Los vecinos de Playa Granada se manifestarán para pedir la reubicación de la antena de telefonía y pedir más servicios

Algo más de medio año después de la polémica instalación de la antena de telefonía móvil de más de 40 metros, que habían conseguido paralizar en un primer momento, los vecinos de Playa Granada saldrán a la calle para instar al Gobierno municipal que reubique esta gran torre instalada a escasos metros de la zona residencial, así como para solicitar más servicios que faciliten el día a día de los residentes.

Playa Granada se ha convertido con el paso de los años en un entorno privilegiado de la Costa Tropical, con un gran potencial turístico, sin embargo cuenta con una desventaja: los servicios no han crecido al mismo ritmo que las viviendas, por lo que los vecinos tienen que desplazarse a sitios cercanos para cubrir las necesidades. Es otro de los motivos por los que los usuarios se manifestarán el próximo 3 de agosto a las 12 de la mañana.

El malestar de los vecinos con la colocación de la antena viene de largo. El Ayuntamiento tenía desde hace tiempo proyectada su instalación para dar solución a la falta de cobertura existente en la zona y que se acentúa sobre todo con la llegada de los inquilinos de las segundas residencias en temporada estival, aunque según aseguran los vecinos, no estaba proyectada en este emplazamiento en un primer momento.

A finales del pasado año, vecinos de varias urbanizaciones empezaron a manfiestarse en contra de la instalación de este coloso de la telefonía móvil, y tras diversas protestas y reuniones consiguieron paralizar la obra, al menos de forma momentánea. Desde la Plataforma que se creó para mostar el desacuerdo general con la instalación, explicaron a Granada Hoy que tras dos reuniones con el teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Escámez, les aseguraron que no se iba a instalar dicha antena hasta tener una tercera reunión con la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, y el teniente de alcalde de Economía y Hacienda y Proyectos Estratégicos, Nicolás Navarro, sin embargo, apenas un mes después de su paralización, la vuelta de los operarios en la zona hicieron saltar todas las alarmas.

Pese a los esfuerzos de los vecinos y la cantidad de sábanas y pancartas que colgaban en las inmediaciones y en los propios balcones de urbanizaciones cercanas, con proclamas en contra de su instalación, algunas de ellas aún visibles algo más de seis meses después, la antena, que es visible desde la propia carreta de acceso de la autovía debido a las dimensiones de la misma, fue instalada en el terreno previsto.