"Queremos disfrutar del mar": Más de 35.000 firmas para reivindicar la accesibilidad en las playas de la Costa de Granada

Salobreña/Con la llegada de la temporada de verano y el aumento de las temperaturas, uno de los planes por excelencia en prácticamente todo el litoral, pero especialmente en Salobreña, es pasar el día en la playa, darse un refrescante baño en el agua o comerse unas pipas mientras se ve al resto de veraneantes dar paseos, jugar a las palas o no hacer nada. Sin embargo, no todos tienen esa posibilidad. Marcelino Torres ve varios metros más arriba de la orilla como la falta de pasarelas le impide llegar hasta la orilla, en 2009 empezó su particular lucha contra la esclerosis múltiple, al que se le suma una fatiga crónica que hace que intente resguardarse del sol en las horas centrales del día, desde hace cinco años va en silla de ruedas y si no es con la ayuda de familiares y amigos, no puede ni plantearse acercase a la playa un rato.

Su caso no es el único, por ello han iniciado una campaña de recogida de firmas en Change.org para pedir al Ayuntamiento de Salobreña que prolongue la pasarela de la playa para acercarla a la orilla para que personas con movilidad reducida puedan disfrutar del mar. Torres, que es además el presidente de la Plataforma para Personas con Discapacidad Funcional Costa Tropical, señala que "realmente no es solo un problema de Salobreña, sucede en toda la costa, lo que pedimos es que habiliten algunas pasarelas que se queden al menos a tres metros del agua, es cierto que hay varios puntos de baño asistido en la Costa Tropical, pero no todos los usuarios quieren depender de que haya un servicio en funcionamiento para poder entrar en el agua, muchos vienen con familia y amigos y solo quieren poder acceder por sus propios medios para sentarse aunque sea en la orilla de la playa".

En líneas generales, incide en que la asistencia en las playas es buena gracias al baño asistido, pero hay mucho margen de mejora. "Ahora mismo no hay ninguna playa en la Costa Tropical que sea 100% accesible, pero es un problema que se extiende mucho más allá de nuestro territorio, entendemos que por la geografía del terreno y por el poniente, en esta zona no se haga como en otras zonas que hay incluso barandas en el agua, pero pueden esforzarse un poco más y en lugar de dejar las pasarelas a 30 o 40 metros del agua que estén más cerca, o incluso que las pasarelas no sean de madera, porque suelen ser más estrechas y móviles y es imposible dar la vuelta en ellas con silla de ruedas", expone.

Miguel García Paredes, impulsor de la petición, explica que todo surge tras una conversación con Marcelino y comprobar que las pasarelas de hormigón están muy limitadas, provocando que las personas con movilidad reducida no puedan acercarse a la orilla si no es con ayuda, ya que estas se quedan a más de 30 metros de distancia, "la silla se queda clavada y no podemos avanzar". "Creo que es un problema más serio del que pensamos, hemos hablado con varias residencias de mayores de la provincia y muchas de ellas nos exponen que no es algo que solo afecte a Marcelino, bajan autobuses repletos con personas mayores y no pueden pasar del chiringuito porque la falta de pasarelas se lo impide". "Actualmente, las personas con movilidad reducida tienen que ser llevadas en volandas desde el final de la pasarela, que está lejísimos de la orilla. Llevados en brazos por familiares, amigos o socorristas para poder acercarse al mar, o solicitar el servicio que ofrece Cruz Roja en la playa, pero que tiene un horario concreto, por lo que si trabajas o quieres disfrutar de un rato de playa a última hora de la tarde, ya no está disponible".

Salvo excepciones como Aguadulce (Almería), todo el litoral suspende en materia de accesibilidad y no permite que las personas con movilidad reducida puedan ser independientes a la hora de pasar la jornada en la playa, "en Torrenueva Costa por ejemplo, está muy cerca con pasarelas que llegan al agua y permiten algo más el baño", indica García.

Sobre la iniciativa, indica que decidió iniciar una campaña de recogida de firmas por la plataforma de Change.org, que lleva ya más de 35.000, para pedir que se deje de mirar a otro lado y prolonguen la pasarela de acceso a la orilla para acercarla más al mar.

Por su parte, el alcalde de Salobreña, Javier Ortega, asegura que tenían previsto ampliar la longitud de la pasarela ubicada junto al puesto de la Cruz Roja y que estará disponible este verano, aunque permanecen a la espera de que lleguen las placas de hormigón que se han retrasado por la gran demanda que tiene la empresa. "El último temporal ha puesto en evidencia como el agua ha llegado hasta las mismas pasarelas de madera, por lo que tenemos que poner de hormigón si o si y este año no vamos a llegar a todos los tramos de la playa". Ortega incide en que un año más tienen dispuesto el servicio que ofrece Cruz Roja para que las personas con movilidad reducida puedan acceder hasta la playa con ayuda o sillas anfibias para facilitar el baño, aunque incide en que siguen trabajando para mejorar la accesibilidad en otros puntos.

El responsable municipal asegura que es consciente de que hay multitud de deficiencias, tanto en este municipio, como en la mayoría de sitios del litoral, en temas de accesibilidad. "Todos de una manera u otra tendremos ciertas limitaciones a lo largo de nuestra vida, por edad, enfermedad o por diversas circunstancias, y es cierto que las ciudades y pueblos no estaban enseñados para esta problemática, aunque hay que reconocer que aunque no se han dado los suficientes pasos, sí que se ha avanzado bastante". En este sentido, recuerda el Plan de Accesibilidad que se inició en la legislatura de 2015-2019 que consistió en sacar multitud de pasos de peatones o avanzar la acera para asegurar la visibilidad, aunque reconoce que queda mucho por hacer. "Creo que el problema no está solo en Salobreña, falta mucha concienciación y trabajar de la mano de las propias asociaciones a las que les afecta, porque son las que tienen una visión mucho más realista que la que podemos tener desde el Ayuntamiento o de la que puede marcar la legislación".

Por último, recalca que son conscientes que no están a la altura aunque "nuestros esfuerzos van dirigidos hacia eso, venimos trabajando desde hace muchos años en esa línea, aunque queda mucho por hacer para que cada vez haya menos barreras arquitectónicas".