La Garnatilla, el pueblo de la Navidad en la Costa Tropical

Los adornos, luces y rincones de este pueblo se han convertido en un auténtico reclamo navideño

Así es el pueblo de la Navidad de la Costa Tropical

Varias personas en la plaza de la Iglesia esperan con los más pequeños para hacerse unas fotos
Varias personas en la plaza de la Iglesia esperan con los más pequeños para hacerse unas fotos / Alba Feixas

La tranquilidad de sus calles da paso al bullicio y el gentío que se apresura, móvil en mano, a inmortalizar hasta el último rincón posible de esta pequeña pedanía de la Costa Tropical. Algo más de un centenar de vecinos viven de forma permanente durante todo el año en La Garnatilla, un pueblo enclavado en la falda de la loma de Jolúcar y la confluencia del arroyo Barranco de las Hozas, que pertenece al término municipal de Motril, que en estas fechas se convierte en un auténtico pueblo de la Navidad que atrae las miradas de multitud de personas de toda la provincia, e incluso de zonas limítrofes, que se desplazan para vivir la magia de la época navideña desde dentro.

Sus vecinos se encargan de decorar los exteriores de sus viviendas y de añadir otros elementos repartidos por el pueblo para que los visitantes se vean atraídos a recorrer sus calles y descubrir diversos secretos. Cuenta con un Rincón del dulce, un taller de juguetes, una aldea de elfos, varios pinguinos y muñecos de nieve -uno de ellos no muy conforme con la temperatura tropical presente en la zona-, varios nacimientos y árboles de Navidad o el mismísimo tren de Polar Express. Aunque no es el primer año que realizan esta actividad si es el año en el que más ha llamado la atención de multitud de personas y las redes sociales se han llenado de instantáneas navideñas con sus decorados o vídeos enseñando algunos de los secretos escondidos.

Todas las calles cuentan con decoración navideña
Todas las calles cuentan con decoración navideña / Alba Feixas

"Podéis pasar sin miedo", señala Pura Tovar, una de las vecinas del pueblo que desde la entrada de su casa observa la cantidad de gente que llega para ver la decoración, y como a los más jóvenes les llama especialmente la atención todo lo que hay montado. "Si os gusta lo que estáis viendo ya, esperad a entrar más en el pueblo, ya veréis, ya", adelanta la vecina como aperitivo a todo lo que está por descubrir.

A escasos metros una niña de no más de siete u ocho años grita emocionada a su madre que se de prisa porque otros niños se están montando en la plaza de la Iglesia en un trenecito de madera, y no puede parar de mirar las luces, la cantidad de colores o los grandes caramelos que hay colgados en la fachada de la Asociación de Vecinos. Por no faltar, no falta ni Villa Quién, donde el Grinch se prepara para hacer de las suyas e intentar colarse en alguna casa.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de La Garnatilla, Irene Pérez, explica a Granada Hoy que en líneas generales se trata de un pueblo muy tranquilo, donde se viven muy intensamente sus fiestas de verano y ahora las navideñas. "Nos hace especialmente ilusión ver tanto ambiente porque es muy entrañable ver a los niños correr por las calles y llenos de ilusión. Dicen que nos hemos convertido en el pueblo de la Navidad y a nosotros nos gusta mucho, aunque por mañana aprieta el sol y tenemos un 'vecino' que se ha derretido un poco", indica haciendo referencia a un muñeco de nieve que hay instalado en una zona del pueblo que se ha derretido por la temperatura tan característica de la Costa Tropical.

Un niño observa desde arriba a un pastor con sus ovejas
Un niño observa desde arriba a un pastor con sus ovejas / Alba Feixas

"La idea surgió hace unos años un poco por adornar las casas de cada uno para que se viera el pueblo más bonito. Poco a poco cada vez más vecinos se fueron animando y ya pasamos practicamente todo el año pensando ideas para realizarlas en las próximas navidades. Y al final es muy gratificante ver la cantidad de gente que viene a visitarnos porque eso significa que gusta bastante lo que hacemos y van difundiendo lo que ven, pero principalmente lo hacemos por nosotros mismos, porque nos gusta ver el pueblo bonito y la unión que tenemos entre los propios vecinos que nos juntamos por la tarde en la asociación para ir confeccionando las distintas manualidades", explica Alfredo Ortega, otro de los vecinos que reside en La Garnatilla.

Una de las cosas que llama la atención es la cantidad de carteles en otros idiomas que hay en algunas viviendas. "Hay un buen núcleo de residentes extranjeros, lo que pasa que poco a poco los vecinos descendientes del pueblo han ido comprando inmuebles a los extranjeros que por la edad han decidido poner en venta sus viviendas para trasladar sus residencias. Yo mismo le compré mi casa a un norteamericano y mi hermana se la compró a un inglés, poco a poco vamos siendo más gente local, pero aún hay bastantes vecinos de fuera", reconoce Ortega. En algunos casos permanecen cerradas durante esta época, por lo que desde la propia asociación se ponen de acuerdo para decorar también estos lugares y que no quede ni un rincón sin decorar. "Nos visita gente de la provincia de Granada principalmente, pero también han venido desde Málaga, Almería o Jaén, y este año por algún motivo hemos salido en varios medios de comunicación, Andalucía Directo estuvo aquí hace poco, y eso quieras que no también hace que más gente nos conozca, y ahora mismo vienen a visitarnos mañana, tarde y noche".

Los detalles adornan cada rincón
Los detalles adornan cada rincón / Alba Feixas

Por su parte, Irene Pérez añade que aquellos vecinos que aún no hayan descubierto este rincón del litoral aún están a tiempo de visitar el pueblo de la Navidad. "Empezamos a montarlo todo el 1 de diciembre con la idea de que estuviese todo listo en el puente, y ya se queda hasta después de Reyes, así que aún hay tiempo para visitarlo. Además, cuando se monta se hace con mucha ilusión y luego tardamos un poquito más en desmontar porque nos da pena".

Además, pese a lo que se podría pensar por la cantidad de adornos que hay, señala que están muy tranquilos porque todo el mundo que llega es muy respetuoso y no toca nada, por lo que una vez que todo concluye pueden recogerlo sin problema.

La mayoría de los adornos están hechos con materiales reciclados, desde botellas de plástico que se convierten en rebaños de ovejas, hasta ramas de árboles que se transforman en un nacimiento, o retales que sirven para confeccionar los trajes de algunos de los personajes que se reparten por el pueblo.

Uno de los muchos carteles que hay por el pueblo prohibiendo el paso al Grinch
Uno de los muchos carteles que hay por el pueblo prohibiendo el paso al Grinch / Alba Feixas

Cada año más municipios de la provincia se animan a decorar de forma artesanal sus calles o celebrar eventos relacionados con la Navidad para el disfrute de multitud de personas que aprovechan las vacaciones para hacer una auténtica ruta en la que no falta la parada en el belén monumental de Huétor Tájar, que este año está tematizado en escenarios de películas; un paseo por las calles del centro de Granada para visitar el mercadillo navideño, considerado como uno de los mejores de España; ver los adornos navideños de ganchillos realizados por la Asociación de Mujeres Albahaca de Castell de Ferro; o visitar alguno de los belenes vivientes que cada año organizan los vecinos de Calahonda, Huétor Vega o Salobreña; sin olvidar la parada casi obligatoria de la ruta de árboles de Navidad que montan en Torrenueva Costa.

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