Puerto de la Alhambra para cruceros: gran oportunidad para Motril o negocio de turismo de masas

La Autoridad Portuaria defiende la idoneidad del proyecto, mientras que plataformas sociales y políticas creen que supondrá un serio perjuicio para economía, convivencia y conservación de patrimonio

Motril sube a la primera división en terminales de cruceros de España y Europa

Vista aérea del muelle Dique del Puerto de Motril donde están atracados los dos cruceros / G.H.

Granada/El Puerto de la Alhambra está generando polémica. El gran proyecto a medio plazo que el Puerto de Motril, en la Costa de Granada, ha autorizado a realizar a una empresa privada para relanzar su terminal de cruceros, y que centrará sus esfuerzos en crear una nueva zona tematizada especial para recibir a grandes barcos cargados de turistas, ha saltado a la primera línea del debate social y político debido a las dudas sobre su sostenibilidad y el posible impacto en Motril y en la propia capital granadina. El hecho de que miles de visitantes desembarquen en una ciudad a media hora de la capital, se desplacen con el atractivo de visitar la Alhambra en excursiones cerradas, para después regresar y marcharse en el mismo día, ha levantado suspicacias tanto de asociaciones como grupos políticos. Una concesión que, cuando se complete, pondrá a la ciudad motrileña en la primera división en terminales de cruceros de España y Europa, y como un ejemplo de colaboración público-privada en el sector turístico.

El proyecto está liderado por la empresa Mdt Port Investments, filial española de la mexicana ITM Group, que invertirá más de 105 millones de euros en la construcción de esta nueva terminal de cruceros. El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado verano el primer paso, tras la solicitud de concesión ante la Autoridad Portuaria de Motril para la construcción de esta terminal privada, con 72.270 metros cuadrados de superficie de lámina de agua y con la ocupación de 60.269 metros cuadrados de superficie terrestre en la Playa del Cable, en los muelles Dique y Graneles. Será un concepto de dársena nuevo, abierto a la ciudad, con una imagen similar a la de centros comerciales al aire libre que existen en ciudades como Málaga (Plaza Mayor) o Zaragoza (Puerto Venecia). La compañía mexicana prevé empezar las obras en este 2025, tras la concesión de los terrenos por un periodo de 50 años ampliables a 75 años. La iniciativa garantizaría que atraquen de manera simultánea al menos cuatro megacruceros a partir de 2027, cuando la empresa promotora tiene previsto empezar su explotación.

Esta terminal estaría diseñada con capacidad para recibir en torno a 20.000 viajeros en un solo día, una cifra de visitantes superior a la población de 146 de los 174 municipios de la provincia de Granada. Aunque luego estará por ver si sería capaz de recibir a tantas personas, cifra que dependerá directamente de la apuesta que hagan las navieras por el puerto granadino. Para ponerlo en contexto, la terminal de cruceros más importante del mundo está en Miami (EEUU), y recibió en 2023 cada día a más de 19.700 turistas en cruceros, hasta un total de 7,2 millones de personas llegadas en barcos cada año. En el hipotético caso de que cada día del año desembarcaran 20.000 personas en Motril, el total anual sería de 7,3 millones de personas. La autoridad portuaria motrileña ha rebajado en varias ocasiones esta cifra, situándola en 10.000 personas como la capacidad real.

Para poder hacer una comparación a la andaluza, el Puerto de Cádiz recibió hasta septiembre del 2024 a un total de 466.398 cruceristas. Motril, que era un puerto que apenas se tenía en cuenta a la hora de hablar del ránking de cruceros y turistas llegados por mar, con esta mejora prevista avanzaría varias casillas, de manera que se convertiría, si las navieras le muestran su apoyo, en uno de los puertos de Andalucía que reciba a más cruceristas. De hecho, la intención es que, a largo plazo, la terminal incluso se convierta en base para que algunos barcos de navieras inicien desde Motril el recorrido de sus cruceros, como ocurre, por ejemplo, en el Puerto de Barcelona.

El Crucero Norwegian Viva en una de sus escalas en el Puerto de Motril / G.H.

Mdt Port Investments registró el pasado mes de diciembre la marca Puerto de la Alhambra, con el objetivo de que sea esta la que identifique los servicios que se estarán realizando en la terminal de recepción de pasajeros, de forma tematizada. "Las instalaciones se conformaran por una terminal de recepción de pasajeros e instalaciones complementarias, donde se realizaran actividades recreativas, de entretenimiento, y turísticas para los pasajeros que arriben al puerto", reza la inscripción. Además, la marca contempla el desarrollo de actividades de entretenimiento, culturales y/o educativas; servicios de restauración, alimentos y bebidas y hospedaje temporal; servicios de construcción; operación de puertos y muelles y servicios de recepción de pasajeros.

Un turismo insostenible

La creación de esta nueva terminal de cruceros en la Costa de Granada ha levantado polémica debido a la gran cantidad de turistas que podrían atraer a la provincia, y a como podría absorber el territorio granadino a esta cantidad de personas. Según han asegurado tanto la empresa como la Autoridad Portuaria de Motril, el concepto de recepción de turistas será respetuoso con el entorno, sostenible y aportará valor al sector turístico de Granada. Aseguran que así se romperá la estacionalidad del turismo de la provincia, principalmente centrada en los meses de verano, y se generará empleo.

Hay que destacar que Granada y la Alhambra están muy presentes en el día a día del Puerto de Motril. La capital de la Costa Tropical, a pesar de ser una localidad muy bonita y que está mejorando sus infraestructuras en los últimos años, y de tener entre sus atractivos el Parque de los Pueblos de América, apenas tendría sustento desde el punto de vista turístico si no fuera porque a unos 70 kilómetros por carretera se encuentra el monumento más visitado de España, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. No hay que negar que esto mismo le ha pasado a otras ciudades como Cádiz durante muchos años. De hecho, el puerto gaditano ha tardado años en desaparecer de los catálogos de venta de cruceros como Cádiz, puerto de Sevilla.

Sin embargo, diferentes asociaciones e incluso partidos políticos han denunciado en las últimas semanas que dar entrada a tantos turistas a través del puerto es "insostenible", y que podría suponer un serio perjuicio para la economía, la convivencia y también para la conservación del patrimonio histórico y cultural de Granada. Además, aseguran que capital y sus barrios históricos ya están suficientemente masificados de turistas como para "volcar de golpe" un número de visitantes similar a los habitantes de todo un municipio del Área Metropolitana.

La asociación Avitar Granada y su presidente, Antonio Jesús Castillo, han asegurado que el gran objetivo de esta multinacional es "ofrecer como principal atractivo para sus pasajeros llegar, en su gran mayoría de los casos, a Granada; y los más privilegiados a la Alhambra", copando la mayoría de las entradas disponibles. "Para entender el desastre que supondría la venida de tanta gente a los barrios históricos de Granada, hay que destacar que de este tipo de turismo de mochila de 6 horas deja apenas una media de 25 euros por visitante en ciudades como Valencia", ha asegurado. De hecho, la capital del Turia trabaja en limitar la llegada de este tipo de "ciudades flotantes" en 2026 para poner restricciones al turismo masivo en la ciudad.

El crucero Norwegian Pearl haciendo escala en el Puerto de Motril, con autobuses en sus bajadas para recoger turistas / Paulino Martínez Moré

Además, denuncian que puede ser la ruina económica para Granada, ya que los visitantes que vengan en los cruceros lo harán en régimen de pensión completa, "con lo cual no dejarán recursos porque no pernoctarán, no desayunarán, no comerán y no cenarán". "Granada no para de perder número de pernoctaciones. Todas las provincias andaluzas suben excepto Granada, y ya solo 2,4 millones de visitantes pernoctaron de los 6,8 millones que visitan la ciudad", han valorado. Por ello creen que sumar este número de turistas influirá para mal en la ciudad y los servicios que está presta, sumado a la no existencia de una tasa turística que se cobre a las llegadas.

La portavoz adjunta del partido Por Andalucía, Alejandra Durán, denunció el pasado mes de enero la decisión, asegurando además que la multinacional mexicana está financiada con fondos israelíes, y anunciaba que, como parlamentaria por Granada en el Parlamento Andaluz, presentaría "cuántas iniciativas sean necesarias para frenar este despropósito en el que parece ser que no se tiene la complicidad de otras administraciones para que esto vaya hacia adelante".

Un máximo de 10.000 visitantes según el puerto

Ante estas manifestaciones, el presidente de la Autoridad Portuaria de Motril, José García Fuentes, ha defendido en varias ocasiones la futura terminal de cruceros, y que según ha valorado supone crear la misma instalación que existe en todos los puertos receptores de cruceros de España, "sólo que más sostenible y de bajo impacto urbanístico, al desarrollarse en baja densidad". "No se trata de un puerto privado, sino de una concesión para construir la terminal y de un muelle ya existente para que puedan hacer escala los cruceros", de modo que no se cambian las instalaciones actuales.

Según García Fuentes, la capacidad máxima del muelle es de dos cruceros de alta capacidad, lo cual lleva a un flujo máximo de 10.000 pasajeros, mientras que la media diaria anual está estimada en mil cruceristas por día. De hecho, García Fuentes incide en que "ya ha habido dos de estos grandes cruceros simultáneamente en el puerto motrileño y no ha habido absolutamente ningún problema de masificación". Gran parte de ese pasaje se queda en el destino de proximidad, Motril y la Costa Tropical, y el resto se reparte entre más de 30 destinos de excursiones distintas por toda la provincia de Granada, incluso de Málaga.

Vista aérea de la dársena granadina con un crucero atracado / G. H.

Por ello, ha incidido en que "en ningún momento se va a masificar nada, al estar controlados los flujos" y ha considerado que Granada no es como otros destinos, en donde los barcos llegan a la ciudad y desembarcan todos allí y hacen todos el mismo recorrido: "aquí llegan al puerto y desde allí se distribuyen por todo el variado y rico destino". El presidente además asegura que en el puerto de Motril cada crucerista deja en el destino un gasto directo de 98 euros, a lo que habría que sumar todo el movimiento que genera vinculado a las operativas, aprovisionamientos, etc.

¿Y el daño medioambiental?

A toda esta polémica habría que sumarle también el daño medioambiental que se podría hacer a la Costa Tropical debido a la llegada de estos grandes cruceros, los cuales no están cuantificados de momento. La fauna y flora acuática podría verse condicionada por estos grandes barcos, así como la calidad del aire que se respira en las playas de Granada, sobre todo en las más cercanas al puerto. Aunque en principio no hay impedimentos de conservación o medioambientales que impidan la construcción, ya que esta se hace en una zona ya habilitada para tal efecto

Como ejemplo sobre los problemas para la biodiversidad que generan este tipo de construcciones se puede hablar del nuevo proyecto de megacruceros que amenaza al pez más grande del mundo en la zona de la Baja California Sur, en México. La Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (API BCS) trabaja en ceder una parte del puerto de Pichilingue a la empresa privada Aquamayan Adventure -vinculada también a ITM Group-, para así permitir la llegada de megacruceros a la bahía de La Paz, lo que podría afectar al desplazamiento de especies como el tiburón ballena.

El crucero Explora II atracado en la dársena granadina / G.H.

El proyecto fue firmado originalmente en 2021. Sin embargo, se paralizó debido a que, previamente, en diciembre de 2020 y en el contexto de la pandemia del Covid-19 y el cierre del turismo, más de una decena de megacruceros quedaron "aparcados" en esta bahía. Esto provocó la contaminación del ecosistema y el desplazamiento de especies como el tiburón ballena, que no volvió a ser visto en la zona durante 2021. A raíz de esto surgieron diferentes iniciativas populares que consiguieron que el proyecto se parara, hasta hace unos meses.

El convenio de cesión se retomó y modificó a finales de 2024, y ahora según destacan medios locales, se habría autorizado a la empresa privada el uso de 33.500 metros cuadrados del puerto, donde se planea construir un complejo turístico y comercial que incluirá zonas gastronómicas, espacios comerciales y recreativos. El objetivo es atraer al menos a 150.000 turistas anualmente, con un proyecto similar al que se planea en Motril.

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