La guerra de las motos acuáticas: vecinos de Almuñécar piden soluciones para limitar su uso
Costa
Señalan que el problema no es de regulación, es de vigilancia y de mantener en vigor la normativa
Solicitan al Ayuntamiento de Almuñécar que regule los accesos marítimos y que se estudien las nuevas licencias
Granada/Domingo, dos y media de la tarde. Un sol de justicia y la temperatura del mercurio en aumento. Sombrillas, alguna que otra persona se da un buen chapuzón en la playa, otros aprovechan bajo la sombra para comer tortilla de patata, un poco de ensaladilla o unos bocatas y disfrutar de los primeros días del verano adelantado en la Costa Tropical. Un remanso de paz y olor a protector solar y verano que de repente es interrumpido por tres motos de agua que no dejan de deambular cerca de la línea de costa haciendo zigzags.
No muy lejos de allí, una pareja de mediana edad recoge sus bártulos con la intención de volver a casa después de haber pasado parte de la mañana en la playa, "todos los años igual, se creen los dueños de la playa", espeta él, mientras ella asiente resignada e intenta grabar un vídeo con el móvil. El malestar con las motos acuáticas ha ido en aumento a la par que estas se iban incrementando en número en todos los rincones de la Costa de Granada, pero especialmente en Almuñécar y La Herradura.
Motivo por el que desde la Asociación Amigos del Mar Costa Tropical han iniciado una campaña de recogida de firmas para instar al Ayuntamiento de Almuñécar que busque una solución para limitar una práctica que está en auge en el litoral granadino y que, en ciertos casos, puede suponer un peligro para los bañistas.
El secretario de la Asociación, Rafael Camacho, explica a Granada Hoy que el problema con las motos acuáticas no es algo nuevo, "en los últimos años se está convirtiendo en algo preocupante, ha ido a más y algo que antes era testimonial o minoritaria, ahora ha proliferado muchísimo. Hay una gran molestia en el municipio por el aumento que se está experimentando año tras año por tres motivos: el ruido, generan un problema de seguridad con otros usuarios de la playa, como bañistas, buceadores y pequeñas embarcaciones, y un problema medioambiental, disturbar a la flora y fauna marina".
Camacho señala que, desde el colectivo "el año pasado hicimos una encuesta para que ver opinaba la gente, queríamos ir al Ayuntamiento a exponer nuestras inquietudes con una radiografía de cuál era la situación, y participaron unas 2.000 personas, tanto nacionales como extranjeros, todos residentes en Almuñécar- La Herradura. El 95% piensa que es una actividad muy molesta, perjudicial para el turismo, los negocios locales o el pequeño comercio, y más del 90% estaría dispuesto a abandonar el municipio. Son unos datos socioeconómicos muy importantes, ya que afecta a muchas familias que residen en la zona y están viendo como año tras año se sienten desplazados por las motos acuáticas".
Un problema que ha ido en aumento ya que "la legislación antes exigía una determinada titulación dependiendo del tipo de moto de agua y de la potencia, eso cambió, y ahora cualquier moto de agua de cualquier cilindrada y potencia se puede llevar con la licencia de navegación básica, y eso ha provocado que proliferen el número de usuarios particulares que tienen sus propios vehículos acuáticos", apunta.
Alquilada o en propiedad
Actualmente hay dos tipos de usuarios, el que alquila las motos de agua en alguna de las empresas náuticas como una actividad de disfrute y el usuario particular, que posee su propia moto y se desplaza por todo el litoral. Desde la Asociación Amigos del Mar Costa Tropical lo tienen claro. "El problema lo hemos detectado principalmente en los particulares, vienen de muchos sitios, no solo de la costa de Granada, muchas veces sin conocer las limitaciones o la normativa básica de navegación y seguridad marítima, ni normativas locales".
En Almuñécar-La Herradura se encuentra el Paraje Natural de la Punta de la Mona o el de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, "hay unas normas de uso, y entre ellas se deja bien claro que por ahí no se puede circular con motos de agua. Alguien que viene de fuera lo mismo no lo sabe, pero el resultado es que hay docenas de motos circulando a diario a gran velocidad por una zona donde está estrictamente prohibido. Las empresas locales lo saben y advierten a los clientes que no pueden estar allí, pero los particulares llegan y van donde quieren", expone Rafael Camacho, quien añade que en muchos casos tampoco se respeta la distancia de seguridad, "a 200 metros de la línea de costa no se puede navegar".
En este sentido, el presidente de la Asociación de Chiringuitos y Empresarios de Playas de la Costa Tropical, Francisco Trujillo, indica que "divertirse en el mar es seguro si cualquiera de las actividades que se practican se realizan con responsabilidad, a través de empresas especializadas y con el asesoramiento de profesionales que saben bien que tipo de actividad es la más apropiada y segura para cada una de las personas que decidan meterse en el mar para hacer mucho más que nadar. Algo de lo que saben bien los monitores y gerentes de las empresas náuticas de los municipios costeros de Granada".
En cuanto al incremento constante del parque de motos acuáticas, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha establecido unas normas específicas para reducir el riesgo que puede comportar su utilización de forma inadecuada, tanto para quienes las manejan como para los bañistas, en razón también de la proximidad a la costa en donde se practica. "Sólo con su cumplimiento podremos ofrecer unas playas divertidas, tranquilas y seguras", concluye Trujillo.
Una ordenanza que regule el uso
La Asociación Amigos del Mar de la Costa Tropical pide al Ayuntamiento de Almuñécar que medie, dentro de sus competencias, para limitar el uso de las motos de agua y las consiguientes molestias. "Dentro del mar la competencia es de la Dirección General de la Marina Mercante, y el Ayuntamiento no puede hacer nada, pero esas motos entran al agua por varaderos municipales. Lo que queremos es que, al igual que se ha hecho una ordenanza municipal para limitar el acceso y el estacionamiento de caravanas, autocaravanas y vehículos camperizados en el municipio, que se haga lo mismo en estos accesos al mar, que se extreme el control o la otorgación de nuevas licencias a empresas de alquiler de motos, que se cumplan todas las normas".
Y apuntan que "la proliferación de motos de agua no es en absoluto coherente, ni compatible, con la sostenibilidad y el turismo de calidad y respeto por el medio ambiente y las personas con el que se intenta relacionar a Almuñécar".
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