El Covirán Granada roza la hombrada ante el Baskonia

Granada/El Baskonia rompió al racha de tres victorias consecutivas del Covirán Granada, que cayó derrotado en el Palacio de Deportes por 73-75, en un partido con alternativas en los dos primeros periodos pero que estuvo marcado por las pérdidas en el tercero que condenó a los granadinos. Pese a la reacción final, finalmente cayó por dos puntos pero dejó buena imagen ante su incansable apoyo.

El primer cuarto estuvo marcado por los parciales. Arrancó dominando en el marcador el conjunto de Pablo Laso con cuatro puntos consecutivos del lituano Tadas Sedekerskis, pero ello le sirvió para despertar a los rojinegros, que le endosaron a su rival en menos de tres minutos un parcial 9-0 que provocó que el técnico baskonista pidiera tiempo muerto. Sin embargo, pese a tratar de ajustar en defensa, el Covirán siguió anotando y ampliando el parcial hasta un 14-0 que le dio la máxima renta, 10 puntos (14-4).

Fue el espigado Donta Hall el que rompió la sequía en ataque de su equipo. Pero lo locales ofrecieron una muy buena imagen, controlando el rebote defensivo y eso le permitió correr. Casi cuatro minutos estuvo sin anotar el cuadro vitoriano. Siete puntos de los 16 llegaron al contraataque por cero de los visitantes. El juego exterior no funcionaba, por lo que los vascos optaron por cargar el juego en la pintura. Y ahí destacó Khalifa Diop, que se echó el equipo a su espalda.

Pero con 20-10 en el electrónico, los de Pin dejaron de jugar en equipo. Cada uno empezó a hacer la guerra por su cuenta y eso lo aprovechó el Baskonia, que en dos minutos logró un parcial de 0-8 en menos de dos minutos que lo metió de lleno en el partido. Con 20-18 se fueron los jugadores al primer receso. Tan sólo se perdió un balón en ataque, algo a resaltar pero los 14 puntos en la zona hicieron mucho daño.

En el segundo periodo, Sedekerskis y Nikos Rogkavopoulos anotaron cinco puntos consecutivos para ampliar el parcial 0-13 y provocar que Pablo Pin parara el choque a 7:37 del descanso. Entre el primer y el segundo cuarto estuvo el Covirán casi cinco minutos sin anotar y eso hizo que el duelo se igualara. Vicedo rompió la mala racha pero los de Laso apretaron en defensa y a los rojinegros les costó encestar.

Kamar Baldwin comenzó a dar muestra de su enorme talento y, con siete puntos casi seguidos, puso seis arriba a su equipo, la máxima renta que obtuvieron en la primera mitad. Pero, de nuevo, la reacción local llegó y con un parcial de 8-2 se igualó la contienda a 32 puntos, obligando a Laso a pedir tiempo muerto. La entrada de Valtonen, el más fiable en el lanzamiento, le dio más claridad a la parcela ofensiva y, con un triple, el finés devolvió el dominio en el marcador a los granadinos (35-32). Baldwin redujo la renta y Clavell, con un tiro libre, cerró el cuarto con 36-34 y todo por decidir.

Estaba claro que el que mejorara los porcentajes en los lanzamientos exteriores iba a ganar el partido pues en la parcela reboteadora ambos hicieron un gran trabajo, sobre todo en la propia pintura, evitando que el rival capturara rechaces para tener segundas oportunidades. Y Moneke comenzó a mostrar su calidad con un triple y un 2+1 tras el paso por vestuarios que devolvió el mando al Baskonia.

El Covirán Granada no quería irse del partido y Wiley, con un lanzamiento desde la bombilla, lo impidió. Pero Moneke siguió a lo suyo, sacando faltas y anotando y, poco a poco, los de Vitoria fueron sintiéndose más cómodos en ataque y ampliando su ventaja. Los rojinegros estaban atascados y con 41-48 (la máxima renta), Pin no pudo más que para el encuentro a 6:01 del final del cuarto y con cinco faltas cometidas con lo que ello suponía.

Como suele suceder tras cada tiempo muerto, los de Pin anotaron por medio de Noua, Wiley y Ubal (con un 2+1), respirando así y acercándose en el marcador. Había partido. El trabajo sobre Markus Howard estaba siendo muy bueno, pues tan sólo había anotado un lanzamiento de campo de ocho intentados, pero las pérdidas, con Clavell como protagonista y sus ya clásicas malas decisiones ante el aro rival, impidió voltear el resultado. Y eso que Baskonia tampoco estaba especialmente acertado.

Noua puso a dos al Covirán pero apareció Howard con su especialidad, el triple, y Rogkavopoulos con un enorme rebote ofensivo y otro 2+1 para calmar los ánimos locales y lanzar a su equipo diez arriba (50-60) tras un global de 14-26 que comenzó a decantar el envite. Las siete pérdidas en el cuarto fueron determinantes para ir por claramente por detrás. Un dominio del balón que había que retomar si se quería tener opciones en los últimos diez minutos.

El último periodo se inició con dificultades para anotar por parte de ambas contendientes, pero regalando posesiones era imposible alcanzar la remontada. Con 14 abajo (52-66), Pin reunió a sus jugadores para evitar que bajaran los brazos de manera definitiva, pero quedaban poco menos de siete minutos y había mucho que mejorar, sobre todo en concentración. Empero, el Baskonia era otro, con más confianza y encima comenzaron a entrarle los triples, por lo que fue distanciándose.

Pero no estaba todo dicho. A base de orgullo, defensa y con Jonathan Rousselle como protagonista en cancha delantera, los locales fueron recortando su desventaja y llegaron a ponerse a tres a 46 segundos tras un parcial 8-0 en menos de un minuto. Noua taponó un lanzamiento de Sedekerskis, pero Rousselle falló un tiro libre y anotó otro. Quedaban 8,5 segundos, los vascos ganaban de dos y tenían la posesión. El base galo estuvo cerca de robar pero cometió falta. No había tiros libres, por lo que con sólo mantener el balón el choque concluyó como así fue con derrota por dos puntos. Era normal caer. Lo que no lo era es la situación en la tabla de Baskonia con el equipazo que tiene.