Vox exige al Gobierno central que aclare las consecuencias del parque eólico marino en la costa de Granada

El diputado nacional de la agrupación por la provincia afirma que se implantarán en una zona con especial riesgo sísmico y con posible afectación al sector pesquero, al turismo y al descanso de los vecinos

Almuñécar muestra su oposición a la instalación de la eólica marina frente a la Costa Tropical

El diputado nacional de VOX por Granada, Jacobo Robatto, observando unos planos
El diputado nacional de VOX por Granada, Jacobo Robatto, observando unos planos / G. H.

Granada/El diputado nacional de Vox por Granada, Jacobo Robatto, ha exigido al Gobierno central que aclare cuáles serán las consecuencias de implantar un parque eólico marino en la costa de Granada y parte de Almería. Los proyectos, denominados La Pinta y Albaicín, afectarían a una franja litoral cercana de los 50 kilómetros en línea recta.

Robatto ha afirmado que "estaríamos hablando de una superficie de 700 kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie de la isla de Menorca, en la que se dispondrían más de un centenar de aerogeneradores sobre el mar teniendo cada uno de ellos una altura de 270 metros sobre el nivel del mar, lo que equivale a una altura casi del tamaño de la Torre Eiffel. Y todo ello a solo siete kilómetros de la línea litoral, rompiendo de forma irrecuperable el paisaje natural de la zona, y con una alta probabilidad de que la cercanía de los aerogeneradores afecte al descanso de los vecinos y provoque malestar por ruido, contaminación lumínica e interferencias electromagnéticas”.

De igual manera, desde Vox expresan sus dudas sobre las posibles consecuencias que el proyecto tuviera en el turismo y la actividad del sector pesquero. El diputado ha hecho énfasis "concretamente en el sector pesquero, que lleva años sufriendo continuos recortes en su actividad por las políticas de la Agenda 2030 y del Pacto Verde europeo que promueven PSOE y PP, ahora se podrían ver afectados por posibles limitaciones en los caladeros de pesca, además de que siempre existirían riesgos de colisión de las embarcaciones al tener que navegar entre centenares de aerogeneradores gigantescos, ya sean barcos pesqueros o barcos petroleros".

Robatto considera hipócrita por parte del Gobierno las exigencias medioambientales para unos casos y la laxitud en el caso de las posibles consecuencias para la flora y fauna de la zona por la implantación de este proyecto, afirmando que "no tiene sentido que el Gobierno rechace la construcción del espigón de Castillo de Baños porque haya una determinada especie protegida, pero que luego abra la puerta a la construcción de más de un centenar de aerogeneradores que ponen a todas las aves en un peligro severo, que podría afectar a toda la fauna y flora de la zona, y cuya alteración podría ser aprovechada para dar lugar a una mayor invasión del alga asiática”. También ha incidido en que se pretenden implantar en un lugar cercano a una zona de especial conservación, los acantilados y fondos marinos de Calahonda-Castell de Ferro, la cual tiene unas determinadas restricciones para la pesca, pero parece no haber limitaciones para instalar más de un centenar de aerogeneradores que van a afectar a la flora y fauna marina de una manera, en sus palabras, irremediable.

Finalmente, la agrupación muestra su escepticismo con el proyecto respecto a la idoneidad de la zona por su actividad sísmica: “siendo un área que es conocida por tener una probabilidad de intensidad sísmica de VIII sobre XII en la Escala de Mercalli, calificada como destructivo, tenemos severas dudas sobre si es prudente implantar una infraestructura de esta envergadura, ya que las consecuencias en caso de afectación del parque eólico en un terremoto de gran magnitud podrían ser devastadoras”.

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