiento de agua desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Los Palmares, desde Molvízar hasta Almuñécar. Se trata de un paso importante para la lucha contra la sequía que están librando en esta zona del litoral, ya que se abastecen a través de una tubería que, en su mayor parte, es submarina y tiene más de 25 años de antigüedad.
La remodelación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) permitirá el abastecimiento de todos los municipios de la zona occidental de la Costa Tropical granadina desde La Herradura hasta Carchuna-Calahonda.
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