La salinización del acuífero y los pozos preocupa a los agricultores de Almuñécar

Los agricultores de Almuñécar empiezan a mirar con preocupación el estado de sus pozos. La comarca se queda fuera de las restricciones por la sequía que sufre el resto de la región, pero la falta de precipitaciones pone en jaque unos cultivos que arrastran ya de por sí un mal estado de salud, y a los que se suman el aumento en la salinidad de los pozos.

Esperan que el otoño traiga consigo las ansiadas lluvias que permitan revertir, o al menos paliar, la situación que empieza a verse con la nueva campaña. "La situación es terrible, la campaña del mango está un 70% por debajo y la del aguacate casi un 80% de lo que es una producción sostenida. Ya no la comparamos con la del año pasado, que tampoco fue buena, sino con lo que sería una producción normal. El cuaje no ha sido bueno, en el caso del mango, se han registrado unas semanas de frío en plena floración que indujo a que el fruto fuera aborto, y eso o se cae o no se comercializa. En el caso del aguacate, en la margen derecha debido al estrés que sufre la zona por los años de sequía, la mala calidad del agua, las plantas no echan directamente, sobreviven pero no echan. Y en la margen izquierda tampoco ha habido una gran producción", lamenta Juan Camacho, responsable de subtropicales de COAG Granada.

"La lluvia que cayó en primavera nos ha permitido pasar el verano, pero ha sido solo una tirita, la salinización que hay en el acuífero va cada vez con más fuerza porque no ha tenido agua suficiente para recuperarse y ahora vemos como la salinidad aumenta más rápido que en otras ocasiones", explica Camacho.

La situación es preocupante en esta zona de la Costa Tropical que ha tenido que cerrar tres pozos de la Junta de Usuarios de los ríos Verde, Seco y Jate, y tiene otros tantos en una situación insostenible.

Los agricultores continúan a la espera de que finalicen unas obras que aportarán dos hectómetros cúbicos de aguas regeneradas que, a futuro, se podrán aprovechar para el riego de 1.100 hectáreas de cultivos de explotaciones granadinas incluidas en las comunidades de regantes Río Verde Jete-Almuñécar y Pozo de San Andrés. En este sentido, el responsable de subtropicales de COAG Granada asegura que uno de los problemas es que actualmente el agua de los terciarios tiene poca calidad porque sufren también "inducción marina". "Estamos a la espera de que Mancomunidad se reúna con Aguas y Servicios para la instalación de unas desaladoras, aunque nos gustaría saber como se puede financiar eso, al final los agricultores no tenemos la culpa de que se salinice el agua".

Por su parte, el concejal de Agricultura de Almuñécar, Carlos Ferrón, recalca que, en líneas generales, "la agricultura en la Costa Tropical ahora mismo está a expensas de que llueva. En la zona de Almuñécar estamos con mayores problemas porque el acuífero empieza a salinizarse; en la zona de Motril hay bastantes menos problemas". 

Ferrón indica que si no llueve "este invierno va a ser duro para el campo sexitano, en septiembre preveíamos lluvia y no hemos tenido absolutamente nada. Ahora, también es verdad que estamos a principio de otoño, no podemos ser alarmistas y confiamos que venga una borrasca y aporte algo de agua, pero es verdad que necesitamos que llueva en otoño e invierno para garantizar la cosecha del año que viene. La de ese año la hemos medio salvado gracias a las lluvias de la Semana Santa, pero ya tenemos que estar pensando en la cosecha del año siguiente". 

Hace algunas fechas, la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, mantuvo un encuentro con la directiva de la Junta Central de Usuarios de los ríos Verde, Seco y Jate, a fin de encontrar una solución a la calidad del agua regenerada de las estaciones depuradoras de Almuñécar y La Herradura, ya que el nivel de sodio es elevado y es necesario reducirlo para usar el agua del sistema terciario para regadíos.

En este sentido, el presidente del ente mancomunado, Rafael Caballero, indicó que se iba a estudiar la posibilidad de instalar un sistema de osmosis en las balsas de depósito del sistema terciario, antes de bombearlo a la red de los agricultores, para reducir el sodio y que el agua esté en óptimas condiciones de usar para el regadío.

Caballero explicó que si el nivel de sodio es elevado, los árboles frutales comienzan a amarillear las hojas y no hacen correctamente la fotosíntesis, "la fruta que producen no engorda lo suficiente y pierde calidad. Es por ello que es necesario que encontremos la solución entre todos".