La tribuna
Los muertos de diciembre
Granada/En uno de los puntos más privilegiados de Playa Granada, en el término municipal de Motril, y en la tranquilidad de un lugar único, la Fundación INEIS ha abierto al público 'Villa Astrida', el refugio vacacional de los reyes de Bélgica Balduino y Fabiola desde los años sesenta hasta que el monarca falleció allí en 1993 de un ataque al corazón.
Se trata de un lugar paradisíaco situado en la Costa Tropical de Granada , a apenas 50 metros de la orilla del mar y desde donde se puede divisar Sierra Nevada.
Esta finca que el rey Balduino bautizó con el nombre de 'Villa Astrida' en recuerdo de su madre, la reina Astrid, le servía para escapar del bullicio y encontrar "paz y tranquilidad", explica a EFE la gerente del Memorial Rey Balduino, Isabel Ferrer.
La Fundación INEIS, que gestiona el inmueble y el legado de los reyes, ha decido abrir las puertas al público de la practica totalidad de Villa Astrida con "la pretensión de transmitir y dar a conocer la figura y los valores de los monarcas belgas".
Es también una oportunidad, explica, para "entender un sitio y un lugar con una historia única, un punto donde los reyes aprovecharon para descansar en distintas fechas del año", y una forma de conocer su día a día en la costa de Granada , de recrear los vínculos que mantuvieron con los vecinos de Motril durante más de 30 años y de "recordar su vida, historia y creencias".
Una visita a esta casa de estilo andaluz permite revelar también la pregunta que muchos se hacían cuando llegaban a la puerta de la finca sobre cómo sería el interior de esta conocida villa.
La finca, construida sobre una parcela de unos 27.000 metros cuadrados, ha sido durante mucho tiempo, "la gran desconocida", por lo que su apertura al público permite ahora darla a conocer "de forma exhaustiva y con visitas guiadas por el interior de la vivienda, los jardines y la zona museística del Memorial Rey Balduino".
La vivienda, que permanece prácticamente igual a cuando se utilizó la primera vez en el año 1967, consta de diferentes dependencias, tiene un corredor que da paso a un amplio salón y a una biblioteca, entre otras habitaciones, además de un luminoso patio central presidido por una fuente rodeada de columnas nazaríes.
Uno de los lados da acceso a una capilla a la que un cura agustino acudía de forma diaria a celebrar misa, lo que da cuenta de la religiosidad de los monarcas, una tradición que hoy día se mantiene con la celebración, los últimos jueves del mes, de una eucaristía en este mismo lugar.
La vivienda dispone de una decena de habitaciones y zonas comunes en las que destaca la austeridad.
Se trata, dice Ferrer, de "un espacio con mucha historia y que guarda muchos secretos" porque, tanto el interior como su amplio porche, han sido testigos de la historia de la segunda parte del siglo XX al haber albergado a personalidades de todo el mundo con quienes los monarcas abordaron "muchos temas delicados de Estado".
A la salida de la casa, unos jardines privilegiados y perfectamente cuidados con unas palmeras marcan el camino hasta la zona de la piscina.
Por último, la zona museística, que fue inaugurada por la reina Sofía en el verano de 2023, exhibe objetos personales que permiten dar a conocer la trayectoria más humana del rey Balduino, quien ocupó el trono de Bégica durante 42 años.
La apertura al público de la finca ha sido pensada tanto para visitas turísticas como para quienes quieran realizar jornadas de retiro espiritual.
Se van a organizar también visitas guiadas y excursiones didácticas "sobre la vida real en una residencia real", además de charlas para cofradías y colegios y encuentros empresariales en los jardines.
El rey Balduino falleció de un ataque cardíaco en la terraza de Villa Astrida un 31 de julio de 1993, "cuando oraba y contemplaba la tranquilidad del mar Mediterráneo" durante las vacaciones de verano que pasaba en su casa de Motril junto a su esposa, la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón.
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