Los espigones de la Costa de Granada: y ahora, ¿qué?
El Gobierno adelanta que a finales de año espera licitar las obras del dique de La Rábita, y se abre a estudiar la inclusión del de Cotobro, que no estaba planificado
"Necesitamos que el resto de proyectos se aceleren": los alcaldes de la Costa de Granada reclaman sus espigones
Granada/Siete años han tardado. Después de que en 2017, los entonces llamados ministerios de Fomentos y Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente elaboraran la Estrategia de Actuación en la Costa de Granada, el Gobierno ha comenzado las obras del primero de los diez diques y espigones considerados como "prioridad alta" para defender el litoral granadino de los temporales y las fuertes corrientes que, en numerosas ocasiones, ha destrozado playas enteras, muchas veces en plena temporada turística como sucedió el pasado verano en Playa Granada. Es precisamente en este emblemático arenal donde se ha iniciado la construcción del primer espigón, situado en la Punta del Santo. Ipso facto. Fue firmar el acta de replanteo y que la empresa constructora empezara a vallar la zona en una obra contra el reloj, con una duración prevista de ocho meses, lo cual lleva implícito que estará acabada en junio de 2025: justo para el comienzo de la temporada de verano del año que viene.
De esta manera, y tras invertir 4,7 millones de euros por parte del Ministerio de Transición Ecológica, Motril y su playa más turística estarán, o eso se espera, a salvo de los efectos de los temporales. La forma del espigón retendrá la arena procedente de la escorrentía y las corrientes desde la desembocadura del Guadalfeo. Por el contrario, cortará la aportación de sedimento a la playa del Pelaillo, la que está frente al Paseo Marítimo y la más próxima al Puerto de Motril. De hecho, una actuación complementaria será 'vaciar' una parte de ese relleno y reducir la explanada del arenal, y así retraerla casi hacia la línea de costa original. Esta arena extraída servirá para regenerar y alimentar la nueva playa que surgirá del espigón, ampliando la superficie frente a la zona urbanizada, y que irá decayendo hasta la desembocadura del Guadalfeo.
Sin embargo, esto último no debería ser así. De hecho, el proyecto entronca con una serie de actuaciones previstas en todo ese frente litoral hasta Salobreña, que no harían perder arena a esa playa. En el fondo, todo está más que estudiado y pensado. Los espigones de la Costa de Granada no son solo proyectos aislados, sino que en conjunto, cumplen la función de hacer que el litoral de la provincia deje de estar tan al albur de los vientos y las mareas. Una costa más apacible, y no tan dura y agreste como ya lo es por su propia naturaleza.
El informe de la Estrategia de Actuación en la Costa de Granada planificó ya en 2017 las actuaciones a seguir para solucionar los problemas de erosión del litoral de la provincia en tres niveles de "prioridad", tanto alta como media y baja. El espigón que desde el miércoles está en obras en Playa Granada es uno de los diez que tienen esa consideración, y el que tras siete años y medio de espera se ha puesto en marcha antes. Del resto, la tramitación va más lenta. Aún. Y no sin dificultades para salir adelante.
Salobreña, ¿qué?
Entre las actuaciones consideradas con prioridad alta se encuentran las modificaciones que sufrirá el entorno de Salobreña, en concreto en la desembocadura del río Guadalfeo. Cambiará completamente su fisonomía, convirtiendo lo que ahora son dos muros a ambos lados de la ribera cuando entra en el mar a dos diques con escollera y forma de talud. El situado, además, junto a la playa de La Cagailla se abrirá de forma angulada para dirigir el sedimento arrastrado por el río en dirección Motril, ayudando a que los aportes se vayan hacia los arenales de ese sector.
Así, la Estrategia prevé una "prolongación del dique de encauzamiento norte de la desembocadura del Guadalfeo en unos 70 metros hasta una profundidad de 5-6 metros", con una "rectificación del actual dique para hacerlo en talud de escollera". Esto mismo se realiza en el dique sur. Como obra de alta prioridad figura la construcción de un dique exento (denominación que se le da a aquel que no está unido a tierra, y que puede estar sumergido o en superficie) "al este del dique de encauzamiento sur de la desembocadura del Guadalfeo de 150 metros y profundidad de 5-6 metros en el extremo occidental de la playa de la Cagailla". Se encuentra en trámite de supervisión del proyecto.
Es decir, el espigón que se construye ahora en la Punta del Santo y el dique sur de la desembocadura del Guadalfeo, que está en una fase de tramitación ordinaria y demasiado larga, se dibuja una forma que 'abraza' ambas puntas de esa parte del litoral, en línea recta, y que favorecerá la retención de arenas y materiales arrastrados por las corrientes, sobre todo procedentes del río. Esa es la finalidad de todas las actuaciones de esta zona de la Costa, la que más sufre los embates de los temporales. Todo está conectado, en este caso, y por eso es necesario que las obras del primer espigón vengan acompañadas por el de Salobreña. Y tiene pinta de alargarse, ya que está en fase de supervisión técnica tras culminarse la tramitación ambiental. En el caso de la Villa se decidió realizar una tramitación más compleja por la presencia de unas lapas protegidas.
Los otros de Motril
El de Playa Granada no es el único espigón prioritario del municipio de Motril. De hecho, este ni siquiera figura entre las actuaciones siquiera secundarias en el documento de Estrategia de 2017, aunque sí figuraba en el Plan Litoral elaborado por la Junta de Andalucía en 2015. Coincidencia o no, donde se construye este dique es en el mismo emplazamiento donde estaría situada la bocana de la futura Marina de Motril, un proyecto de puerto deportivo a la altura de los más importantes de la Costa del Sol, del cual hay estudios y que se presentó a bombo y platillo en la feria del turismo Fitur de enero de este mismo año.
El informe de defensa de la Costa prevé también para la zona de Motril de un dique exento al oeste de donde se construye el actual, más o menos frente a Villa Astrida, de 150 metros y una profundidad de entre 5 y 6; otro en forma de escollera lindando prácticamente con el Puerto de Motril en la playa del Pelaillo, también de 150 metros de largo y 7-8 metros de profundidad, y un tercero ya pasada la dársena de abrigo, en dirección Torrenueva, en la playa de las Azucenas de 200 metros a unos 1,4 kilómetros al este del contradique del Puerto de Motril. Hace tiempo se descartó asimismo un dique en esta zona, dentro de un plan primigenio de primeros de los años 2000, del Ayuntamiento de Motril. Sí se hizo un dique semisumergido en este mismo arenal cuando se amplió el dique de Poniente del puerto.
Lo de Castillo de Baños
Otra actuación de "prioridad alta" para Costa es la construcción de un dique que complemente al ya existente en el extremo de poniente de la playa del Sotillo, el Gualchos-Castell de Ferro. Sería del mismo tipo, exento y semisumergido uno 6 o 7 metros, y de 80 metros de largo. Este proyecto está paralizado a causa de unos cambios que deben realizarse en el mismo, por lo que el Gobierno cataloga su estatus administrativo en fase se supervisión técnica. En este municipio se prevén otros dos diques del mismo estilo, más alejados de la costa que los actuales, en una actuación catalogada de "prioridad media".
El caso más complicado está cerca de Castell, en Castillo de Baños, que soñaba con tener al fin una playa frente a su costa, en vez de la actual escollera. La cercanía de una pradera de posidonia oceánica, una especie vegetal marina de un altísimo valor ecológico, y "fallos" en los estudios previos hicieron que este mismo año el informe ambiental resultara negativo. El proyecto de protección, de prioridad alta, se basaba en dos alternativas, la más ambiciosa la construcción de un espigón curvo con el morro asentado a la 6 metros de profundidad aproximadamente en el extremo de levante de la playa, que se crearía con rellenos y aportaciones marítimas. El portazo ambiental sentó como un jarro de agua fría en el Ayuntamiento de Polopos. La otra opción, más conservadora, renuncia a la playa por un "refuerzo del dique longitudinal de escollera" que hay en la actualidad.
Rábita, Yesos... ¿Y Almuñécar?
Prioritaria, pero no tan llamativa es la actuación que se llevará a cabo en Los Yesos. Se trata de un simple 'tacón' de quince metros en el morro de la actual escollera, una obra relativamente simple pero que generará un nuevo espacio de playa, de 110 metros, gracias al relleno de arena. Es en La Rábita, localidad que pertenece a Albuñol, donde se prevé una actuación mayor dentro de las preferentes. Se trata de construir un espigón en escollera que prolongue el actual, "en el extremo de levante de la playa, de unos 130 metros de longitud, con el morro asentado a 5 metros de profundidad", según el informe. Un proyecto que será el siguiente en ponerse en marcha. El Gobierno espera que la licitación de las obras esté para final de este año.
La gran interrogante es Almuñécar. La única actuación de urgencia no consta de la construcción de nuevas defensas, sino en reparar las que ya existen, dos espigones y un dique, en las playas de la Caletilla y Puerta del Mar. El Ayuntamiento pide uno en Cotobro que ni siquiera está en el plan de defensa de la Costa, pero que el subdelegado del Gobierno, José Antonio Montilla, está abierto a estudiar ya que "se entiende que es necesario por la situación del deterioro" de esta playa. En la localidad sexitana sí aparece el dique de la no-playa (porque en la actualidad es una escollera) de Fuente Piedra... Que es donde existe el proyecto de otro puerto deportivo de lujo cuya tramitación, tras su anuncio dos años atrás, ha quedado olvidada.
En todo caso, el Plan de Protección del Litoral, según el subdelegado, es un documento abierto a que "se puedan ir incorporando otras actuaciones o se contemplen otras más leves que no conlleven un espigón, pero que también sean compatibles". "La Dirección Provincial de Costas está atenta para ver como va evolucionando el litoral. Es posible que en algunos casos haya que reelaborar algunos proyectos, incluso se pueden incluir otros si se ve la necesidad", añade.
Prioridades medias y bajas
El informe detalla actuaciones a realizar con un grado de importancia menor a los descritos hasta ahora. Un escalón por debajo están como "prioridad media" de la construcción de un nuevo espigón de 200 metros en Torrenueva, y de prolongar tres de los actuales, todos en forma de L invertida. También tiene carácter intermedio de ejecución dos pequeños espigones en escollera en las dos puntas de la playa de El Pozuelo, en el municipio de Albuñol. Llama la atención que este último haya iniciado su tramitación por delante de otros con mayor prioridad. Está en fase previa al estudio ambiental.
Con prioridad baja hay muchas actuaciones recogidas. En Almuñécar aparecen dos construcciones. Una de un espolón en el ya existente espigón este de la playa de Puerta de Mar, y de un espigón de 180 metros en la misma playa pero desplazado 270 metros al este del actual. En la costa oriental, se recoge la conveniencia de tres diques exentos en Castell de Ferro, en la playa del Sotillo, como recálculo de las defensas actuales. Es decir, cambiar su ubicación.
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