La Costa de Granada sucumbe al primer fin de semana de julio con lleno en las playas

Después de la tempestad, llega la calma. Los vecinos y veraneantes de la Costa Tropical han dado el pistoletazo de salida al primer fin de semana de julio por todo lo alto: viento y banderas rojas, pero también sol, playa, chiringuitos y ganas de desconectar y descansar en unas merecidas vacaciones. Cuarenta y ocho horas que han dado para mucho en el litoral granadino y en el que se vuelve a ver, tras el aletargado 'sueño' en el que se encontraban algunos municipios, el bullicio y el ajetreo de los que buscan la tranquilidad. Un inicio de la temporada estival que llega también con la paciencia, o poca en algunos casos, a la hora de encontrar un aparcamiento lo más cerca de la playa, las toallas colgadas en los balcones o las persianas abiertas de los muchos pisos de segundas residencias que vuelven a habitarse de vida.

El olor inconfundible del salitre del mar se entremezcla con el del protector solar y los espetos de sardinas. Bares y chiringuitos reciben a multitud de turistas con ganas de disfrutar de la gastronomía o pasar un rato agradable mientras se refrescan con una bebida bien fría. La estampa veraniega se repite a lo largo del litoral, multitud de personas jugando a las palas, dándose refrescantes baños o tumbados en las toallas y esterillas bajo el sol: la Costa Tropical inicia una de sus quincenas fuertes del verano.

Si en la jornada del sábado varios ayuntamientos del litoral tuvieron que colocar sus banderas rojas en las riberas por el fuerte oleaje, más de una sombrilla salió volando y  los vigilantes de la playa tuvieron que prestar especial atención a aquellos que se acercaba hasta la orilla y advertían de la prohibición de entrar en el agua, el panorama cambió radicalmente el domingo. Aunque algunas playas permanecieron aún algo revueltas -en otras como la Caletilla de Almuñécar ondeó la bandera verde-, la posibilidad de entrar con cuidado, la falta de viento y el aumento de temperaturas propició el éxodo a las playas desde La Herradura hasta La Rábita.

Un inicio de temporada que ilusiona al sector hotelero gracias a la recuperación, poco a poco, del turista extranjero y la consolidación del destino a nivel nacional -supone entre el 80 y el 85 por ciento de los visitantes-, en el que destacan las familias con uno o dos hijos, que buscan una experiencia vacacional pensada en los más pequeños. Aunque el nicho de mercado está muy segmentado en época estival, con predominio del turismo de proximidad, con una mayor clientela de la misma provincia de Granada, Jaén o Córdoba, son muchos los madrileños, vascos y manchegos los que se desplazan en sus días de descanso hasta este rincón tropical.

Desde el sector se mantienen prudentes, aunque esperanzados en que este sea definitivamente el verano en el que se logre superar las cifras de ocupación que se registraban en el verano de 2019, es decir, antes de la irrupción del covid.

El presidente de la Asociación de Chiringuitos y Empresarios de Playas de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, ha explicado que a pesar de que esta primera semana de julio llegó marcada por el viento, eso no frenó las ganas de playa de los visitantes, tanto de origen nacional como internacional. "Este fin de semana el viento se ha calmado y las playas se ven repletas de turistas disfrutando del sol, la playa y los chiringuitos, aprovechando también para practicar actividades náuticas en nuestros establecimientos, con ofertas para todas las edades, desde patinetas para los más pequeños hasta kayak, velas y embarcaciones para los mayores".

Trujillo ha señalado que están contentos porque "julio ha empezado con mucha fuerza. La gente tenía ganas de playa, de disfrutar, de desconectar y disfrutar las vacaciones junto al mar con todo lo que ofrecemos. Tenemos muy claro que el destino Costa Tropical está consolidado como el gran atractivo de Granada en el verano, prolongándose cada vez más en meses, rompiendo esa estacionalidad que tanto nos perjudicaba antes y que ahora es cada vez menor gracias al turismo de proximidad y a los residentes extranjeros".

Por último, ha reseñado que ofrecen lo mejor de la gastronomía mediterránea, con pescado y marisco fresco de primera que llega de la lonja cada día. "Cuando el almuerzo se acaba llega lo que ya hemos denominado como 'chiritardeo', que no es otra cosa que seguir disfrutando de la tarde, las charlas y la alegría que ofrece el mar y el sol en un ambiente especial y animado. Confiamos en que este sea el pronóstico de lo que vamos a vivir a lo largo de julio y agosto".