Salobreña le declara la guerra a la mancha que cada verano visita las playas del litoral

Señalan que la mancha aparecida hace pocas fechas es un alga bioluminiscente, sin embargo están trabajando para convertirse en un municipio de vertidos cero

La Costa recibe un verano más la 'visita' de unas manchas que recorren las playas del litoral

Dos mujeres en la playa de Salobreña
Dos mujeres en la playa de Salobreña / Alba Feixas

Salobreña busca soluciones para terminar de una vez con la mancha que aparece esporádicamente y cada año en la playa entre el Peñón y La Guardia de Salobreña, y que hace pocos días volvió a hacer acto de presencia. Aunque no se trata de un problema exclusivo de esta zona del litoral, ya que en los últimos años se viene repitiendo incesantemente en distintos puntos y que cambia de color dependiendo del lugar donde se encuentre, en la Villa le han declarado la guerra a la mancha y están decididos en encontrar el foco o focos que originan cada año este problema.

El Ayuntamiento ha contratado los servicios de una empresa privada para realizar analíticas de la calidad de las aguas de baño y de los denominados balates con el objetivo de determinar el foco o focos emisores de la contaminación y determinar las autoridades responsables. De esta forma, monitorean la calidad de las playas y el agua que llega desde los balates cada poco tiempo, así como cada vez que se registra una incidencia, como la aparición de la mancha.

Sobre la última aparición, el alcalde de la Villa, Javier Ortega, explica que se debe a algas marinas microscópicas conocidas como 'noctiluca scintillans', "es algo que viene apareciendo casi todos los años, la analítica demuestra que los parámetros del agua son normales, no hay ningún problema del año". El Consistorio aprobó un plan de acción local asumiendo unas competencias que no les correspondían, con la intención de buscar una solución definitiva al problema que persiste, año tras año, y que afecta especialmente de forma negativa a la imagen turística del municipio. Todo ello después de que el pasado verano la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía adoptase la medida cautelar de prohibir el baño en una zona acotada de 50 metros en la playa de la Charca, sin embargo, no se facilitó ninguna solución para atajar la aparición de la famosa mancha, que se repite en el tiempo.

Por el contrario, las analíticas realizadas en los distintos balates del municipio sí que presentan índices altos de enterococos , aunque Ortega asegura que "no son preocupantes para el agua de baño". "No podemos sacar un patrón definido para saber de dónde sale, aunque los técnicos señalan que podrían ser del agua de riego".

Asegura que por su parte, la Comunidad de Regantes de Salobreña también ha contratado a una empresa para realizar un muestreo en otros puntos de mayor altitud, y no ha salido nada fuera de lo normal.

"Estamos actuando en un doble frente: por un lado, el agua de baño y el que llega por los balates. Hay una disonancia entre ambas, porque la de los balates llegan con unos parámetros un poco elevados de enterococos y estábamos buscando una solución. No es peligroso, y esperamos que durante todo el año nuestras aguas de baño sigan manteniendo una calidad excelente. La idea es canalizar los balates que vierten a la playa, es decir, hacer un entramaje con el agua que nos valga para poner en valor un humedal y que por la propia mecánica del agua, a través de la filtración, aparezca limpia desde el río".

Por su parte, el secretario provincial de Ecologistas en Acción, Juan Antonio Martínez, recalca que "el mar no conoce de fronteras y Salobreña se come el marrón de Motril y Almuñécar", en referencia a que la mesa del agua debería realizarse con representantes de toda la Costa para buscar una solución real que termine de una vez por todas con la conocida mancha. Al hilo, Martínez incide en que se han detectado varios emisarios que vierten directamente al mar, además de existir varias urbanizaciones que no están conectadas a la red de saneamiento de la Mancomunidad.

En este sentido, la técnica de la Mancomunidad, María López, reconoce que hay algunas urbanizaciones que no están conectadas a la red de saneamiento, y señala como ejemplo la urbanización de la Punta de la Mona. "El objetivo, y en lo que estamos trabajando, es que todas se conecten".

La presidente de la asociación ecologista Cal y Caña, Elisa Soto, remarca la necesidad de ampliar la EDAR o incluso, que el municipio cuente con una propia, para asegurar que todas las aguas se depuran antes de llegar al mar.

stats