Agricultura amplía el rastreo del escarabajo de la ambrosía a casi un decena de municipios de la Costa Tropical

La aparición del escarabajo de ambrosía Euwallacea fornicatus en varias fincas de aguacate de la Costa Tropical hace saltar las alarmas y ampliar el radio de acción en casi una decena de municipios para que los técnicos que se dedican al rastreo y estudio de este insecto puedan conocer el alcance real y tomar las medidas necesarias. Desde que se detectó su presencia en varios ornamentales de Motril y se inició el protocolo establecido para estos casos, se han tomado medidas preventivas, sin embargo, el alcance que ha tenido este insecto en otras partes del mundo preocupa a los distintos sectores.

Según han confirmado desde la Delegación Territorial en Granada de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural a Granada Hoy, tras la jornada informativa que realizaron el pasado 25 de septiembre en el Teatro Calderón de Motril para informar al sector sobre la situación y las medidas a tomar, "se han producido las primeras comunicaciones por parte de los productores, por sospecha de ataque sobre este cultivo, que han dado lugar a confirmar el ataque de este escolitino en una plantación de aguacate en el término municipal de Motril". Tras recibir el aviso de un posible caso en varias plantaciones y tomar muestras, el laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Almería confirmó el pasado 25 de octubre la presencia del organismo de cuarentena Euwallacea fornicatus sensu lato. 

Desde que se detectó el primer caso en la costa de Granada en octubre de 2023, se han colocado 20 trampas repartidas por la ciudad y cinco más en zona forestal, además se han quitado 18 árboles -16 Arces negundo y dos Parkinsonia Aculeata- para evitar que estos escarabajos puedan trasladarse hasta otras especies cercanas. Todos los mecanismos dispuestos eran para intentar confirmar que se trataba de hechos aislados y que se había quedado en árboles ornamentales ubicados en distintos puntos de Motril, sin embargo, tras la primera confirmación en una finca ubicada en el término municipal, se han localizado otros árboles afectados en una segunda plantación de aguacates de otro productor y en diversos ejemplares de ricino silvestre.

Desde Agricultura aseguran que "inmediatamente" después de confirmarse la presencia del escarabajo de ambrosía, "se han emitido resoluciones individualizadas a los propietarios de los cultivos afectados que tienen por objeto establecer medidas fitosanitarias cautelares obligatorias, para evitar el establecimiento y la dispersión, y erradicar esta plaga cuarentenaria". 

Hasta el momento se habían determinado tres zonas de influencia desde los puntos de detección de los árboles urbanos afectados y la zona portuaria para colocar las trampas que han utilizado -20 en el caso del casco urbano-, otras cinco en zona forestal -Charca de Suárez, Cerro del Toro, Planta de Reciclaje, Paridor de Cañizares y La Garnatilla- y una última en el entorno de La Mojonera (Almería), que fue utilizada para enseñar a aquellos agentes que se estaban dedicando a la recogida de trampas, para saber como funcionaban.

Pero tras confirmarse la presencia en varios cultivos, Agricultura ampliará los trabajos estableciendo nuevas trampas centinelas en los municipios aledaños de Vélez de Benaudalla, Los Guájares, Molvízar, Salobreña, Ítrabo, Otívar, Lentejí, Jete y Almuñécar, para "conocer la dispersión si la hubiera, y eventual presencia en el resto de la zona subtropical".

El ingeniero técnico forestal del Departamento de Sanidad Forestal de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Gómez de Dios, explicó durante su ponencia en la jornada técnica celebrada en Motril que dicho trampeo tuvo un gran interés por los datos recolectados. "El número de fitohuéspedes confirmados sobre los que se ha detectado la especie es muy elevado, entre ellos, numerosos árboles y arbustos que se encuentran en el medio natural de nuestra región de manera espontánea, y otros a través de plantaciones".

"Las consecuencias de la adaptación de la Euwallacea fornicatus y su hongo simbionte a la vegetación natural ibérica son inciertas", indicó el ingeniero técnico. En este sentido, incidió en que la detección precoz es la única herramienta con la que cuentan en estos momentos, ya que en un escenario negativo, el cambio climático y la debilidad de algunas especies forestales podría predisponerlas a un ataque masivo que, en un caso extremo, podría desembocar incluso en la extinción local.

Por su parte, el jefe de Servicio de Sanidad Vegetal, de la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera, Rafael Sánchez Trujillo, explicó en esta misma jornada que en el caso de Motril, desde el primer momento que el Ayuntamiento se puso en contacto con la Delegación de Granada se implementaron una serie de medidas en algunos árboles de la ciudad que se vieron afectados."Se ha establecido una red de monitoreo muy amplia y estamos teniendo algunas detecciones de la plaga desde hace poco. Ha estado todo el invierno tranquilo y en verano hemos conseguido capturar algunos ejemplares".

Se trata de un insecto que excava galerías en las ramas de los árboles para alojar unos hongos simbiontes que lleva en su aparato bucal. Los adultos y las larvas se alimentan de estos hongos actuando como vectores del mismo, pudiendo el hongo provocar la marchitez de las especies hospedantes y eventualmente la muerte del árbol. Estos insectos han desarrollado una habilidad para localizar los árboles debilitados, lo que genera una serie de interacciones con las plantas que hacen que intenten comérselas. Los escolítidos de ambrosía se alimentan de hongos y generan una simbiosis, de forma que no pueden vivir el uno sin el otro. 

En el caso de los escarabajos encontrados en Motril cuenta con micangio mandibular, lo que favorece que sea la especie de hongo que a ellos les interesa. "El micango se llena pasivamente por esporas dentro de la galería; al salir al exterior, las glándulas se activan y generan medio selectivo para el hongo de la ambrosía. El hongo de la ambrosía se multiplica selectivamente con el hongo seleccionado, y una única hembra fecundada puede fecundar una población estable", señalan.

En la mayoría de los casos es muy difícil detectar su presencia en los árboles hasta que no llegan a una fase en la que los propios troncos exudan, sueltan serrín o salen una especie de "churros" o "canutillos".