Vecinos de Carchuna Calahonda en pie de guerra para defender sus derechos: "No queremos que la sanidad pública se convierta en un fast food"

Aseguran que mantendrán las concentraciones una vez al mes para reivindicar una sanidad de calidad

El PSOE de Motril apoya las reivindicaciones sanitarias de los vecinos de Carchuna Calahonda

Vecinos concentrados en la puerta del Ayuntamiento
Vecinos concentrados en la puerta del Ayuntamiento / Alba Feixas

Con los papeles de las citas médicas en las manos o las respuestas a varias reclamaciones demandando una mayor asistencia médica, vecinos de Carchuna y Calahonda se han concentrado en la puerta del Ayuntamiento de la Entidad Local Autónoma para mostrar su malestar por la deriva que está llevando la sanidad pública y demandar un aumento en el servicio de médicos que se presta en los dos consultorios que hay en la zona para dar servicio a una población que ronda las 5.500 personas, cifra que se cuadriplica en época estival. Han creado una Plataforma por la Sanidad pública del Llano para protestar, entre otras cuestiones, por las largas esperas o desplazamientos innecesarios para recibir atención médica.

El presidente de la ELA de Carchuna Calahonda, Juan Alberto Ferrer, -que se encuentra en proceso de segregación de Motril- respalda la concentración y el malestar de los vecinos porque "no es comprensible que si los pilares de la sociedad son la educación, la sanidad y la seguridad, vemos que en el terreno educativo tenemos dos colegios, dos ludotecas, dos bibliotecas, y creo que también tenemos seguridad, pero tenemos una gran carencia en la sanidad, y es algo que no podemos pasar por alto".

En este sentido, señala que en esta zona del litoral cuentan con dos consultorios con un médico y una enfermera en cada uno, a pesar de tener una población perenne de más de 5.500 personas todo el año, "tenemos una gran necesidad de más personal médico y administrativo. El Servicio Andaluz de Salud considera que los consultorios médicos no tienen que tener un servicio administrativo". "Nuestras médicos, tanto Gloria como Ana, que atienen a más de 60 pacientes al día cada una, no tienen tiempo de ponerse a dar citas porque su trabajo no es ese. No entiendo cuanto más vamos a retrasar el sistema". Ferrer explica que desde hace más de 20 años la ELA dispone a personal para que realice estas funciones y ayude a los vecinos del pueblo con todos los trámites y el papeleo. "El problema es que no tenemos la capacidad de mantener a dos personas en los dos consultorios para que se cubran los turnos, por lo que pedimos también al SAS que se pongan las pilas y entiendan que tenemos mucha población y necesitamos un servicio médico 24 horas al día".

Las carencias van más allá de la falta de personal administrativo, o más facultativos que permitan a los vecinos asistir al centro para atender sus demandas. Aquellos vecinos que necesiten atención para los más pequeños de la casa tienen que trasladarse 10 kilómetros hasta Motril porque ni en Carchuna ni en Calahonda cuentan con pediatra. Las pruebas médicas también suponen un desplazamiento por carretera y en muchos casos los vecinos no disponen de transporte o hay una alta población envejecida. "El problema no es solo el tener que desplazarse, el sistema sanitario en Motril está saturado y si encima nos tenemos que trasladar todos allí para cuestiones que se podrían realizar aquí, lo único que conseguimos es cargar más los centros de salud".

Y recalca que se está tratando con personas, "no queremos que la sanidad pública se convierta en un 'fast food', ni en una cadena de producción de venta por internet".

El muro de las nuevas tecnologías

Una de las reclamaciones más comentadas es la necesidad de tener que realizar los distintos trámites administrativos, o tener que pedir cita a través de la aplicación de Salud Responde, que en muchos casos no saben utilizar. "Un abuelo no puede estar mirando una APP para ver si consigue una cita con el médico, quiere que lo atiendan de frente, como ha estado trabajando toda la vida, y al automatizar todos estos procesos estamos dejando fuera a una parte de la sociedad, que son nuestros mayores, los que han luchado por todos esos derechos que tenemos hoy en día, y a los que les estamos quitando ahora los suyos", incide Ferrer.

"A veces no hay ni administrativos, los médicos están saturados de todo el trabajo que tienen que hacer y no pueden hacer de administrativos para dar citas ellos mismos, por lo que decidí mandar un escrito al Hospital de Motril y a la Junta de Andalucía, pero la respuesta es que esta función corresponde a la ELA, y el resultado es que todo el mundo echa balones fuera. Así no podemos seguir, hay que encontrar una solución porque somos dos pueblos a los que han dejado abandonados, y en lugar de fomentar el uso de los centros privados tendrían que blindar la sanidad pública para que todos los ciudadanos tengamos derecho a una sanidad pública y de calidad", explica María Belén Alarcón, una vecina de la zona que no entiende el abandono de la administración.

Alarcón recalca que ella y sus vecinos pagan, igual que el resto de población, todos sus impuestos y, sin embargo, no se sienten bien atendidos por las carencias existentes en los consultorios médicos.

Por su parte, Manuel Jiménez, otro vecino de la ELA, cuenta que él mismo ha tenido que pasar una época complicada asistiendo a médicos constantemente y con varias operaciones, por lo que cuando asiste al centro médico es para ver la evolución y los posibles efectos de la medicación. Por ello no entiende como se pueden asignar citas con solo cinco minutos de diferencia entre pacientes, "en cinco minutos la doctora no puede ver a una persona en condiciones, luego pasa lo que pasa, y con las prisas no se presta la atención suficiente para el diagnóstico".

Al hilo, el responsable municipal recalca que no se puede pretender que la sanidad se convierta en un McDonald's. "Mi padre sin ir más lejos es una persona con diabetes, hipertenso y varias cosas más. A él no puedes despacharlo en cinco minutos porque se le cambia la medicación y tienes que ver la reacción de ese medicamento antes de que se vaya por la puerta, por lo que no es concebible que se automaticen los procesos. Nuestros mayores necesitan unos servicios y unos médicos de familia de verdad, que atiendan a gente como Manolo, que lo mismo necesita ir 3 o 4 veces una semana para ver si sus pastillas están haciendo el efecto deseado dentro de su organismo. No estamos reivindicando ninguna tontería, es algo que ya se hacía antes y muy bien, y como ahora nos recortan en nuestros derechos, nos concentramos para reivindicar la sanidad pública y de calidad que respete tanto a los pacientes como a los propios profesionales sanitarios".

Motivo por el que volveran a concentrarse el 27 de cada mes para alzar la voz, e invitan a todos aquellos usuarios que quieran unirse a sus reivindicaciones para, juntos, luchar por un servicio básico. Además, anuncian que este es solo el principio de sus reivindicaciones y que están dispuestos a endurecer las protestas si la administración no atiende las demandas.

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