Los padres de María Teresa hacen un llamamiento para encontrar a su hija desaparecida hace 24 años en Motril
Han habilitado un correo electrónico para que quién tenga alguna información pueda hacerlo de forma anónima
Motril sigue esperando a María Teresa tras 24 años de ausencia
Los padres de María Teresa Fernández, la joven motrileña de la que no se sabe nada desde hace más de 24 años, han realizado un llamamiento "desesperado" a cualquier persona que sepa algo sobre lo ocurrido con la desaparición de su hija el 18 de agosto del 2000 y ponen a su disposición un correo electrónico para que de forma anónima puedan dar alguna pista sobre su paradero.
Teresa Martín, la madre, explica que en estos días y una vez que el posible delito cometido ha prescrito, "estamos pidiendo por favor que cualquier persona que tenga algún dato sobre lo ocurrido lo dé a conocer, aunque sea de forma anónima".
La familia mantiene que el día que la joven desapareció tuvo que encontrarse con unos conocidos, por lo que pide a esa persona o personas, "que lo cuente ya", que se ponga en contacto de cualquier forma con la familia para tener un hilo del que seguir tirando para encontrar de una vez a la motrileña. Así mismo, hace un llamamiento a la persona que realizó la última llamada telefónica, de la que tienen constancia desde su móvil, que hable, "cualquier dato es importante".
Martín recalca que el delito ya ha prescrito, por lo que "nadie se tendrá que ver con la justicia, ni tendrá consecuencias legales" sobre los hechos que pudieran suceder esa noche.
Han habilitado una dirección de correo electrónico mariteredesaparecidamotril@gmail.com para que todo aquel que pueda aportar algo de información lo haga de forma anónima o arroje algo de luz sobre lo que pasó.
La madre de María Teresa suplica que den cualquier tipo de información que pueda ayudar a "recuperar a Mari Tere y que todos podamos descansar" y no "vivir la incertidumbre que tenemos de no saber nada".
El pesar de que la investigación empezó demasiado tarde
El caso de María Teresa está grabado en la memoria de miles de vecinos de la Costa Tropical que han visto año tras año como no se ponía solución al dolor de una familia que tuvo que empezar a buscar a su hija sin ayuda policial. "Las primeras horas hubieran sido vitales para esclarecer lo ocurrido y no nos hicieron caso. Recuerdo como nos dijeron que mi hija había cumplido los 18 años, que ya aparecería, que podía ser una pataleta, que no nos preocupásemos. Y aquí estamos 24 años después sin saber nada de ella", apunta Antonio Fernández, el padre.
Pasó un tiempo hasta que un equipo especializado en desapariciones de Madrid llegó a la Costa Tropical para hacerse cargo del caso, aunque no se establecieron en la zona de forma permanente. Algo que la familia echó en falta para investigar de forma más exhausta todos los cabos sueltos.
El sumario del caso de María Teresa no está cerrado, ya que se abre en cualquier momento con la aportación de nuevos datos y continúa siendo instruido por el Juzgado de Instrucción número cinco de Motril. Un expediente que consta de cuatro tomos y más de 1.000 folios en los que hay cerca de dos centenares de declaraciones que han sido tomadas en distintos puntos de España a personas que han intentado aportar datos para esclarecer lo sucedido. Una de las pistas, que Antonio insiste en que es la gran espinita que tienen clavada, en la que se debería de haber continuado insistido fue la posible implicación de Tony Alexander King -el asesino de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, dos jóvenes de perfiles muy similares a María Teresa que desaparecieron en la Cala de Mijas y Coín en la feria- y Robert Graham. King aseguró en 2008, mientras cumplía condena en la cárcel de Albolote por el asesinato de Wanninkhof, que María Teresa había muerto a manos de Graham.
Desde el primer momento que desapareció la joven, sus familiares y amigos la han buscado por distintos puntos y se han distribuido fotografías suyas por todas las comunidades autónomas, así como por internet, acompañadas de manifestaciones y actos para evitar que el caso cayese en el olvido.
María Teresa Fernández desapareció el 18 de agosto de 2000, cuando tenía 18 años, en la Avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de la ciudad, desde donde iba a encontrarse con unos amigos para posteriormente trasladarse hasta el recinto ferial, ubicado a unos dos kilómetros de allí, para asistir a un concierto del grupo Café Quijano.
Desde un primer momento, los padres descartaron la posibilidad de que María Teresa se escapara de casa porque no encuentran razones para ello. Aparte de pistas que finalmente no llevaron a nada, apenas se sabe que la joven mandó un mensaje corto al móvil de su novio que decía: "puede que tarde pero voy, espérame".
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