El Covirán Granada también cae en Bilbao

Granada/El Covirán Granada mostró en Bilbao la irregularidad que le suele caracterizar esta temporada y volvió a cosechar una nueva derrota, la quinta consecutiva, ante el Surne (91-88), que llegó a ir ganando de dieciséis puntos, tras una segunda mitad en los que a los granadinos les costó mantener el nivel del primer tiempo.

Con la novedad de Samuel Griffin en el roster, que ofreció una buena imagen al tratarse de un jugador rápido con buen manejo del balón, los de Pablo Pin no comenzaron bien el choque. El conjunto entrenado por Jaume Ponsarnau arrancó con un parcial de 8-0 gracias a dos 2+1 consecutivos y los errores de Omar Silverio desde el perímetro. Pero, con el paso de los minutos, los rojinegros se fueron entonando aunque tardaron más de dos minutos en anotar su primera canasta. Fue Amine Noua, con un triple, el que estrenó el casillero visitante y, a partir de ahí, la fluidez en ataque fue la nota predominante.

Al triple del galo respondió Abdur-Rahkman y a este Silverio, que dio paso a un parcial de 0-7 ya con Griffin en cancha. La aparición de Rubén Guerrero, con dos canastas consecutivas, permitió a los granadinos recortar distancias. Y ahí comenzaron los parciales para uno y otro equipo. Un inicial de 5-0 puso arriba a seis a los vizcaínos, pero la respuesta rojinegra no tardó en llegar. Silverio, Sergi García, un triple de Ndiaye y dos tiros libres de Griffin voltearon el marcador y del 18-12 se pasó al 18-22 tras un 0-10 que supuso que el Covirán Granada se pusiera por delante en el electrónico por primera vez y que fue el resultado con el que se fueron al primer receso del partido. El 50% en tiros de campo, las únicas dos pérdidas y, sobre todo, la aportación de los jugadores que salieron desde el banquillo, además de los once puntos en la pintura hizo que al término del primer cuarto fueran cuatro los puntos de renta.

El segundo periodo se inició con Griffin anotando. Pero Harald Frey y Melwin Pantzar le endosaron un parcial a los granadinos de 6-0 para empatar la contienda. Sin embargo, el nuevo jugador rojinegro se sintió cómodo en la pista y comenzó a liderar los ataques, mientras Tomasz Gielo hacía mucho daño en el perímetro con tres triples de tres intentos, bien respondidos por Ousmane Ndiaye, que llevó al Covirán a tener un porcentaje del 60% desde más allá de 6,75 metros.

Fue el momento en el que el intercambio de canastas hizo que la igualdad fuese la nota característica de la contienda, y eso que Noua tan sólo había anotado tres puntos. Pero las penetraciones de Sergi García fueron suficientes para mantener en el partido...hasta que comenzaron a bajar los porcentajes y no mover el balón con tanta fluidez, haciendo cada uno la guerra por su cuenta, y el Bilbao Basket volvió a ponerse por delante gracias a Zoran Dragic. Empero, fue un espejismo pues la reacción no tardó en llegar con un quinteto con tres ‘bajitos’ (Sergi García, Silverio y Griffin) y la aportación en ataque de Amine Noua. Gracias a sus puntos, los de Pablo Pin volvieron a mandar en el marcador, aunque finalmente una canasta de Melwin Pantzar puso el 46-46 con el que se llegó al descanso. Pese a no tener el control del rebote, las cuatro pérdidas de balón sirvió para mantenerse vivo en una primera mitad que terminó con Griffin como máximo anotador con nueve puntos y a Valtonen como mejor reboteador con cuatro capturas.

El finés, que no estuvo fino en ataque, sí ayudó mucho en otras facetas. No obstante, el cuadro vasco salió con las ideas más claras de los vestuarios llegando a ponerse seis arriba, lo que provocó que Pablo Pin pidiera tiempo muerto (56-50) en un inicio muy similar al del primer cuarto. Pero la dinámica no cambió y un mate de Hlinason volvió a poner ocho arriba a los locales tras un parcial de 13-5.

Al Covirán Granada le costó más anotar y gracias al control en el rebote, los vizcaínos pudieron correr y eso que entraron en bonus muy pronto. Pin volvió a apostar por el small ball pero esta vez la jugada no le salió bienm y un 2+1 de Dragic tras una falta absurda de Silverio otorgó la máxima diferencia para el Bilbao Basket (66-54). Nuevo tiempo del técnico rojinegro porque su equipo estaba atascado en ataque y tomando muy malas decisiones en ataque.

Pero siguió sin haber respuesta y eso no lo desaprovecharon los ‘Hombres de negro’, que llegaron a tener una renta de dieciséis puntos tras un global en el cuarto hasta ese momento de 26-10. Silverio, con un triple desde su casa, cortó la mala racha pero los de Ponsarnau ya habían roto el partido, cerrando el periodo 72-59. De llegar a tener un 60% en triples, se pasó en el tercer cuarto a un 25%, igualando las pérdidas en los terceros diez minutos que en los veinte anteriores.

En el último cuarto, Bezhanishvili y Rubén Guerrero hicieron daño en la pintura y eso permitió recortar diferencias. Los rojinegros llegaron a ponerse a nueve, pero un ansioso Rousselle acompañado de un demasiado individualista Silverio, evitó que se metieran de lleno con opciones de ganar el choque. Desde el banquillo se trató de buscar soluciones dando entrada a Griffin, pero el nivel ofensivo bajó muchos enteros en la segunda parte salvo para el nuevo escolta americano. Y es que cuando Noua no tiene el día o, simplemente, está bien defendido, los registros atacantes de los granadinos se reducen mucho.

Un nueva reacción de los de Pin gracias a su trabajo en zona, los situó a seis puntos a 2:24 para el final, recuperaron el balón y Valtonen, con sus primeros tres puntos, metió los nervios a los locales a 1:52 (81-78) tras un parcial de 2-13. Pero Melwin Pantzar, con un 2+1, devolvió los seis en el marcador y ahí terminó el choque porque, pese a que Griffin anotó un triple, Dragic tiró de talento con una penetración para finiquitar un duelo que abrochó Pantzar desde la línea de tiros libres. Pese a intentarlo hasta el último momento, la victoria se quedó en Miribilla.