El Greim de Granada atiende cerca de una treintena de actuaciones y rescates en lo que va de año

Estos especialistas son los encargados de acudir en caso de una emergencia que requiera su servicio en la mitad oriental de Andalucía -Córdoba, Jaén, Granada y Almería-

Un rescate de altos vuelos: "Si no hubiéramos activado el helicóptero lo habrían pasado muy mal"

Un rescate producido el pasado 14 de abril
Un rescate producido el pasado 14 de abril / G.H.

Su trabajo consiste en estar alerta y preparados por si algún senderista sufre un incidente en medio de la ruta. No importa la hora del día, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Granada se activa en cuestión de minutos una vez que reciben la llamada de emergencia alertando de que hay personas perdidas en la montaña, alguien en apuros por un incidente o, incluso, como ocurrió hace pocas fechas tras las intensas nevadas en Sierra Nevada, es necesaria su presencia para evacuar varios animales que habían quedado atrapados en un cortijo en lo alto del monte. Su actuación más reciente se produjo el pasado 14 de abril tras recibir la llamada de un grupo de 17 senderistas, entre ellos varios menores, que no podían proseguir la exhaustiva caminata que habían emprendido hacia un refugio de La Carihuela por problemas físicos por el cansancio y las inclemencias del tiempo, pero es solo uno más de los 28 rescates en los que se han visto involucrados en lo que va de 2025 en su área de acción.

"Llevamos 28 actuaciones desde el 1 de enero, si nos vamos a la temporada invernal la cifra aumenta porque esta empieza en noviembre. No todas las actuaciones son del mismo tipo, nos requieren también, por ejemplo, cuando hay un accidente de circulación y cae un vehículo por algún terraplén. Hace unos días tuvimos una activación por un accidente grave que hubo en Los Guájares, en un primer momento no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar porque toda la información que teníamos era de una llamada alertando de que había alguien pidiendo auxilio en lo hondo de una barranquera, y al llegar nos encontramos con que el hombre se había despeñado con su vehículo", explica a Granada Hoy el teniente jefe del Greim de Granada, Luis Manuel Raya.

En este sentido, indica que durante el invierno lo normal es recibir avisos de personas en la montaña. "Hace no mucho tuvimos que asistir a dos senderistas de Polonia cerca de La Carihuela, que estaban enriscados y en hipotermia. Actuamos un poco en todo, en barrancos, en cuevas también hemos tenido hace poco una actuación en Córdoba por una accidentada haciendo espeleología".

El Greim de Granada actualmente tiene un radio de acción que traspasa las fronteras de la provincia. Ellos son los encargados de acudir en caso de una emergencia que requiera su servicio en la mitad oriental de Andalucía -Córdoba, Jaén, Granada y Almería-. La plantilla está formada por 17 agentes, todos especialistas en montaña, y cuentan con seis vehículos oficiales preparados para la intervención. Además, si las necesidades lo requieren por la urgencia o la distancia, cuentan con el apoyo del helicóptero del Servicio Aéreo de Granada, como ha sucedido esta misma semana.

Una de las cosas más importantes, según destaca el teniente jefe del servicio, es planificar las salidas y tener claro el objetivo al que se dirigen para evitar accidentes innecesarios "ni poner la vida de los componentes". A la hora de embarcarse en una expedición en la montaña, recomiendan que los usuarios programen las salidas, lleven mapas e intenten conocer con antelación el medio al que se desplazan. Además, inciden en que es importante no salir solo. "Lo ideal es que mínimo sean tres personas, para que en caso de que uno sufra un accidente, uno de los acompañantes pueda hacer compañía mientras el otro busca ayuda", añaden.

Aunque parezca una obviedad, recalcan que es importante conocer la predicción meteorológica del día de la salida y asegurarse de que se lleva el equipo adecuado para la actividad a desempeñar.

Solo durante el pasado año, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña rescató a cerca de un centenar y medio de personas, de las que unas 55 estaban heridas, 75 resultaron ilesas y diez estaban fallecidas.

Buena parte de estos rescates se han concentrado en el término de Monachil (en zonas como Los Cahorros y Cerro Huenes); en Güéjar Sierra (Lavaderos de la Reina y Valle de San Juan); así como en la zona de Dílar, Capileira y Otívar. Destaca aquí la zona de Río Verde; o Huétor Santillán.

De animales atrapados a caídas, las actuaciones del año

Una de las primeras actuaciones que realizó el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña a principio de año fue el rescate de un hombre de 45 años que sufrió una caída por un desnivel de "al menos 10 metros" cuando se encontraba escalando la cala norte del Pico de los Machos. El accidentado tuvo que ser evacuado hasta la helisuperficie del servicio de emergencias 112 y desde allí trasladado en ambulancia hasta el hospital Virgen de las Nieves. "Fue un operativo muy complicado porque tuvimos que organizar un rescate en hielo, atenderlo y montarlo en una camilla hasta que conseguimos llegar al Corredor del Veleta, una zona más llana en la que se pudo evacuar con el helicóptero", indica el teniente Raya.

También tuvieron que atender a un hombre que en su ascenso hacia el Mulhacén empezó a sentir el conocido como 'mal de altura' -dificultad para respirar, náuseas, dolor de cabeza-. Pudo ser trasladado sin problema hasta una zona baja donde le esperaban los servicios sanitarios.

En marzo rescataron a dos personas en Capileira, con síntomas de hipotermia y congelación una de ellas, tras no poder seguir la ruta hacia el pico Mulhacén y pedir auxilio desde Puerto Molina, ya que una de ellas no podía continuar al tener serias dificultades para caminar. Cinco agentes se desplazaron hasta el lugar, dejaron los vehículos en la Hoya del Portillo e iniciaron el ascenso a pie hacia el punto donde se encontraban estas personas, dado que la nieve acumulada y la climatología de la zona les impedían continuar el trayecto con los coches patrulla.

Cuando localizaron a los dos senderistas, los auxiliaron y les proporcionaron ropa de abrigo. Ninguno de los dos llevaba el material adecuado para la realización de la actividad, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas extremas que había en el lugar como consecuencia de la borrasca Jana, si bien el hombre se encontraba en buen estado y pudo realizar el descenso por sus propios medios. En el caso de la mujer, tuvo que ser trasladada por los guardias civiles mediante porteo con una camilla trineo, pues presentaba síntomas de hipotermia y congelación.

En el mismo mes, y tras el tren de borrascas que se vivió en la provincia fueron activados para rescatar a un grupo de animales que se habían quedado atrapados en su cortijo por la nieve. Cinco especialistas se aproximaron hasta el lugar más cercano posible, y emprendieron el resto del camino a pie. Algunos de los animales fueron trasladados a mano por los propios agentes y otros tuvieron que ser movidos en camilla entre varios por su tamaño.

O el rescate de un hombre y una mujer que se encontraban en una zona del Collado de la Carihuela y no podían continuar hasta el refugio por la fuerte ventisca que había en ese momento a consecuencia de la borrasca Martinho. Con la colaboración de una máquina pisanieves de Cetursa llegaron lo más cerca que pudieron, si bien aún les quedaba por recorrer a pie, de noche y en medio de la ventisca casi un kilómetro hasta llegar el lugar donde se encontraban estas dos personas.

Las condiciones meteorológicas, recuerda el teniente jefe del Greim de Granada, "fueron muy duras, había una sensación térmica de hasta -35 grados" y la noche complicó el rescate. Cuando localizaron a los dos montañeros, descubrieron que ambos ya presentaban síntomas de hipotermia y congelación, y apenas podían mantenerse en pie.

Los agentes del Greim les proporcionaron material para poder regresar hasta donde les esperaba la máquina pisanieves. El rescate seguía siendo complejo porque, a las condiciones meteorológicas, se le sumó que la zona donde habían intentado resguardarse de la ventisca estaba junto a una pendiente helada, lo que hacía que se tuviesen que desplazar lentamente para evitar caerse por la misma.

Al filo de la medianoche, los agentes llegaron de nuevo a la máquina pisanieves junto con los dos montañeros, y los trasladaron hasta el centro de salud de Pradollano para que fuesen atendidos por los servicios médicos. Tras el primer reconocimiento, los agentes, a petición de los servicios sanitarios, los trasladaron al hospital PTS, dado que su estado de salud así lo requería.

Uno de los guardias civiles que participó en el rescate tuvo que ser atendido por los servicios médicos de Pradollano, pues cedió sus guantes a una de las personas rescatadas, lo que le provocó pérdida de sensibilidad en dos falanges.

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