El castillo de Castell de Ferro, la historia de un BIC en peligro de derrumbe
Costa
Un estudio de la UGR urge a tomar medidas para evitar que se venga abajo la fortaleza
Castell de Ferro/Un estudio realizado por la Universidad de Granada recomienda que se tomen medidas urgentes que garanticen la estabilidad del castillo de Castell de Ferro, catalogado como Bien de Interés Cultural y para algunos historiadores datado en la época romana, para evitar el derrumbe de esta histórica edificación que se encuentra en una situación muy complicada y en peligro de derrumbe.
Una circunstancia que, según consta en el estudio, podría poner en peligro las edificaciones que se encuentran en las inmediaciones de esta fortificación así como a los vecinos de este núcleo de población.
Situación que ha sido también reclamada por la presidenta de la 'Asociación Por la defensa del Castillo de Castell de Ferro y su Patrimonio Histórico', María José Martín Torres, mediante escrito a la Junta de Andalucía en el que expone que "es de urgencia y de importancia extrema el acotar el recinto para impedir el acceso y de esta forma evitar el expolio continuado que está sufriendo, por personas que se exponen inconscientemente a sufrir un accidente que puede llevar a cobrarse vidas humanas, por el más que lamentable estado del interior del BIC".
En el estudio, realizado por el Grupo de Análisis del Relieve y Procesos Activos del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada, se desprende que el castillo se vio afectado por terremotos históricos de media y alta magnitud, y que produjeron fisuras y grietas con geometrías específicas que indican deformación a cortante de sus muros, según explicó a Granada Hoy José Miguel Azañón, Catedrático y miembro del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la UGR.
Además, asegura que "la estabilidad del castillo es crítica", ya que sus muros y cubiertas tienen patologías severas que amenazan la edificación, por lo que podría sufrir un colapso parcial o total a partir de cualquier desencadenante natural o antrópico.
Y es que, Castell de Ferro se encuentra ubicada en una zona estratégica de alto riesgo sísmico que, ya en el pasado (1994, 2004 y 2016/7), afectaron a distintas edificaciones y que podrían, en caso de producirse movimientos en la falla, desencadenar un colapso parcial o total del castillo de Castell de Ferro.
En el estudio, realizado por la UGR en colaboración con el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro, se ha realizado una simulación de la trayectoria que podrían tener los restos del castillo como de la energía que podrían tener los mismos.
Los bloques generados a partir de este colapso alcanzarían, con una probabilidad alta, la localidad con una energía suficiente como para producir daños en la población y diversas patologías de importancia en las edificaciones de la zona están situadas de forma perimetralmente con respecto al Cerro del Castillo.
Un castillo que, pese a lo que algunos dicen, no es municipal al encontrase en una propiedad particular que pertenece a una empresa constructora, que inició una urbanización en una zona cercana a éste, y que en la actualidad se encuentra en quiebra con un embargo cercano al medio millón de euros sobre esta zona por parte del Ministerio de Hacienda, así como una parte menor por una trabajadora de la empresa por la falta de pago de salarios.
Por ello desde el Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro, y ante la imposibilidad de hacerse cargo de los 500.000 euros de deuda ha mantenido contactos tanto con la Junta de Andalucía como con el Ministerio de Hacienda para intentar buscar una solución que podría pasar por la ejecución del embargo por parte del gobierno y que éste lo transmita a Patrimonio del Estado, partir de ese momento se podría actuar de forma directa, según ha dado a conocer a Granada Hoy la alcaldesa de este municipio, Antonia Antequera.
Antequera también recuerda que existía una asignación para este edificio cercana a los 700.000 euros proveniente del Ministerio de Fomento dentro de las actuaciones que financia este departamento con el 1% cultural que no se pudo llevar a efecto en su momento en el 2006 por diferentes motivos. Cantidad que de igual forma va a volver a reclamar el ayuntamiento
La falla de Alborán
Castell de Ferro se encuentra situado en una zona de alta peligrosidad sísmica según el catálogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), donde se considera que pueden producirse aceleraciones locales.
Por ello un equipo internacional de científicos, liderados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), situaba la nueva falla en los límites entre las placas tectónicas euroasiática y africana en el mar de Alborán. Gracias a los diferentes estudios realizados en los que se investigaron la morfología y estructura del fondo y subfondo marino, se esclareció que se estaba generando una nueva zona de falla.
Además, exponían que el mar de Alborán es una zona con altos riesgos geológicos marinos y una amenaza sísmica significativa, y que, debido al descubrimiento de esta nueva falla, a varias decenas de kilómetros hacia el oeste de la falla de Al Idrissi, se debían reconsiderar los riesgos, ya que la evolución y crecimiento que ha tenido recientemente puede producir sismos de mayor magnitud que otras ya formadas.
José Miguel Azañón, catedrático y miembro del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos de la UGR, explicó que son numerosos los terremotos ocurridos en las proximidades de esta zona en los últimos años, algunos de ellos superando una magnitud de 5,0 y a una distancia relativamente escasa, lo que podría provocar que la zona se viese afectada por efectos colaterales como desprendimientos, caídas de roca y deslizamientos.
La historia del castillo
El castillo de Castell de Ferro observa sinuoso desde lo alto de la cima del cerro, a unos 90 metros de altitud sobre el nivel del mar, como el paso del tiempo ha ido transformando todo a su alrededor.
No hay demasiada información sobre los orígenes de la localidad donde se erige, lo que hace más difícil fechar con exactitud el momento de creación de su fortaleza. Algunos autores han propuesto con el paso del tiempo a raíz de diversas reflexiones sobre la toponimia del lugar, que podría tratarse de la época romana.
Aunque la licenciada en Historia por la UGR, y arqueóloga, Teresa Koffler Urbano, el licenciado en Historia por la UGR, Guillermo García-Contreras Ruiz, y el Catedrático de Historia Medieval, Antonio Malpica Cuello, y director del estudio, 'Prospección Arqueológica del Cerro del Castillo de Castell de Ferro-Gualchos' exponen que 'lo que sí está atestiguado, tanto por información textual como por documentación arqueológica, es la existencia de poblamiento desde antiguo en las inmediaciones, más concretamente en la cercana Cala de la Rijana, algo que posiblemente confundieron los autores que recogen noticias acerca de Castell".
Además, añaden que, según materiales cerámicos y técnicas de construcción, se fecha tradicionalmente al castillo en torno al siglo XII y la torre mediados del XIII, o lo que es lo mismo, finales de la etapa almohade y principios de la nazarí.
En el anuario explican que, a diferencia de otras zonas del interior del Reino de Granada, en el litoral se vivieron diferentes etapas de reforzamiento y reorganización del sistema defensivo para hacer frente a ataques de piratas y corsarios, entre otros.
A partir del siglo XVI los distintos territorios de la costa granadina y las Alpujarras se reorganizarán en tahas y Castell de Ferro, junto con otros núcleos, quedará dentro de la taha de Suhayl, limitando con Motril al oeste, sierra Lújar al norte y la desembocadura de la rambla de Gualchos al oeste.
A partir de ahí, el castillo de Castell de Ferro aparecerá en diferentes escritos documentados que aportarán pruebas para saber quién fue pasando por sus paredes de piedra a lo largo de la historia, como en la sublevación de los moriscos entre 1568 y 1570, donde hay pruebas de que los sublevados tomaron la fortaleza durante un breve periodo de tiempo, ya que en 1570 pasó nuevamente a ser de los cristianos, y conquistado por el duque de Sesa.
Hasta escenario de la resistencia guerrillera que se organizó en la costa con la invasión napoleónica fue la fortaleza de Castell, bombardeada por la Armada inglesa en 1812.
El fin del castillo de Castell de Ferro como fortaleza viva, según explican los expertos universitarios en el estudio, se produce la noche del 26 al 27 de abril de 1836, cuando un rayo alcanza el polvorín, destruyendo la fachada oriental del torreón y, tal vez, parte de las murallas exteriores y los forjados que dividen las tres plantas de la torre.
También te puede interesar
Lo último