El sector pesquero de Motril se adapta a la nueva normativa e intenta evitar pérdidas que podrían rondar el 30% de las capturas

Ignacio López sacando las nuevas redes de su barco
Ignacio López sacando las nuevas redes de su barco / Alba Feixas

La flota pesquera de Motril se adapta a la regulación del plan de gestión de los recursos pesqueros demersales en el Mediterráneo, por la que se eleva el tamaño de las mallas de las redes de pesca, incluso desde días antes de su entrada en vigor, y faenan con las nuevas redes para adaptarse a los cambios e intentar capear las pérdidas en las capturas que estiman se reducirán un 30%. Se trata de uno de los acuerdos a los que llegaron para no reducir aún más el número de días de trabajo de los pescadores, ya que sería algo inasumible.

Aun así, el cambio en el tamaño de la malla, pasando de 40 a 45 milímetros con el objetivo de mejorar la selectividad en la pesca y proteger los recursos marinos, es algo que preocupa a los pescadores por las pérdidas en el número de capturas.

El patrón de la Cofradía de Pescadores de Motril, Ignacio López, explica que la mayoría de la flota pesquera de Motril comenzó a utilizarla días antes de su obligatoriedad. "Estamos intentando adaptarnos como podemos, como por ejemplo, intentando buscar pesquerías de mayor tamaño para que les influya lo menos posible la malla. La idea es que la pérdida sea la menor posible". En este sentido, apunta que según la estimación que ha calculado el Instituto Oceanográfico, las capturas se pueden reducir un 30% entre dos y tres años, por lo que "salimos a pescar un 30% menos".

López apunta que, a pesar de que la mayoría ha comenzado a utilizarla antes de tiempo, hay quien quién ha apurado hasta el último momento. "Es algo impuesto, así que tampoco podíamos dejarlo pasar. O nos adaptamos o nos quitan nuestro trabajo, aunque cada vez está más difícil mantenerlo a flote, nunca mejor dicho, por todas las restricciones que llegan desde Europa y por la reducción en el número de días de pesca".

Esta nueva medida estaba fijada por el Ministerio en un principio para el 1 de mayo; sin embargo, aplazaron el plazo hasta este 1 de junio tras publicarse el reparto de días en el arrastre el pasado mes de febrero, dejando casi sin margen de maniobra a los pescadores de todo el territorio. Además, quedaban en el aire la publicación de subvenciones y el método de inspección en el sector pesquero.

Algunas de las capturas del día en la lonja de Motril
Algunas de las capturas del día en la lonja de Motril / Alba Feixas

Las cofradías han aceptado la nueva malla porque no les ha quedado más remedio, ya que la otra opción era reducir el número de días de pesca de los 130 días de media que hay actualmente en el Mediterráneo a tan solo 27. Una medida que, como ya denunciaron en su momento, supondría la "extinción" de todo un sector productivo en la Costa Tropical.

El patrón de la Cofradía de Pescadores de Motril señala que las pesquerías en el litoral granadino se encuentran en buen estado, con caladeros regenerados, "el problema que enfrentamos ahora mismo son los pocos días para faenar, y lo que nos pone nerviosos es que si tenemos pocos días para trabajar y encima hay un periodo de adaptación a las nuevas mallas, nos afecta por los dos lados".

La flota pesquera de Motril ya vivió un duro golpe con las medidas en 2014 cuando se vio mermada en un 60%. Algo más de una década después ven como las nuevas medidas que llegan desde Europa amenazan la continuidad de muchas de esas empresas que quedaron a flote pese a los esfuerzos de toda la cofradía por adaptarse a la normativa, ser responsables con el medio ambiente y buscar alternativas para promover la regeneración de los caladeros. "Somos siempre los primeros interesados en que los caladeros tengan una buena salud, porque sin ellos no podríamos trabajar".

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