Homesley sentencia al Covirán Granada para empezar el año

Granada/El Covirán Granada arrancó 2025 con una nueva derrota al caer claramente ante el Dreamland Gran Canaria por 82-97, en un encuentro en el que la inconsistencia en el juego fue determinante. Los amarillos que fueron por delante todo el choque, lo dejaron finiquitado en el último cuarto gracias al acierto de Caleb Homesley en el tiro exterior.

Tras los triunfos de Girona y Breogán, los de Pablo Pin eran conscientes, aún más, de la importancia del choque ante los canarios. Sin embargo, salieron a la cancha con muchos problemas para anotar, pese a que Agustín Ubal fue el que puso por delante por primera vez a los locales con dos tiros libres. Pero fue un espejismo pues, a partir de ahí, fue el conjunto de Jaka Lakovic el que mandó en el electrónico. Y lo hizo gracias a su buen porcentaje en tiros de campo, en especial de dos.

Mike Tobey comenzó a dominar en la pintura y su equipo a alcanzar las primeras ventajas, pero fue Joe Thomasson el que, con siete puntos casi de manera consecutivos, el que provocó que Pin parara el partido tras casi seis minutos disputados y con los amarillos doblando en el marcador a los locales (8-16), fruto de un parcial de 0-7. El 33% en tiros de campo por el 75% de los grancanarios, además de los seis rebotes por dos de los rojinegros, explicaron esa desventaja. El tiro exterior no funcionaba, con cero de cinco en triples y 8 puntos en casi seis minutos. Sin embargo, la entrada de Rubén Guerrero reactivó a sus compañeros. El impacto que tuvo el pívot malagueño, con dos mates y dos tiros libres, permitió al Covirán Granada irse al primer receso ocho abajo (16-24) gracias a los puntos en la pintura de la dupla formada por Guerrero y Noua.

El segundo periodo fue el de los parciales. El primero fue de 0-7 para los visitantes con Caleb Homesley como protagonista. Gian Clavell rompió la sequía desde 6,75 con el primer triple, pero Jovan Kljajic y Tobey lograron la máxima diferencia hasta ese momento. Catorce puntos (21-35) que parecían insalvables. Pero, una vez más, los de Pin reaccionaron. Le endosaron un parcial de 7-0 que hizo a Lakovic pedir tiempo muerto. Homesley anotó pero, desde entonces, se dio inicio al mejor momento del choque para los granadinos. Wiley, Noua y Clavell completaron un global de 15-2 que obligó al técnico del Gran Canaria a parar de nuevo el duelo con 36-37.

Se había hecho lo más difícil que era meterse de lleno en el partido pero los amarillos tiraron del talento que tienen en su plantilla y anotaron ocho puntos antes del descanso, por dos de los granadinos, para irse a los vestuarios siete arriba (38-45). Thomasson volvió a aparecer para dejar una renta que le otorgó a su equipo cierta tranquilidad.

Había mucha expectación por ver qué versión se iba a ver del Covirán Granada en la segunda parte y la puesta en escena no pudo ser peor. Un parcial de 0-8 de inicio, con dos triples incluidos de Brussino y Alocén, permitieron al Gran Canaria alcanzar su máxima ventaja. Quince puntos ante la caraja de los de Pin, que comenzaron a hacer cada uno la guerra por su cuenta. El Palacio de Deportes se quedó más frío de lo que ya es habitual al comprobar la poca consistencia en el juego de su equipo.

Noua trató de asumir la responsabilidad en ataque ante la inoperancia de sus compañeros, pero Tobey siguió haciendo mucho daño en la zona. Pese a todo, a base de casta e insistencia, los rojinegros volvieron a despertar del letargo con una tímida reacción situándose a nueve tras un triple de Jonathan Rousselle. George Conditt IV tomó el relevo de Tobey en la pintura jugando por encima del aro y la desventaja se estabilizó en torno a la decena de puntos.

Con Scott Bamforth demasiados minutos en el banquillo y con Clavell en pista tomando, como suele ser habitual, malas decisiones en ataque, Pin pidió tiempo muerto a 1:10 del final del tercer periodo con 55-67 en el electrónico. Por fin entró el de Albuquerque a cancha en el último minuto y los rojinegros se fueron al cuarto decisivo nueve abajo (61-70), pero con la sensación de que iba a costar mucho remontar para sumar la quinta victoria del curso.

En el periodo final los rojinegros, apoyados por su público, volvieron a endosarle un parcial de 7-1 al Gran Canaria y se pusieron a tres tras un triple de Sergi García y dos canastas de Jacob Wiley. De nuevo, se metieron en el partido obligando a Lakovic a pedir tiempo. Empero cinco triples de Homesley y uno de Pelos tras muy buenas circulaciones del balón, volvieron a dejar las cosas en su sitio para los canarios y dejar casi sentenciado el choque a 4:36 para el final. Del 68-71 se pasó en un pispas al 76-93. Los aficionados, a tres minutos del final, comenzaron a abandonar la grada de la instalación del Zaidín conscientes de que el choque estaba perdido como así fue.