Ilusión y tradición se unen en la representación de la Judea de Torrenueva Costa
Varios centenares de personas se han reunido en el municipio costero para seguir de cerca la pasión viviente
Centenares de personas presencian la pasión viviente en Torrenueva Costa

La primera de las dos citas es a las 13 horas, sin embargo, casi una hora antes ya hay quien se apresura a la Plaza de las Marismas de Torrenueva Costa para conseguir un asiento para ver cómodamente la representación de la Judea, la pasión viviente organizada por la asociación motrileña Aguaviva en la que participan algo más de un centenar de personas, entre actores y legiones romanas. Este es el segundo año que se realiza debido a que el pasado año tuvo que suspenderse a causa de la lluvia. Este Domingo de Ramos la predicción meteorológica también apunta a la llegada de precipitaciones; sin embargo, más de un asistente ha ido al coche a por una gorra.
Romanos y hebreos se apresuran en las inmediaciones de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen para ultimar detalles y meterse en el papel de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Se mezclan con los vecinos y visitantes que no han querido perderse ni un detalle y aprovechan cualquier ocasión para inmortalizar todo lo que ven a su paso con cámaras o teléfonos móviles, incluso, un grupo de extranjeros que están de paso por el municipio y que se han topado con los actores, no quitan ojo y posan en varias fotos para mandárselas a sus allegados y apuntar que "it's incredible".
Es el segundo año que se representa en el municipio torreño -2023 y 2025- tras varias diferencias entre la asociación y el Ayuntamiento de Motril, donde se celebraba desde 2016 de forma ininterrumpida - a excepción de la pandemia- y que se rescató después de casi un siglo sin celebrarse.
Cada año la asociación da la posibilidad de participar a todos aquellos vecinos de la Costa Tropical que se interesan por la representación. Es el caso de Lola Guerrero, una vecina de Motril que junto a sus hijas, Daniela -de 5 años- y Elena -de 3-, se han puesto los trajes y no han dudado en ser parte de la Judea. "Es muy emocionante porque parece que ellas lo viven mucho, y al ver lo que les gusta, pues te emocionas mucho más. Es la primera vez y está siendo muy bonito todo, con ideas de repetir en próximas ediciones". "Todo está resultando muy fácil porque hay gente que lleva años participando y te dicen en todo momento lo que hay que hacer, te van guiando, y solo te preocupas de disfrutar del momento. Te sientes arropada".
Guerrero apunta que ya en el anterior año que se realizó tuvo la oportunidad de ver la representación y, "ahora lo hago desde dentro y es totalmente diferente. Animo a todo el mundo que esté en duda, que no se lo piense y participe porque es algo realmente emocionante"
Otra de las participantes es Mila Sánchez. Ella lleva ya varios años participando y recalca la "increíble experiencia" que se vive cada vez que se mete en alguno de los papeles de la pasión viviente. "Empecé hace tres años. Me estrené por la noche cantando una canción -la Judea consta de dos actos, uno se realiza al mediodía y otro al llegar el atardecer-, y te acaba picando el gusanillo. Este año vuelvo a salir, por la mañana con un papel en sustitución de una compañera que finalmente no ha podido asistir, y por la noche vuelvo a salir cantando. Todo lo que sea participar y recrear costumbres que antes se hacían en Motril, aunque ahora se realice en Torrenueva por distintas circunstancias, esto no se debe perder. Es costumbre y tradición".
Sánchez recalca la importancia de este tipo de actos que promueve la implicación de la gente, "sin ir más lejos, la asociación de mujeres de Torrenueva Costa han estado ayudando con la confección de los trajes para salir de figurantes". "Yo no soy de Motril, aunque llevo muchísimos años viviendo aquí, y me cuentan que antiguamente se unían para hacer esta representación y Antonio Reyes, de la asociación Aguaviva, lo ha rescatado. La gente tiene que venir a Torrenueva, o donde se haga, para disfrutar de esta costumbre".
Además, resalta el trabajo que hay detrás de los figurantes. "Antonio 'Hierbabuena', que es el que hace el papel de Jesús, lleva todo el peso de la obra porque tiene mucho texto, y se lo curra mucho. Aquí todo el mundo pone su granito de arena, desde Rosa, que es quien se encarga del vestuario con todos los detalles, Antonio Reyes, el director de todo esto, y la propia asociación".
La jornada empieza algunas horas antes con la llegada de Juan Panzón, un personaje que recorre algunas calles del municipio costero anunciando la llegada de Jesús. No lo hace solo. Algunos hebreos y soldados acompañan a este peculiar personaje que hace de aperitivo de lo que está por llegar.
Una vez iniciado el cortejo, los soldados romanos aparecen con paso firme, mientras en la Plaza de las Marismas, los asistentes escuchan la historia de la entrada de Jesús en Jerusalén.
Los más pequeños siguen atentos todo lo que pasa. Algunos, incluso, han encontrado el mejor de los palcos para ver desde lo alto de uno de los columpios que hay en la plaza el escenario. Otros, ya más mayores, aprovechan las escaleras o la tarima para ver la representación.
Por la noche, se vuelve a repetir el ritual con la interpretación de la oración y el prendimiento de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Esta representación dicen que es más espectacular por el juego de sonido, música y luces. "Se crea un ambiente mágico que lleva al público a meterse más dentro de la historia", apuntan desde la organización.
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