El Covirán Granada, sin opciones ante Unicaja de Málaga
Granada/El Covirán Granada regresó al Palacio de Deportes ofreciendo una pobre imagen ante Unicaja Málaga, que venció el choque con solvencia (68-84), demostrando que cuenta con una de las mejores plantillas de la Liga Endesa. Los de Pablo Pin aguantaron tan sólo un cuarto, el primero, pero en el último minuto del segundo periodo encajaron un parcial de 0-9 que fue determinante para ver reducidas sus opciones de victoria.
El choque, en una instalación donde el calor fue una constante, arrancó con un gran Dylan Osetkowski, autor de los primeros siete puntos de su equipo, triple incluido. Los rojinegros, en su puesta de largo, trataron de responder por medio de Amine Noua pero un primer parcial de 0-7 comenzó a dar las primeras ventajas a los visitantes.
Sin embargo, los de Pin no querían que los de Ibon Navarro se marcharan tan pronto en el marcador y respondieron con un 7-0. Los malacitanos, con una gran movilidad del balón en ataque, mostraron que cuentan con numerosos recursos ofensivos y, aunque la defensa granadina no estuvo nada mal, la diferencia de talento entre ambas plantillas se fue notando con el paso de los minutos.
A partir de ahí, llegó el momento de Kameron Taylor, que lanzó a su equipo en el electrónico ante un rival que comenzó a abusar de los lanzamientos de tres. Por dentro era casi imposible anotar entre la diferencia de físico y de talento ofensivo de ambos contrincantes. El pobre 16% en tiros de dos dejaba claro que la única opción de anotar era desde más allá de 6,75, pero cuando no se tenga el día, ese recurso no bastará como así sucedió. Pese a todo, al término de los primeros 10 minutos de juego, los malagueños vencían por siete puntos (15-22) pero la sensación era que, en cualquier momento, el choque se podía romper.
El segundo cuarto se inició con un intercambio de canastas pero la diferencia de porcentaje en tiros de campo (22% por 48%) comenzó a marcar la cita. Gracias a la defensa, el Covirán se mantuvo en el partido, pasando a una fase en la que ninguna de las dos escuadras logró anotar. Rompió la racha Noua pero la entrada en pista de Killian Tillie permitió a Unicaja ir, poco a poco, aumentando su renta. Valtonen le dio algo de respiro a su equipo con dos triples , uno de ellos a tabla, empero la ventaja ya superó la decena de puntos. Y fue a más.
Y es que en el último minuto antes del descanso, los de Navarro rompieron definitivamente el duelo. Un parcial de 0-9 los lanzó en el marcador, llegándose al receso 29-45 y con malas sensaciones en la grada, que incluso pitó al equipo cuando se fue a vestuarios. El 2 de 12 en tiros de dos (16%) y los 15 triples lanzados para anotar cuatro fueron insuficientes para plantar cara al actual campeón de la Supercopa Endesa. Un 6 de 27 en lanzamientos de campo lo dejó claro. Lo único bueno, el control del balón con tan sólo tres pérdidas.
La segunda parte arrancó con una canasta de Kalinoski y, sorprendentemente, Pin pidió tiempo muerto a los 23 segundos de reanudarse el choque. Algo estaba claro que no le había gustando al técnico granadino. La reacción llegó con dos canastas de Rubén Guerrero, mate incluido, que animó algo a la grada, ansiosa de poder aplaudir a su equipo. Aunque contó con la ayuda de Jonathan Rousselle que pidió el apoyo de los aficionados en un momento complicado, con 14 puntos de desventaja. Pero sirvió de poco porque Unicaja no cesó en su empeño de dejar sentenciada la cita.
Llegó a situarse 18 arriba (33-51). Quedaba mucho partido, 16 minutos, y pese al ímpetu de Guerrero, la jugada que marcó la tarde fue un contraataque de Valtonen que falló una clara bandeja y, por el contrario, Jonathan Barreiro anotó un triple. De ponerse a diez a ver cómo Unicaja ganaba de quince. Amine Noua respondió con un lanzamiento de tres desde la esquina pero los registros ofensivos de los malacitanos eran innumerables. Todos habían anotado y Nihad Dedovic, en su estreno, devolvió los 18 de renta. De ellos, cuatro por encima de los diez puntos. Una actuación coral, una más, de un auténtico equipazo. Por bando local, Clavell se echó al equipo a su espalda y con un triple, cerró el tercer periodo con un resultado que dejó finiquitado el partido (51-68).
Al menos se mejoró la imagen y, aunque no ganaron el parcial, sí compitieron mejor. Un 22-23 que hacía albergar esperanzas en los últimos diez minutos pero, entre errores infantiles en la puesta del balón en juego y el abuso desde el perímetro, fue imposible que se pudiera reducir la desventaja. Ante un desaparecido Scott Bamforth, el único extracomunitario de la plantilla y, en teoría, el que debe marcar diferencias junto a Noua, tan sólo quedaba no bajar los brazos porque, de lo contrario, la pana podría ser histórica.
Pin encontró pocas soluciones en su banquillo, varió los quintetos y probó distintas fórmulas para que su equipo reaccionara, pero la distancia entre ambas plantillas es sideral. A falta de seis minutos para el final, y con 15 abajo, el entrenador rojinegro buscó un cinco defensivo con Ubal, Vicedo y Guerrero...pero ni por esas. Los hombres de Ibon Navarro, que llegaron a ir venciendo por 21 puntos (59-80) a 180 segundos del final, aunque la máxima renta fue de 23, optaron por levantar el pie del acelerador, lo que fue aprovechado por el Covirán para maquillar el resultado y terminar cayendo por 16. El duro inicio de temporada se saldó como se preveía, con dos derrotas. Esto acaba de comenzar pero los rojinegros deben mejorar. Y no poco.
Ficha técnica
Covirán Granada, 68 (15+14+22+): García (8), Bamforth (3), Valtonen (11), Noua (9), Wiley (2) -cinco inicial- Rouselle (3), Clavell (15), Tomás (0), Ubal (3), Guerrero (8), Aurrecoechea (0), Vicedo (6).
Unicaja, 84 (22+23+23+16): Perry (8), Osetkowski (12), Kalinoski (4), Barreiro (3), Sima (4) -cinco inicial- Pérez (10), Balcerowski (7), Ejim (2), Taylor (10), Carter (13), Djedovic (2), Tillie (9)
Árbitros: Antonio Conde, Arnau Padrós y Vicente Martínez. Sin eliminados por faltas personales.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes de Granada ante 7.743 espectadores, según cifra oficial, varios cientos de ellos aficionados del Unicaja. Antes del partido se homenajeó a la doble medallista olímpica María Pérez y a su entrenador Jacinto Garzón
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