Nueva vida para los corales del Mediterráneo gracias a la guardería de una ONG andaluza

Almuñécar/La ONG andaluza, Equilibrio Marino, ha creado la primera guardería de corales del Mediterráneo en la zona de especial conservación de los Acantilados y fondos marinos de la Punta de la Mona, en Almuñécar-La Herradura. Una zona de especial valor ecológico donde habitan varios tipos de corales, entre ellos el Coral Candelabro, una especie vulnerable muy desconocida de color anaranjado, que se encuentra amenazada por el impacto de las artes de pesca recreativa, y que se encuentra en profundidades que van desde los 40 a los 150 metros.

Unos corales que se encuentran catalogados como especie vulnerable a la extinción en el libro rojo de invertebrados de la Junta de Andalucía y que, tras meses de trabajo, el equipo dirigido por la científica marina y ambientóloga, Marina Palacios, ha conseguido poner a España en la vanguardia de la investigación y recuperación del Coral Candelabro.

Pero esta ONG no solo se encuentra repoblando esta especie en peligro en su propio hábitat, sino que han creado la primera guardería de corales para intentar que aquellos que estén enfermos puedan recuperarse.

El director de Equilibrio Marino, Fernando Alarcón, explicó a Granada Hoy que este tipo de corales se encuentran actualmente en muchos puntos del Mediterráneo, en zonas de gran profundidad y "muy diseminados", por lo que la población de la Punta de la Mona tiene un especial interés.

"Hay una gran población unida a unos 30 metros de profundidad, por lo que se puede subir y bajar constantemente para tomar datos constantes y llevar a cabo un proyecto científico", añadió Alarcón.

Para llevar a cabo esta hazaña, el grupo de la oenegé tuvo que realizar una rigurosa investigación de la especie en su propio medio para estudiar, entre otros aspectos, como se comporta en el medio marino, cuales son los contaminantes e impactos ambientales o que organismos afectan a esta especie de coral.

Y es precisamente en la Punta de la Mona donde localizaron un ecosistema con cientos de corales rotos por la gran concentración de artes de pesca abandonados, unos enseres que afectan especialmente a esta especie de coral al enredarse en ellos y fragmentarlo. Estos fragmentos acaban en los fondos marinos enterrados, y los propios organismos sésiles los acaban recubriendo, de forma que los pólipos de estos invertebrados, por donde se alimentan, no consiguen realizarlo, por lo que poco a poco acaban muriendo.

SOS Corales

En septiembre de 2020, Equilibrio Marino, en coordinación con Coral Guardian, desarrolló el proyecto de investigación SOS Corales, con el objetivo de recuperar los arrecifes parcela a parcela, delimitando los espacios para trabajar por fases. Una vez realizada la separación, los trabajadores y voluntarios realizan una retirada de residuos de la zona, teniendo un especial cuidado para no dañar el ecosistema marino. Posteriormente los trabajos se centran en los propios corales, recogiendo aquellas colonias que se encuentran quebradas, saneándolas, limpiándolas o retirando las partes muertas, la sedimentación y los epibiontes.

Una vez analizados los distintos corales, repueblan en el arrecife los fragmentos que aún tiene pólipos, y los que están en peores condiciones son trasladados hasta estas guarderías donde se les realiza un seguimiento hasta que están sanos, para volver a introducirlos donde fueron encontrados.

Además, todos los datos que están recolectando en el proceso de recuperación de estos corales, se están mandando a la Junta de Andalucía para solicitar que esta Zona Especial de Conservación (ZEC) se considere de conservación, algo que desde la asociación esperan que suceda algún día.

Desde Equilibrio Marino señalan que el proceso que se sigue es muy beneficioso ya que, estos corales son la base del ecosistema. "Todas las especies de una forma u otra, dependen de ellos para su cría, reproducción o alimentación", con lo que su recuperación es esencial para la salud de los parajes marinos. Además, el coral candelabro, en el que están centrados en la oenegé, capta partículas de CO2 para construir las estructuras que dan lugar a los arrecifes. Se trata de unos pequeños grandes contribuidores en la lucha contra el cambio climático.

En este sentido, Fernando Alarcón reseñó que, en la Costa Tropical, igual que pasa en la Costa del Sol, la gente está acostumbrada a ir a la playa y ver solamente los problemas que hay en la arena, no los de debajo del agua. Y añadió que ese modelo de turismo es una "equivocación", ya que el turista busca esa agua transparente, como el de las islas Baleares. Un fenómeno que se da gracias a las extensas praderas de fanerógramas marinas, que "constituyen un ecosistema de aguas mucho más transparentes", algo que en la costa de Granada "se ha perdido".

Pese a ello, el litoral granadino cuenta con grandes playas de rocas que filtran sus aguas, con lo que propicia que "con condiciones idóneas, las aguas sean transparentes", explicó el presidente de la oenegé, quién además indicó que son perfectas para la práctica del buceo y que se puedan realizar labores de conservación.

Y añadió que, otro de los factores claves es que en la provincia de Granada se cuida la depuración de sus aguas y no se ha realizado una "explosión turística desmesurada", lo que la convierte en una costa con "una calidad ambiental espectacular".

Equilibrio Marino, además de poner en valor estos ecosistemas del litoral granadino, quiere favorecer la creación de un Área Marina Protegida, para atraer el ecoturismo de buceo durante todo el año. Fernando Alarcón señaló que, la costa de Granada "tiene una calidad ambiental espectacular, con la que se puede generar un atractivo turístico captando a ese perfil de personas que buscan un turismo de naturaleza y de alto nivel, como el del ecoturismo de buceo".

Con su trabajo, esta oenegé que se dedica a la recuperación de los ecosistemas marinos, pone en valor las especies que ellos habitan y promueven la zona para que se proteja y se intente prohibir la pesca para frenar su impacto negativo. Actualmente cuentan con el patrocinio de la Red de Áreas Protegidas del Mediterráneo (MedPan) y Coral Guardian, la participación de la Universidad de Sevilla, Cádiz y Málaga, el Puerto Marina del Este de Almuñécar y Buceo Natura, con la colaboración de la Junta de Andalucía, Alnasur y el Ayuntamiento de Almuñécar, y de marcas como Aqualung, Tecline y Málaga Dive.

Un proyecto de recuperación de corales que comenzó en septiembre de 2020 y tiene un tiempo estimado de realización de tres a cuatro años, por lo que se encuentran en la búsqueda activa de financiación para seguir desarrollando las distintas fases del proyecto. Por ello, solicitan a aquellas empresas o particulares que estén interesados en colaborar con la causa a que se pongan en contacto con la organización para conocer más de cerca el trabajo que realizan.

Además del proyecto de recuperación de corales con sus guarderías marinas, la oenegé tiene en marcha otras iniciativas, como la Red de Microáreas Marinas del Mediterráneo, la Brigada del Mar o los Arrecifes Artificiales del Rincón de la Victoria en Málaga.