Descubren dos nuevas especies de corales en los fondos marinos de la Costa de Granada

Investigadores de la Fundación Museo del Mar de Ceuta han identificado dos nuevos tipos de invertebrados en fondos marinos de Castell de Ferro y Ceuta, en el marco de un proyecto en el que también participa la Universidad de Granada

Una de las nuevas especies descubiertas en el mar de Alborán / Cedidas

La rica y extensa biodiversidad marina que habita en los entornos mesofóticos del mar de Alborán continúa dando sorpresas a científicos e investigadores gracias al descubrimiento de nuevas especies que permiten comprender el hábitat, así como ecosistemas de importante valor para la conservación. Hallazgos como el de diferentes morfologías en ejemplares de colonias de corales blandos (del género Parazoanthus) en los Acantilados y Fondos Marinos de Calahonda-Castell de Ferro así como en otra población en los fondos submarinos del Monte Hacho de Ceuta, que han permitido descubrir dos nuevas especies de corales desconocidas hasta la fecha.

Se trata de Parazoanthus franciscae, de momento endemismo estricto del mar de Alborán, y Parazoanthus brevitentacularis, distribuida por el Mediterráneo y la Macaronesia, que se localizaron tras varias inmersiones. Estos animales comúnmente se conocen como anémonas incrustantes amarillas, aunque no se trata de verdaderas anémonas. Son invertebrados marinos que vive en colonias, tapizando grandes paredes o parasitando a otras especies, como esponjas o hidrozoos.

El coordinador científico de la Fundación Museo del Mar de Ceuta, Alfredo Rosales, ha explicado que la aventura comenzó en 2019 con la idea de que podían existir especies del género Parazoanthus que podía pasar desapercibidas por parecerse, en cierto modo, a la especie general. En ese momento empezaron a construir la idea que se materializó tiempo después con un proyecto de transferencia financiado por Cei.mar (Campus de Excelencia Internacional del Mar), cofinanciado por la empresa Gestema Sur y la entidad sin ánimo de lucro Fundación Museo del Mar de Ceuta, con la coordinación de la Universidad de Granada. "En el marco del proyecto descubrimos otro organismo en Castell de Ferro, que ha acabado siendo un endemismo único del mar de Alborán, y que ha acabado siendo otra especie que había pasado desapercibida hasta la fecha". El descubrimiento se desarrolla en el marco del proyecto MesoAlborán, que les permite explorar las profundidades del mar, focalizándose en las zonas protegidas y entornos aledaños.

Rosales ha recalcado la importancia de prestar la suficiente atención durante las inmersiones en el medio marino porque "una vez estás ahí, eres capaz de comprender pequeños cambios en la ecología del medio. Eres capaz de observar pequeños cambios en la morfología de los animales, y eso es más fácil trasladarlo luego al laboratorio, aunque luego también requiere una metodología muy precisa en laboratorio".

Carmelo Ruiz y Alfredo Rosales durante la rueda de prensa celebrada en Castell de Ferro / Alba Feixas

Por su parte, Carmelo Ruiz, del Departamento de Genética de la Universidad de Granada, ha destacado la "interesante" situación geográfica de Castell de Ferro desde el punto de vista científico, al ser "un sitio de biodiversidad que hasta este momento está muy poco estudiado". Y resalta la importancia de la colaboración entre los múltiples organismos, para poder llevar a cabo este tipo de investigaciones. "Hemos estudiado la biodiversidad que existe en estos organismos. Primero se detecta a nivel morfológico, el problema es que el medio puede cambiar su forma, aunque no los genes. Nos hemos dedicado a estudiar los genomas y hemos resuelto un problema de asignación taxonómica, viendo si es verdad que el cambio morfológico que se había detectado a nivel de estructura del organismo, de apariencia física, se corroboraba con el cambio genético. Se han utilizado técnicas genómicas de última generación, son técnicas de secuenciación masiva en las que secuenciamos todo el genoma de individuo".

Con una espectacular variabilidad morfológica y dada su especial relevancia como biomodulador (especies que construyen hábitats y modulan los mismos), la diversidad morfológica de los Parazoanthus lleva siendo objeto de estudio desde mediados de los años 50, habiéndose generado un debate científico sobre esta variabilidad y su posible relación con la existencia de especies crípticas, que no ha sido resuelto hasta casi 80 años después, cuando el equipo investigador ha reunido las pruebas suficientes para que la revista Marine Biodiversity acepte esta hipótesis, habiéndose incluido además en el catálogo de nuevas especies del Programa Ocean Census.

"Si hubiera más financiación por parte de las entidades pública se podría conocer mucho más toda la diversidad que hay en el mar de Alborán. El futuro de los pueblos de la costa está en juegos y cuanto más conozcamos las cosas, más las vamos a defender", ha resaltado Ruiz.

El director de la Fundación Museo del Mar de Ceuta, Óscar Ocaña, ha puntualizado que más allá de las especies descritas y del estudio genético, se inaugura una manera de trabajar con este grupo de especies. "Lo importante no son solo las especies nuevas, sino que cada una de ellas, sobre todo en el tema de Parazoanthus axinellae, que son los que viven sobre las esponjas amarillas, y en el Parazoanthus brevitentacularis, se inaugura una nueva madera de trabajo. Además de eso, es interesante destacar que se resuelve un problema de hace más de 100 años enquistado en el Mediterráneo, ya que siempre se había intuido por los científicos que no eran cosas iguales, pero nadie había dado el paso definitivo. Nosotros finalmente resolvemos este problema, y los separamos".

Han explicado el procedimiento que han seguido durante los estudios científicos / Alba Feixas

La importancia de conservar las especies marinas

Para llevar a cabo las investigaciones en el fondo marino se han utilizado las mejores tecnologías disponibles para optimizar las complicadas jornadas de trabajos de investigación submarina; en este caso se ha recurrido al uso de un ROV (vehículos de control remoto), que ha ayudado a realizar prospecciones previas en las profundidades antes de que se sumerjan los especialistas en buceo científico.

El equipo de investigadores insisten en que la conservación de las especies marinas depende de conocer su existencia, distribución, sensibilidad, funciones o servicios ecosistémicos que prestan o pueden prestar al bienestar humano. Entre estas contribuciones, Parazoanthus es muy importante como especie bioconstructora, ya que genera hábitats sobre los que se desarrollan las comunidades marinas de las que se nutre la pesca, construyendo bosques en miniatura entre los que, entre otras, las especies de interés pesquero realizan sus puestas.

Además, estudios recientes muestran su capacidad como fuente de nuevos compuestos antimicrobianos, que pueden mitigar o eliminar enfermedades.

Durante la presentación del descubrimiento en el Ayuntamiento, la alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Toñi Antequera, ha agradecido a los implicados la elección del municipio para presentar estas dos nuevas especies que se han localizado en el mar de Alborán.

El presidente de la Fundación Museo del Mar de Ceuta, Fernando Rodríguez, ha explicado que la fundación es una entidad sin ánimo de lucro que tiene su sede en la ciudad de Ceuta, pero cuenta con una oficina y parte de su equipo en la provincia de Granada y con las vistas puestas en la costa granadina. "Hace años al amparo de una convocatoria de Fondo Europeo que tramita el Ministerio y la Fundación Biodiversidad, conseguimos un proyecto que financiaba estudiar mejor determinadas zonas del Mediterráneo. El proyecto Mesoalborán, que ahora cuenta con su segunda versión, trataba de conocer esos ambientes mesofóticos donde aún llega la luz pero no son ambientes muy profundos submarinos y al amparo de ese proyecto, se ha realizado el descubrimiento o el conocimiento científico que permite la descripción de unas especies nuevas de invertebrados. En ese proyecto también ha estado involucrada la Universidad de Granada y el sector pesquero granadino".

Foto de familia de los ponentes / Alba Feixas

Por su parte, el director del Aula del Mar de la Universidad de Granada, Julio de la Rosa, ha destacado que este descubrimiento pone en evidencia "los grandes valores ecológicos que presentan los fondos marinos de Castell de Ferro y en general la gran biodiversidad del litoral de Granada, donde en una franja de apenas 65 kilómetros hay cuatro zonas de especial conservación, lo que es excepcional en el contexto mediterráneo". "Que en el siglo 21 todavía se estén descubriendo especies nuevas de invertebrados hace que no deje de sorprender la riqueza y la biodiversidad que escondemos y lo importante que es conocerla y preservarla".

Al hilo, ha apuntado que el Aula del Mar estará siempre apoyando todo este tipo de trabajos, divulgando y transfiriendo este tipo de resultados con un lenguaje asequible para que pueda llegar a toda la ciudadanía.

En representación de la Cofradía de Pescadores y gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Motril (OPP85), Inma Carrasco, ha incidido en la importancia de estos encuentros que sirven para visibilizar el apoyo que el sector pesquero ofrece a toda la comunidad científica. "Aún hay un largo camino por recorrer, pero tenemos acuerdos de colaboración con la Universidad de Granada, estamos poniendo en marcha proyectos de investigación científica, etcétera, y por supuesto, lo más importante para nosotros es que nuestros ecosistemas marinos estén saludables y tengan un buen estado ambiental. Somos una parte muy importante dentro de la cadena de valor de los productos pesqueros. Somos los primeros que estamos a bordo de nuestros barcos pescando y es vital y es fundamental que trabajemos juntos".

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