Una galería de arte al aire libre para inmortalizar la esencia de La Caleta de Salobreña

Costa

Ochenta y nueve fotografías en blanco y negro y de gran formato repartidas por las calles para mostrar el "diamante en bruto" que hay en La Caleta

Una galería al aire libre para inmortalizar la esencia de La Caleta
Una galería al aire libre para inmortalizar la esencia de La Caleta / Alba Feixas
Alba Feixas

17 de julio 2023 - 06:30

Salobreña/Sus calles encaladas y laberínticas guardan la esencia de un barrio con entidad propia que se resiste a que el paso del tiempo haga mella. Es uno de los rincones especiales que la Costa Tropical guarda con mimo y hasta el que se desplazan multitud de personas cada fin de semana para pasear, disfrutar de su gastronomía o conectar con sus gentes. Y desde este sábado, para disfrutar de una gran galería de arte al aire libre, donde los protagonistas son sus propios vecinos. La Caleta de Salobreña se engalana y 89 fotografías de gran formato repartidas por sus calles, aguardan impacientes para 'regalar' parte de su historia a todos sus visitantes.

Se trata de 'Caleteros', una exposición al aire libre de Alicia Soblechero y Remedios Valls, dos fotógrafas amigas que deciden juntarse para mostrar al mundo el "diamante en bruto" que hay en La Caleta y que su esencia quede inmortalizada en la historia. Una idea que llevan años madurando y que tras diferentes idas y venidas decidieron que era el momento perfecto para realizarlo. Por delante todo un año de llamadas, búsqueda de localizaciones y vecinos que quisieran participar, tratamiento de la imagen e impresión para poder mostrarlas al mundo. Alicia y Remedios llegan juntas por la calle Ramblilla tras muchas horas de trabajo ultimando los preparativos para la gran inauguración de la exposición de este sábado, al pasar por la gran pared blanca de la Fábrica Azucarera y ver varios de los retratos, no pueden evitar emocionarse. "Después de tanto trabajo, por fin vemos los resultados, y pensábamos que no llegábamos", comenta una de ellas sin quitar ojo de los grandes retratos.

"La gente de La Caleta tiene mucho carácter y un sentir caletero muy fuerte, cuando vienes ves como tienen una forma de vivir muy sencilla pero muy orgullosa a la vez, la idea es crear una imagen a través de sus propios vecinos", explica Valls mientras asegura que no todos los que se han puesto al otro lado del objetivo son de allí. "Hemos inmortalizado a una representación de vecinos de toda la vida, que se han criado y viven aquí, pero también hay otros que pese a que ya no viven en el barrio vienen siempre que pueden porque comparten este sentimiento, incluso varias personas que llegaron hace años, se enamoraron de sus calles y se quedaron a vivir. Ser de La Caleta también es un sentimiento".

Es inevitable no recrearse en cada una de las instantáneas para saborear cada detalle, cada elemento que las hace únicas e irrepetibles. La fugacidad de la vida inmortalizada, suspendida en el tiempo y lista para disfrutar lentamente.

Alicia y Remedios posan con uno de sus retratos
Alicia y Remedios posan con uno de sus retratos / Alba Feixas

Un proyecto que ha supuesto mucho "trabajo" e "ilusión" y que les ha permitido "verlo todo desde dentro, nos ha permitido conocer a muchos vecinos, sus problemas e inquietudes, su historia y costumbres. La Caleta era un pueblo pescador, también vivía de la caña y el azúcar y ya no, sin embargo esa esencia no se ha perdido, puedes encontrar vestigios de su historia simplemente paseando por sus calles, y sabes que hay una amenaza continua porque sabes que cambiará tarde o temprano y hay mucho que salvaguardar", añade Remedios.

Al principio comenzaron retratando a gente conocida, "poco a poco se fue corriendo la voz de lo que estábamos haciendo y a medida que se fueron enterando de que uno u otro vecino iba a salir se fueron animando y eran los propios vecinos los que nos llamaban para mostrar su interés y participar. También hemos contactado con gente a través de las redes o simplemente estábamos por aquí y hemos visto a algún vecino o vecina y los hemos parado por la calle para que posaran", cuenta Soblechero. "Aunque si frecuentas La Caleta sabes perfectamente que hay una serie de personas a las que tienes que retratar, porque son parte del carácter".

"Los propios vecinos nos han ayudado muchísimo para localizar a personas que tenían que aparecer si o si y que ya no viven aquí, al final hemos tenido que seleccionar un poco, aunque en un principio nos propusimos llegar al centenar, vimos que teníamos ya una muestra lo suficientemente representativa para transmitir lo que queríamos transmitir, y además en las fiesta de la Virgen del Carmen, que es cuando más gente viene a La Caleta para disfrutar de las fiestas. Estamos deseando de que sea la procesión y ver a la Virgen rodeada de gente de camino a la playa y con los retratos de los propios vecinos en grande sin perderse nada", cuenta Alicia.

Uno de los retratos que puede verse en La Caleta
Uno de los retratos que puede verse en La Caleta / Alba Feixas

Ambas coinciden en que uno de los objetivos fundamentales que perseguían era que "la gente que viene de fuera y no sabe realmente lo que es esto, que conozca todos sus rincones". De hecho, aunque una parte importante de los retratos se encuentran en las calles más transitadas, es necesario perderse por callejuelas y acceder a rincones menos transitados, para poder ver la totalidad de las fotografías. "Hay vecinos de la zona alta que no se movían mucho por aquí, y viceversa, y que están haciendo ya ruta por todo el barrio para ver los retratos de los otros vecinos, no sólo sirve para darle vida a sus calles, llevamos varios días viendo como los propios vecinos van de un lado a otro para ver las fotos".

José Antonio es uno de los inmortalizados. El retrato con su madre aguarda a la puerta de la casa. "Me ha parecido una iniciativa maravillosa, la gente sube más de lo que antes subía por este entorno solo para buscar las fotos". Asegura que la primera vez que vio el retrato en la pared le impresionó un poco verse, pero "ya me gusta verme, y a mi madre le gusta mucho estar ahí". Entre risas comenta que "tanto Reme como Alicia se han pegado una 'panzá' de trabajar, primero haciendo el proyecto y luego colocando los retratos por todo el pueblo, que también tiene su mérito".

Sobre posar para dos fotógrafas profesionales, cuenta que se han sentido muy a gusto en todo momento. "Nos comentaron la idea desde un principio y particularmente me gusto bastante, a mi madre le pareció bien también aunque no somos muy dados a salir en las fotos. A mi padre por ejemplo, que ya no está, si que le gustaba bastante posar y salir en las fotos pero a nosotros no tanto, pero no pudimos negarnos".

José Antonio y su madre en la puerta de su casa junto al retrato
José Antonio y su madre en la puerta de su casa junto al retrato / Alba Feixas

Por su parte, la concejala de La Caleta y otra de las retratadas por su "fuerte unión", Ángela Rodríguez, o la nieta de la Kika, como la conocen allí, destaca la iniciativa que permite "hacer a la gente participe y que tengan un sentimiento de apropiación del lugar, les permite sentirse aún más caleteros, si es posible, y que la memoria perdure". "Creo que plasma a la perfección el pueblo pesquero que ha sido La Caleta, las pequeñas tiendas que se regentan y que siguen teniendo un funcionamiento pese a que superficies más grandes intentan comerse el terreno. Además, al mirar las fotografías ves parte de la personalidad característica que se respira entre sus paredes".

"Es algo muy bonito, la gente llevaba tiempo preguntando cuando se podría ver, y cuando empezamos a descubrir algunas de las imágenes puestas por las calles, se respiraba el nerviosismo y la emoción. A título personal, también estoy muy emocionada por verme aquí retratada como una caletera más", reseña.

Después de este proyecto, que llevarán próximamente al formato libro, Alicia Soblechero y Remedios Valls seguirán trabajando en otros proyectos conjuntos que tienen en mente, entre otros otro que tiene como protagonista también a La Caleta.

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