La comunidad de vecinos de La Perla de Carchuna se reúne para mostrar su preocupación por el futuro uso del hotel

Señalan que trabajaran con el dueño del hotel para intentar desbloquear la situación y darle una salida a la instalación

Más de diez horas de protestas para impedir que un hotel sin licencia de Carchuna acoja a migrantes refugiados

La ELA de Carchuna Calahonda / Alba Feixas

Los presidentes de las comunidades de vecinos de la urbanización de La Perla de Carchuna han mantenido una reunión con los representantes de la Entidad Local Autónoma para conocer el procedimiento que se llevó a cabo el pasado viernes cuando algo más de un centenar de personas procedentes de Malí, solicitantes de asilo, se instalaron junto a una ONG en el hotel de la Perla, provocando un gran revuelo entre los propios vecinos y el gobierno de la ELA. La reunión, que se ha celebrado este domingo por la mañana en el bajo de uno de los edificios que forman la urbanización, ha contado con el respaldo del presidente de la asociación de vecinos y de los propios presidentes de los edificios, que han mostrado su preocupación por el uso que se le pueda dar a este establecimiento hotelero ubicado en primera línea de playa y que lleva varios años cerrado por falta de diversas licencias, entre ellas la de apertura.

Durante la reunión han pedido al presidente de la Entidad Local Autónoma, Juan Alberto Ferrer, y al concejal Samuel Lupión, que trabajen con el dueño del hotel para intentar desbloquear la situación en la que se encuentra inmersa el establecimiento desde hace años para rehabilitarlo y poner en regla todas las licencias, de cara a poder reabrir el complejo, o darle otro uso, como una residencia de mayores. Los vecinos han mostrado su preocupación por las imágenes que se vieron en redes sociales ya que, según han apuntado, "todos somos conscientes de que el hotel no tenía licencia y desde fuera parecía que era un problema de racismo, cuando aquí convivimos todos en armonía", han apuntado.

Al hilo, han pedido que se refuerce la seguridad de la zona ya que, aunque no es el mismo caso, no es la primera vez que pillan a gente merodeando por las inmediaciones del hotel con la intención de colarse y han sido persuadidos por los propios vecinos.

La urbanización de La Perla, situada en pleno corazón del municipio, cuenta con aproximadamente 700 viviendas, muchos de sus vecinos viven allí durante todo el a; sin embargo,go en verano sus moradores aumentan exponencialmente gracias a las segundas residencias o la visita de familiares que aprovechan los días festivos para volver al pueblo a descansar con la familia.

El presidente de la ELA, Juan Alberto Ferrer, explica que durante la reunión los vecinos han mostrado sus inquietudes y querían conocer de primera mano lo que qué había ocurrido el viernes. "Querían saber si era verdad que era un tema de licencias porque todo se ha derivado a un tema racista y no lo ha sido".

En este sentido, aclara que han demostrado con papeles encima de la mesa que "el edificio en sí no tiene licencias municipales para estar en funcionamiento. Hablamos de personas que estaban en un sitio donde no deberían estar. Un vecino de Carchuna Calahonda para hacer una obra en su casa tiene que pedir un permiso, tiene que tener una cédula de habitabilidad, tiene que esperar que llegue el técnico. Hay un proceso burocrático legal y un régimen local que hay que cumplir". Y se pregunta que por qué han intentado saltarse esos trámites. "No sabemos los intereses que tiene el dueño del hotel o la propia ONG, lo que si sabemos es que era un proceso irregular desde el punto de vista administrativo".

Ferrer apunta que le han llegado a decir que él se llevaba dinero con la apertura del hotel del pasado viernes y que estaba todo acordado, por lo que incide en que desconocía que iban a reabrir el hotel para alojar a nadie.

Por otra parte, recalca que van a hacer todo lo posible para que "si se abre ese hotel, sea un hotel turístico, un hotel en el que nos vamos a dedicar a fomentar el turismo de Carchuna y Calahonda y no vamos a tener aquí situaciones irregulares, porque no conviene a ninguno. Es decir, desde el punto de vista legal, el primero que si en la noche del viernes llega a pasar algo, la responsabilidad es del alcalde. No sé como hemos llegado a esta situación, pero creo que hay mucha gente que tiene que hablar por encima de mí. Yo simplemente me he dedicado a hacer mi trabajo, que es lo que dice la ley del régimen local. No podía permitir que hubiera allí cien personas, me da igual la índole que fuera, en una situación irregular".

A primera hora de la mañana del pasado viernes varios autobuses con algo más de un centenar de migrantes solicitantes de asilo llegaron al hotel La Perla de Carchuna con una ONG por medio de un convenio de colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a la espera de que se tramite su petición de asilo; sin embargo, tras las intensas protestas de sus vecinos y las muchas llamadas de teléfono de los responsables municipales para intentar llegar a un consenso y reubicarlos en otra instalación que contase con todos los servicios de habitabilidad disponibles, concluyeron con el realojo en varios centros de Málaga y Sevilla.

Posibles represalias por los hechos

Capeado el temporal con la situación del hotel, hay voces críticas dentro de la formación a la que no le ha sentado bien la oposición frontal y sin fisuras mostradas por el equipo de Gobierno de la ELA, y comentan posibles represalias políticas dentro del partido.

En este sentido, el presidente de la ELA, Juan Alberto Ferrer, recalca que simplemente se han dedicado a cumplir el régimen local. "Creo que no debería haber ningún tipo de discusión sobre el tema, la legalidad de una situación. Si entramos en esos derroteros, creo que la cosa se deriva desde un punto de vista ideológico y no administrativo".

Ferrer reconoce que desde el viernes no ha hablado nadie con él, "pero si alguien piensa que he hecho algo en contra de mi partido, primeramente tendrán que venir mis jefes a decirme que he hecho algo que esté en contra del interés de mi pueblo, ilegal o en contra del interés del partido".

Añade que la acción que se iba a hacer por parte del Gobierno en Carchuna podría haber terminado en algo ilegal. "Creo que pueden estar agradecidos de que alguien se haya dado cuenta de que el procedimiento no era el correcto y lo haya frenado antes de que hubiera pasado algo grave y entonces habría que dar muchas más explicaciones de las que hay que dar hoy. Creemos que simplemente alguien no se dio cuenta de la licencia y dio el visto bueno".

Y concluye que con el paso de los días se enterarán de si hay malestar dentro del partido por la "gestión correcta" que realizaron.

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