La Senda del Litoral y el delta del Guadalfeo, en el punto de mira de los ecologistas con dos banderas negras
Apuntan que la contaminación marina por microplásticos, muy presente en Almería por el cultivo bajo plástico, también afecta Granada, Málaga, Huelva o Murcia
La Costa de Granada revalida en 2025 todas sus banderas azules

Oficialmente, el verano está a la vuelta de la esquina y, aunque en la Costa Tropical el calor aprieta desde hace varias semanas y sus playas muestran una imagen más propia de la primera mitad de la época estival con multitud de usuarios disfrutando de sus riberas y servicios, los ayuntamientos ultiman los preparativos para dar el pistoletazo de salida a una de las épocas más esperadas de año. Llega el tiempo de pasar largas jornadas en la orilla con olor a salitre y protector solar, refrescos en las terrazas de bares y chiringuitos... y también de 'sacar los colores' a las administraciones que durante el año no han solucionado una serie de problemas o deficiencias a través del informe que cada año Ecologistas en Acción realiza tras analizar los 8.000 kilómetros del litoral español y señalar las zonas más características de afecciones por contaminación y mala gestión ambiental.
Y como dice el refrán: lo que a uno le va bien, a otro le supone un disgusto. La Costa de Granada vuelve a estar presente un año más en el repaso de los ecologistas y ponen el foco en las playas del delta del río Guadalfeo y en uno de los proyectos más ambiciosos que se están ejecutando en toda la franja costera: la Senda del Litoral. Aunque también apuntan que uno de los problemas presentes es la contaminación marina por microplásticos, un problema que afecta a Almería, Granada, Málaga, Huelva o Murcia.
En el caso del gran sendero de más de 82 kilómetros, planteado para que los más deportistas puedan recorrer de forma peatonal de La Herradura a La Rábita; y en el que las distintas administraciones, locales y regionales, trabajan desde hace tiempo, no termina de convencer a Ecologistas en Acción que le otorga una bandera negra por mala gestión por "destrucción y por ocupación invasiva del litoral". En este sentido, exponen que en el Plan Director elaborado por la Diputación de Granada para la construcción y gestión de dicha ruta, señalan que es una ruta destinada a peatones y ciclistas o con preferencia para estos modos en aquellos tramos que deban ser compartidos con otros modos motorizados; sin embargo, en el único tramo ejecutado hasta ahora, según los ecologistas, en Torrenueva Costa, "ha sido un ejemplo de lo que no se debe hacer, miradores de hormigón, puente colgante, cables de acero, pavimento duro, especies de jardinería exóticas e invasoras".
De este modo ponen el foco sobre el municipio torreño y apuntan que los proyectos presentados y en ejecución de Motril y Almuñécar "presagian más de lo mismo, en muchos tramos son auténticos bulevares o paseos marítimos más que una senda peatonal integrada en el paisaje".
Inciden en que esta senda se construirá "sin un criterio y unas directrices comunes, ya que el plan solo indica su trazado pero no el tipo de sendero, o en algunos tramos paseo marítimo, que se va a ejecutar" y citando a dicho informe en el que se apunta que "para el desarrollo de las actuaciones previstas se realizarán convenios específicos con las entidades locales que se ven afectadas por realizarse dichas actuaciones en sus respectivos términos municipales, la determinación de los criterios técnicos para el diseño de infraestructuras, incluyendo anchos de la senda, tipos de pavimentos, señalización, etc., que quedan a criterio de cada ayuntamiento en el recorrido por su municipio". Una explicación que no gusta . Es decir, señalan que cada ayuntamiento hará lo que quiera en su territorio y el resultado "será una mezcla de tramos donde cada uno será diferente del colindante. El interés de las administraciones implicadas, Diputación y ayuntamientos, no es la protección del paisaje y la preservación del medio para el disfrute de los ciudadanos, sino conseguir fondos europeos destinados al medioambiente para la construcción de una costosa infraestructura que genere obras e inversiones innecesarias en su territorio".
Aunque aseguran que la solución es fácil: cumplir los objetivos planteados inicialmente de aprovechar, preservar y fomentar los recursos naturales y paisajísticos del litoral y promover una ruta peatonal blanda, integrada en el paisaje y reforestada con especies autóctonas -como la azucena de mar, el alhelí de mar o el cardo marítimo, entre otros- de las zonas por las que transcurre.
En el caso de Motril, la alcaldesa Luisa García Chamorro, explicó hace algunas fechas con motivo de la visita a los trabajos de revegetación que se están realizando en la Playa de Poniente que se había hecho un importante esfuerzo económico para cambiar los cuatro módulos que quedan obsoletos, incluso uno de ellos, el ubicado junto al chiringuito Alonso, se va a demoler y se realizará la acometida que no tenía hecha. Algo, que según apuntó, les dará muchas posibilidades de seguir trabajando para la consecución de la bandera azul de la playa, ya que esta zona del litoral era la única que contaba con dicho distintivo hace muchos años. "Por distintas circunstancias se perdió y el objetivo que tenemos es recuperarla", añadió.

El delta del Guadalfeo no se escapa
Otro de los puntos del litoral granadino que se merece una bandera negra por contaminación, a juicio de los ecologistas, es la zona del delta del Guadalfeo en el que se ubican varias playas debido a la línea imaginaria que separa los municipios de Motril y Salobreña. Aquí desembocan también varias ramblas y numerosas acequias de riego de la vega colindante, por los que se producen vertidos frecuentes que provocan manchas de suciedad, contaminación por fecales y malos olores desde hace muchos años.
En el informe, aluden al vertido que provocó el cierre al baño de un tramo de playa en Salobreña por "alteración de la concentración de los parámetros microbiológicos enterococos intestinales" ocasionada por una acequia. Y aseguran que en Motril, el polígono industrial de Alborán vierte directamente al mar por el balate de la Culebra, en mitad de la playa de Poniente. Esta situación es recurrente desde hace muchos años y las administraciones siguen sin tomar medidas para solucionarla.
Además, recalcan que existen numerosas urbanizaciones y construcciones aisladas no conectadas al alcantarillado que vierten directamente a estas acequias, llamadas localmente balates, lo que unido al uso masivo de pesticidas y agrotóxicos ocasiona una contaminación importante de sus aguas, que acaban en el mar. También existen varios emisarios submarinos urbanos e industriales por los que se producen vertidos que frecuentemente las corrientes y el oleaje devuelven a la playa. Todo ello ocasiona la aparición frecuente de grandes y variadas manchas de suciedad en las aguas de baño, problema que se agudiza en verano al multiplicarse la población por la afluencia masiva de turistas.
Algo que se solucionaría, según inciden, con la depuración de todas las aguas residuales urbanas e industriales, eliminando los emisarios ilegales y "legales", y controlando la aplicación de pesticidas y herbicidas en cauces fluviales.
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